/ lunes 14 de junio de 2021

Lo digo como es | El dilema de nuestros días

Sé que hay entrega de constancias, alegatos, inconformidades electorales y demás… pero que no se nos olvide que también hay pandemia.

En la pandemia en México uno de los sectores menos valorados por la autoridad resultó ser el médico… Sí, ¡Qué incongruencia! Este que ha sido el grupo que ha hecho frente en la primera línea, que ha echado mano de recursos propios para protegerse con el equipo adecuado, que ha prestado su celular para que el moribundo tenga contacto por última vez con su familia, que ha apretado la mano y ha acompañado en el lecho de muerte o de lucha a tantas personas, ha sido tan poco reconocido que se escatiman recursos para apoyarlo y faltan gestos para reconocerlo.

Entre muchos ángulos desde los cuales hay que observar la pandemia y la participación del equipo de sanidad en ella, traigo a escena el caso de la Dra. Fabiola Sánchez Cecilio que ya en otras ocasiones en este espacio he hecho referencia a ello.

La Dra. Sánchez Cecilio es madre soltera; su hijo Ángel, un chavo de 14 años padece parálisis cerebral en su grado más severo lo que le impide moverse y hablar; es 100% dependiente requiere por tanto atención especial todo el día.

Con la pandemia la doctora debió “descansar” a las personas que le ayudan con el cuidado de Ángel y hacerse cargo de él lo que le impide ir a trabajar porque su contacto con pacientes Covid y la vulnerabilidad en que por su condición se encuentra Ángel, le colocan como alguien responsable de abandono de personas, de acuerdo al artículo 272 del Código Penal del Estado de Sonora que lo castiga con 1 mes y hasta 5 años de prisión.

Hace aproximadamente un año la Dra. Fabiola debió llevar su caso ante la justicia porque en el IMSS, institución a la que presta sus servicios, requerían su presencia. En aquel entonces promovió y obtuvo el amparo correspondiente, otorgado en un acto de justicia pero también de sensibilidad por el juez decimo primero de distrito, Genaro Antonio Valerio Pinillos, que resolvió de manera provisional y ante la urgencia del caso, que la madre debía seguir al cuidado de su hijo con discapacidad grave, sin necesidad de presentarse a trabajar hasta que se dicte la sentencia en el juicia, luego de lo cual, tanto el director de la clínica 63 del Seguro Social como el delegado de la dependencia en el estado, se inconformaron ante la resolución del juez Valerio Pinillos alegando que la doctora. podía contratar personal que cuidara de su hijo dado que su actividad médica es considerada esencial. El alegato de las autoridades del Seguro Social que antepone obligaciones laborales de la madre sobre el derecho y la necesidad del hijo con discapacidad grave, fue desestimado por el Tercer Tribunal Colegiado en materias penal y administrativa de Hermosillo que en su momento confirmó la determinación del Juez Valerio Pinillos.

En días recientes, el juez federal Genaro Antonio Valero Pinillos, concedió el amparo y protección de la Justicia Federal a la doctora Fabiola Sánchez Cecilio y a su menor hijo Ángel Jesús Sánchez Cecilio de manera que, dicha sentencia le permitirá a la doctora continuar cuidando a su menor hijo en su casa y con goce de sueldo, a fin de evitar un riesgo en su vida y salud ante un posible contagio de Covid-19.

El juez Valero Pinillos en su sentencia estableció que, la orden emitida tanto por el delegado del IMSS como por el director de la Unidad Médica 63 con sede en esta ciudad capital, consistente en reincorporar de manera presencial en sus labores a la doctora Fabiola viola en su perjuicio y de su menor hijo los derechos fundamentales a la salud y a la vida, debido al alto riesgo de contagio que ello implica, de manera que las autoridades deben implementar las medidas necesarias para evitar que la doctora regrese a trabajar y se exponga a un posible contagio de Covid-19, inclusive cuando el Estado de Sonora se encuentre en semáforo amarillo o verde, pues de lo contrario se les podría causar daños de imposible reparación hacia sus personas.

Destacó el juzgador que, con lo anterior no se desatendía la urgencia de salud que impera en el País, la cual requiere un esfuerzo sin precedentes particularmente de los médicos, en tanto que, ello no podía llegar al extremo inhumano de obligar a la doctora Fabiola a ignorar las necesidades apremiantes de su hijo que se encuentra impedido para realizar por sí mismo las actividades más elementales del ser humano como las de alimentación y aseo, a fin de atender a la población en cuanto a su atención médica, pues debe atenderse en el caso a que ella es madre soltera y que además continúan suspendidos los servicios de las guarderías, lo que le impide con mayor razón desatender a su hijo.

Sirva pues el antecedente para muchas personas como la doctora Fabiola están ahora ante la disyuntiva de encontrar el equilibrio entre lo personal y lo profesional.

No olvidemos pues que seguimos en pandemia y que quizá otros temas reclamen atención…muchos de ellos no tienen que ver con la lucha entre la vida y la muerte como tantas veces ha ocurrido con el Covid 19… el balance entre lo justo y lo necesario es el dilema de nuestros días.

