/ miércoles 5 de agosto de 2020

Lo digo como es | El vacío videográfico se llena con especulación

Muchos temas han servido para recrear el caso Lozoya. Es lógico. No puede desperdiciarse para el uso de propaganda gubernamental. No. No estoy diciendo que sea inocente. Para empezar, lo dudo, pero tampoco tengo las pruebas que lo inculpen.

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Lo que subrayo es que en términos de propaganda política es una joya para fortalecer la principal línea de argumentación que impulsó la llegada de la 4T y afianzar la presencia de este proyecto en el Gobierno de México con el discurso del combate a la corrupción.

El trato que se le ha dado dista mucho del uso común que se aplica contra los detenidos. Desde lo que se anunció como su llegada, el supuesto recorrido que hiciera a un reclusorio y después se diera a conocer que habría sido ingresado a un hospital en un operativo de despiste a quienes cubrían el suceso; su alta del nosocomio en la madrugada, su firma de procesados vía correo electrónico y todos los etcéteras que podamos agregar. No deja de extrañar, por cierto, la ausencia de imágenes que no dejen espacio para dudar que el ex director de Pemex está en México. Ese vacío videográfico en una era de abundantes recursos tecnológicos, se llena con la especulación.

El tema de Lozoya es de larga vida. Se mantendrá por lo menos hasta el próximo año y será recurrente en el 2022 cuando se lleve a cabo la revocación de mandato y, por supuesto, no estará ausente en el 2024 y los años por venir.

Muchos temas se ligan o se le buscan ligas con este caso. Por la naturaleza de la cartera que manejaba Lozoya, su relación con la Reforma energética es estrecha. Se ha dicho que algunos legisladores en su momento habrían sido seducidos o sobornados para que la aprobasen.

En el caso de Sonora, entre otros, Ernesto Gándara desde el Senado dio su voto aprobatorio. Y lo menciono a él porque de los sonantes para la candidatura al Gobierno del Estado en 2021, no es el único que votó a favor de aquella reforma, pero sí es al único que hasta ahora le he preguntado su opinión respecto. Me dice que está tranquilo y reitera su convicción en que la apertura que posibilita la Reforma es lo que el país requiere para enfrentar con éxito los retos del mercado y la armonización posible con el medio ambiente. “Me siento muy orgulloso de mi carrera política, no tengo nada que ocultar y no me voy a subir a la pista de los escándalos mediáticos”, enfatizó.

www.soledaddurazo.com

@SoledadDurazo


Muchos temas han servido para recrear el caso Lozoya. Es lógico. No puede desperdiciarse para el uso de propaganda gubernamental. No. No estoy diciendo que sea inocente. Para empezar, lo dudo, pero tampoco tengo las pruebas que lo inculpen.

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Lo que subrayo es que en términos de propaganda política es una joya para fortalecer la principal línea de argumentación que impulsó la llegada de la 4T y afianzar la presencia de este proyecto en el Gobierno de México con el discurso del combate a la corrupción.

El trato que se le ha dado dista mucho del uso común que se aplica contra los detenidos. Desde lo que se anunció como su llegada, el supuesto recorrido que hiciera a un reclusorio y después se diera a conocer que habría sido ingresado a un hospital en un operativo de despiste a quienes cubrían el suceso; su alta del nosocomio en la madrugada, su firma de procesados vía correo electrónico y todos los etcéteras que podamos agregar. No deja de extrañar, por cierto, la ausencia de imágenes que no dejen espacio para dudar que el ex director de Pemex está en México. Ese vacío videográfico en una era de abundantes recursos tecnológicos, se llena con la especulación.

El tema de Lozoya es de larga vida. Se mantendrá por lo menos hasta el próximo año y será recurrente en el 2022 cuando se lleve a cabo la revocación de mandato y, por supuesto, no estará ausente en el 2024 y los años por venir.

Muchos temas se ligan o se le buscan ligas con este caso. Por la naturaleza de la cartera que manejaba Lozoya, su relación con la Reforma energética es estrecha. Se ha dicho que algunos legisladores en su momento habrían sido seducidos o sobornados para que la aprobasen.

En el caso de Sonora, entre otros, Ernesto Gándara desde el Senado dio su voto aprobatorio. Y lo menciono a él porque de los sonantes para la candidatura al Gobierno del Estado en 2021, no es el único que votó a favor de aquella reforma, pero sí es al único que hasta ahora le he preguntado su opinión respecto. Me dice que está tranquilo y reitera su convicción en que la apertura que posibilita la Reforma es lo que el país requiere para enfrentar con éxito los retos del mercado y la armonización posible con el medio ambiente. “Me siento muy orgulloso de mi carrera política, no tengo nada que ocultar y no me voy a subir a la pista de los escándalos mediáticos”, enfatizó.

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