Este fin de semana circuló un video donde una mujer propina singular golpiza a una pequeña de tres años.
Hice el ejercicio de verlo completo antes de escribir estas líneas.
La verdad terminé con un nudo en el estómago y con muchas preguntas.
Sentí compasión por las tres.
Y es que según ha trascendido, es una menor de 11 años la que hizo la grabación.
En esa pequeña habitación de apariencia humilde, la víctima más visible sin duda, es la menor golpeada fuertemente por una mujer que le cambiaba el pañal y que según la información es la misma que la parió. El llanto de la niña y los golpes sobre su estómago y espalda y después un aparente intento de ahorcamiento mientras la mujer le quitaba la blusa y la sacudía de arriba abajo buscando que el cuello de la prenda cedía al peso de la cabecita o quizá esperando que la falta de oxígeno provocara otro desenlace.
La segunda víctima es la mujer protagonista de estos hechos y a quien en su habitual ejercicio las redes sociales ya la bautizaron como “La hiena de Guerrero”. ¿Bajó qué circunstancias se encuentra la mujer? ¿Qué la desespera a grado tal de propinar esa golpiza? ¿Qué la hizo salirse así de sus casillas y perder por completo el control de sus emociones? ¿Habrá realmente maldad en su alma? ¿Desde cuándo es qué golpea así a la niña?
Y esto último nos lleva a la tercera víctima de ésta historia en esa habitación. La niña que hizo la grabación, cuya identidad se ha mantenido protegida. ¿Sería la primera vez que atestiguaba una escena así o ya es parte de su cotidianidad? El hecho de haberse dado tiempo de grabar y difundirlo sugiere que no es la primera vez que le toca estar frente a algo así… esta pequeña de ahora 11 años ¿Con qué sentimientos estará creciendo? ¿Guardará coraje por la mujer golpeadora? ¿Qué fue la gota que derramó el vaso que la hizo armarse de valor para grabar y después propiciar que se difundiera?
Pero en general, podemos afirmar que nuestra población es la gran víctima de la violencia familiar.
Sólo observar por ejemplo los datos que difunde el Semáforo Delictivo con datos del mes de abril del año en curso, sólo en 6 de las entidades, el renglón de violencia familiar no está en rojo; en los 26 restantes sí; desafortunadamente Sonora entre estos últimos.
Dieciséis mil 826 casos se reportaron en México durante ese mes; es el delito que más se dispara entre los 11 que mide esta plataforma (www.semaforo.com.mx) le sigue el robo de autos con 15 mil 292. De los casos registrados en territorio nacional, nuestro Estado “aportó” 292 esto significa un 28% de aumento comparado con el año pasado y si algo sirve de consuelo es que quedó 3% por debajo de la media nacional registrada en abril del presente año.
Los casos reflejados por el Semáforo Delictivo, tienen que ver evidentemente con los registros que tienen las autoridades y esos sabemos, no son la totalidad de lo que ocurre.
Probablemente, usted que me lee ahora no ha visto el video y la alusión al tema le lleve a buscarlo. Si decide hacerlo permítame advertirle que las imágenes son fuertes y déjeme también sugerirle que no lo comparta en todo caso que todo esto nos sirva para revisar el tema en nuestro entorno inmediato, empezando por nosotros mismos, revisando nuestras emociones, actitudes y acciones. Quizá estamos a tiempo de por lo menos desde nuestra particular trinchera, evitar ejercer o permitir que las estadísticas se eleven…
Twitter: @SoledadDurazo