Sé que hay entrega de constancias, alegatos, inconformidades electorales y demás… pero que no se nos olvide que también hay pandemia.

En la pandemia en México uno de los sectores menos valorados por la autoridad resultó ser el médico… Sí, ¡Qué incongruencia! Este que ha sido el grupo que ha hecho frente en la primera línea, que ha echado mano de recursos propios para protegerse con el equipo adecuado, que ha prestado su celular para que el moribundo tenga contacto por última vez con su familia, que ha apretado la mano y ha acompañado en el lecho de muerte o de lucha a tantas personas, ha sido tan poco reconocido que se escatiman recursos para apoyarlo y faltan gestos para reconocerlo.

Entre muchos ángulos desde los cuales hay que observar la pandemia y la participación del equipo de sanidad en ella, traigo a escena el caso de la Dra. Fabiola Sánchez Cecilio que ya en otras ocasiones en este espacio he hecho referencia a ello.

La Dra. Sánchez Cecilio es madre soltera; su hijo Ángel, un chavo de 14 años padece parálisis cerebral en su grado más severo lo que le impide moverse y hablar; es 100% dependiente requiere por tanto atención especial todo el día.

Con la pandemia la doctora debió “descansar” a las personas que le ayudan con el cuidado de Ángel y hacerse cargo de él lo que le impide ir a trabajar porque su contacto con pacientes Covid y la vulnerabilidad en que por su condición se encuentra Ángel, le colocan como alguien responsable de abandono de personas, de acuerdo al artículo 272 del Código Penal del Estado de Sonora que lo castiga con 1 mes y hasta 5 años de prisión.

Hace aproximadamente un año la Dra. Fabiola debió llevar su caso ante la justicia porque en el IMSS, institución a la que presta sus servicios, requerían su presencia. En aquel entonces promovió y obtuvo el amparo correspondiente, otorgado en un acto de justicia pero también de sensibilidad por el juez decimo primero de distrito, Genaro Antonio Valerio Pinillos, que resolvió de manera provisional y ante la urgencia del caso, que la madre debía seguir al cuidado de su hijo con discapacidad grave, sin necesidad de presentarse a trabajar hasta que se dicte la sentencia en el juicia, luego de lo cual, tanto el director de la clínica 63 del Seguro Social como el delegado de la dependencia en el estado, se inconformaron ante la resolución del juez Valerio Pinillos alegando que la doctora. podía contratar personal que cuidara de su hijo dado que su actividad médica es considerada esencial. El alegato de las autoridades del Seguro Social que antepone obligaciones laborales de la madre sobre el derecho y la necesidad del hijo con discapacidad grave, fue desestimado por el Tercer Tribunal Colegiado en materias penal y administrativa de Hermosillo que en su momento confirmó la determinación del Juez Valerio Pinillos.

En días recientes, el juez federal Genaro Antonio Valero Pinillos, concedió el amparo y protección de la Justicia Federal a la doctora Fabiola Sánchez Cecilio y a su menor hijo Ángel Jesús Sánchez Cecilio de manera que, dicha sentencia le permitirá a la doctora continuar cuidando a su menor hijo en su casa y con goce de sueldo, a fin de evitar un riesgo en su vida y salud ante un posible contagio de Covid-19.

El juez Valero Pinillos en su sentencia estableció que, la orden emitida tanto por el delegado del IMSS como por el director de la Unidad Médica 63 con sede en esta ciudad capital, consistente en reincorporar de manera presencial en sus labores a la doctora Fabiola viola en su perjuicio y de su menor hijo los derechos fundamentales a la salud y a la vida, debido al alto riesgo de contagio que ello implica, de manera que las autoridades deben implementar las medidas necesarias para evitar que la doctora regrese a trabajar y se exponga a un posible contagio de Covid-19, inclusive cuando el Estado de Sonora se encuentre en semáforo amarillo o verde, pues de lo contrario se les podría causar daños de imposible reparación hacia sus personas.

Destacó el juzgador que, con lo anterior no se desatendía la urgencia de salud que impera en el País, la cual requiere un esfuerzo sin precedentes particularmente de los médicos, en tanto que, ello no podía llegar al extremo inhumano de obligar a la doctora Fabiola a ignorar las necesidades apremiantes de su hijo que se encuentra impedido para realizar por sí mismo las actividades más elementales del ser humano como las de alimentación y aseo, a fin de atender a la población en cuanto a su atención médica, pues debe atenderse en el caso a que ella es madre soltera y que además continúan suspendidos los servicios de las guarderías, lo que le impide con mayor razón desatender a su hijo.

Sirva pues el antecedente para muchas personas como la doctora Fabiola están ahora ante la disyuntiva de encontrar el equilibrio entre lo personal y lo profesional.

No olvidemos pues que seguimos en pandemia y que quizá otros temas reclamen atención…muchos de ellos no tienen que ver con la lucha entre la vida y la muerte como tantas veces ha ocurrido con el Covid 19… el balance entre lo justo y lo necesario es el dilema de nuestros días.