Muchas personas en este país, imaginamos lo que nos esperaba el fin de semana pasado; ahora ya podemos hablar sobre los acontecimientos.
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En mi opinión muchas expectativas se rebasaron, muchas ideas se reafirmaron, muchos lazos se fortalecieron, muchos reclamos se expresaron y muchos anhelos se esperanzaron.
No es exagerado considerar que estamos atestiguando el inicio de una nueva etapa en la lucha política en nuestro país en la que las mujeres tomamos con mayor contundencia nuestro actuar y dejamos de lado la indiferencia.
Donde emergen liderazgos desde una estructura más horizontal, menos jerarquizada, diferente a lo que se da desde los partidos y a través de los políticos tradicionales.
No hay cómo regatearle méritos a lo logrado el domingo. Una concentración similar no se había registrado en CDMX y otras de la República, Hermosillo incluida.
El movimiento se ha salido del control gubernamental; desde Presidencia no se ha atinado a mostrar una actitud adecuada y desde el púlpito de la polarización (como le llama Jesús Moreno a las mañaneras), se insiste en encasillarlo en el conservadurismo instaurándose el propio emisor en practicante contumaz de eso que insiste en culpar de todo.
El movimiento feminista y las acciones afirmativas en pro de las mujeres, históricamente han encontrado en los postulados de la izquierda, no sólo eco sino también impulso. Por eso, ahora ante la actitud presidencial no son pocas las personas que se sienten traicionadas y si bien es cierto el pueblo bueno y noble sigue respaldando a su presidente, la calificación de éste ha bajado.
Un ejemplo nos lo presenta México elige. La encuestadora que mes a mes mide varios parámetros entre la comunidad de Facebook, esta ocasión refleja lo expresado por una muestra de 17,685 mexicanos del 3 al 8 de marzo del año en curso.
Entre las principales aspectos destaca la caída de 5 puntos en aprobación y calificación, hacia el Presidente y ligeramente superior es la opinión que pide renuncie (48.5) frente a un 47.4 que considera debe permanecer. Un 50.5% de los encuestados dice que seguramente no votaría por AMLO de nuevo y un 31.8% dice que seguramente sí lo haría. El voto duro, se mantiene fiel.
Volviendo a las marchas del domingo, sin duda que por su naturaleza las imágenes de violencia y destrozos no dejan de ser rechazadas y condenadas. Sin embargo, ojo, fuimos por mucho y por muchas, quienes participamos de manera pacífica, seria, comprometida. No nos confundan, no nos dividan… no nos dejemos dividir… esto no tiene reversa y por lo mismo exige seriedad, compromiso, organización, unidad y mucha inteligencia.
Hemos llegado hasta aquí para hacer mejor las cosas, para argumentar mejor nuestros posicionamientos y para conquistar niveles de convivencia más armónicos y escenarios para un mejor desarrollo de nuestras capacidades… hemos llegado hasta aquí para unir esfuerzos como integrantes de una misma sociedad, para combatir la violencia en todas sus expresiones, para otorgar y recibir respeto; para crecer desde las individualidades y conformar mejor colectividad.
Bienvenida esta nueva etapa. Por el bien del movimiento, por nuestro país y por las nuevas generaciones, debemos estar a la altura.
