Consulta Mitofsky publicó ayer una encuesta que realizó el fin de semana recién pasados los acontecimientos del jueves en Culiacán.
Un total de 800 personas componen la muestra consultada, de las cuales 300 residen en Sinaloa y las otras 500 en el resto del país.
El objetivo fue evaluar el impacto de los acontecimientos del jueves pasado tras los hechos violentos registrados en Culiacán y la liberación de Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo y presunto narcotraficante.
Si a alguien le preocupaba o muchos cifraban su esperanza en que estos hechos fueran a derrumbar la calificación presidencial, pues los unos se tranquilizarán y los otros se quedarán con las ganas.
Para empezar los dos grupos, es decir los residentes de Sinaloa y los del resto del país, mayoritariamente consideran que se hizo bien en liberarlo.
79.1 de los encuestados sinaloenses, así lo siente; 53.1% en el resto del país.
La casa encuestadora también preguntó a los entrevistados, su opinión en torno a la principal razón por la que se tuvo que liberar al presunto narcotraficante; la gran mayoría lo atribuye a la mala planeación con que se hizo el operativo, otra parte a la estrategia que siguieron los delincuentes, y quienes reparten responsabilidad entre la forma de actuar de las autoridades y la respuesta de los delincuentes, son prácticamente una tercera parte de los encuestados.
Ya cuando se va a medir el impacto de los acontecimientos en la opinión de los encuestados en Sinaloa está muy repartido: el 47.4% considera que deben continuar todos los que ahora están en los cargos de combate a la delincuencia, mientras un 42.1% prefiere que continúen ahí.
En el resto del país la opinión es inversamente proporcional: el 47.7% piden que alguien renuncie contra el 45.5 que opina que deben continuar.
El ejercicio midió la imagen que se tiene de la Guardia Nacional en el combate al crimen organizado. En Sinaloa un 60.6% de los encuestados considera que es aún difícil de juzgarla; un 25.5% lo considera un fracaso y casi el 13% dice que ha sido un éxito.
En el resto del país las opiniones no están tan divididas entre un 40.3% que la considera un fracaso y el 45.8% que todavía le concede el beneficio de la duda; un 13.5% la ve exitosa.
La opinión más generalizada o coincidente entre sinaloenses y el resto del país, es con relación a que la estrategia de seguridad pública, debe cambiarla el gobierno del presidente López Obrador. 52% en Sinaloa y 65.5% en el resto del país.
Las Fuerzas Armadas mantienen la opinión favorable de los mexicanos que contestaron la encuesta; más del 70% así lo opina.
El ejercicio como penúltimo punto pregunta hace que los encuestados avalen la decisión gubernamental. El cuestionamiento está estructurado de la siguiente forma: Presenta primero los saldos del enfrentamiento (10 muertos, 20 heridos y daños materiales) luego pregunta “En caso de que las Fuerzas Armadas no hubieran entregado a Ovidio Guzmán, ¿Cree que el saldo de muertos hubiera sido mayor?
En Sinaloa el 86.1 y en el resto del país el 64.4% opina que hubiera sido mayor; ligeramente mayor el 9.3% en Sinaloa y 21.4% en el resto del país...
Y el ejercicio cierra para demostrar la popularidad del presidente López Obrador:
El 68.5% de los encuestados en Sinaloa mejoró (39.7) o mantuvo igual (28.8) su opinión; se mantuvo igual de mala (5.6) o empeoró (24.5) para el 30.1%.
En el resto del país fue la opinión positiva fue para el 50.9% de los encuestados 27.8 de los cuales la mejoró y el 23.1 la mantuvo igual de buena. En 48.1% fue negativa 5.6% refiere que sigue opinando igual de mal y 42.5 empeoró.
En Sinaloa los acontecimientos ayudaron para que mejoraran su opinión sobre el Presidente; entre quienes así lo hicieron contra los que descalificaran al primer mandatario hay 15.2 puntos de diferencia.
En el resto del país sucedió a la inversa entre quienes mejoró y quienes empeoró la imagen presidencial hay 14.7 puntos más de opinión negativa.
La interpretación que podemos dar de todo esto es quizá muy sencilla. En Sinaloa la economía y mucha de la gente que ahí vive, están íntimamente ligados con la actividad ilícita; simplemente recordemos las marchas que se hacían en apoyo al Chapo Guzmán; que detuvieran la reacción de las fuerzas del orden en contra de los delincuentes, significó para muchos recuperar momentáneamente la tranquilidad y que sus vidas no estuvieran en riesgo. Por eso era preciso, como se hizo, establecer una diferencia entre la opinión de la gente de Sinaloa y del resto del país.
¿Qué tanto impactará a la larga el aumento en las opiniones negativas?
¿Será esto momentáneo o se irán acumulando reclamos?
¿Cómo quedarán los ánimos ya que se defina el presupuesto?
¿La inconformidad de unos 300 alcaldes ayer en Palacio Nacional, que fueron rociados indirectamente “Con un poquito de gas lacrimógeno que se tiró al ambiente, casi casi contra la pared”, bajará a sus gobernados?
¿Cómo se tomará la suspensión del Fondo Minero para los municipios que por ejemplo sólo en Sonora significa que dejen de llegar mil 100 millones de pesos para obra de infraestructura?
En fin, todo está por verse.
