/ jueves 22 de julio de 2021

Lo digo como es | Más empatía y menos apatía

Ponerse en los zapatos de los otros, facilita entender sus procesos y en consecuencia armonizar las relaciones para llegar a un buen entendimiento conveniente para ambas partes.

Me dio pena escuchar ayer las declaraciones del doctor Jorge Alcocer. Me queda claro que la convivencia con el poder o el ejercicio del poder, le ha quitado ese ingrediente tan esencial especialmente en profesiones como la que ostenta y en el cargo desde el que hoy por hoy se desempeña; al doctor Alcocer le falta empatía.

¿Cómo es posible que acuse de exagerado el reclamo por la falta de medicamentos para niños con cáncer? ¿Qué padre, madre, tía, etc puede exagerar cuando demanda lo que su familiar necesita para aliviar el dolor? ¿Por qué les resulta tan difícil a los gobernantes asumir errores? ¿Por qué les parece tan fácil que toda acción por más impulsada que esté por el dolor de un familiar, busque otros fines? Y claro, esto último tampoco hay que descartar del todo, sin duda hay intereses que se mezclan pero no hay que desestimar el tema que mueve la justa demanda de enfermos y sus familiares ni llegar a extremos como la expresión de hace unos meses del doctor López-Gatell, subsecretario de Salud, que refiere una “campaña internacional con una visión casi golpista” detrás de las protestas por la falta de medicamentos contra el cáncer.

¿Por qué no asumen que detrás de este desabasto están políticas que han resultado menos exitosas de lo que se esperaba como la compra de medicamentos a través de la Unops? Porque ayer mismo el propio Alcocer reconocía que lo que el organismo internacional no pudo adquirir en 10 meses a la administración federal le tomó 37 días… lástima que hayan tenido que pasar más de 8 meses con el consecuente desabasto, para darse cuenta que no tenían que ir a buscar fuera lo que se podía conseguir desde acá; ahora habrá que ver si se sigue acudiendo a la Unops o ya cortan relaciones.

En el informe que ofreció ayer el secretario de Salud, destaca que ahora el número de proveedores es mayor de lo que era antes; el dato por sí solo puede considerarse positivo toda vez que antes el 80% se compraba a 10 empresas y hoy entre las 10 que más compras concentran, no llegan al 40% de lo que se adquiere, el pastel está pues más compartido. También se presume el ahorro de más de 7 mil millones de pesos entre lo presupuestado y lo gastado, aunque siguen faltando medicamentos.

Veremos pues cómo se comporta el tema los próximos días, por lo pronto padres y madres de niños con cáncer están convocando a una manifestación este sábado en varios puntos del país. Los apáticos dirán que exageran y que son manipulados; los empáticos intentarán ponerse en sus zapatos… como diría mi querida Claudia Pérez Atamoros: “Más empatía y menos apatía”.

Dicen que los pleitos ni ganados son buenos.

Esto se puede aplicar en cualquier ámbito.

Pero en tratándose de la cosa pública, los actores políticos tienen la responsabilidad de comportarse a la altura de lo que dicta el oficio políticos pero particularmente de lo que convenga a los gobernados.

En este sentido, es de reconocer la cordialidad en la que se está llevando a cabo el proceso entrega-recepción en el Gobierno del Estado.

Tanto la gobernadora Pavlovich como el gobernador electo, Durazo, están actuando con la civilidad política que se requiere.

Mal haría la actual administración, ante un contundente triunfo como el dictado en las urnas el pasado 6 de junio, en poner trabas para un proceso que entre más ordenado y transparente sea, mejor conviene a los intereses de los y las sonorenses.

El tiempo perdido los santos lo lloran y en la administración pública el tiempo perdido lo pagamos todos los gobernados por eso entre más eficiente, e insisto; ordenada y transparente sea la entrega del Gobierno quienes reciben podrán empezar a gobernar con mayor fluidez.

Ponerse en los zapatos de los otros, facilita entender sus procesos y en consecuencia armonizar las relaciones para llegar a un buen entendimiento conveniente para ambas partes.

Me dio pena escuchar ayer las declaraciones del doctor Jorge Alcocer. Me queda claro que la convivencia con el poder o el ejercicio del poder, le ha quitado ese ingrediente tan esencial especialmente en profesiones como la que ostenta y en el cargo desde el que hoy por hoy se desempeña; al doctor Alcocer le falta empatía.

¿Cómo es posible que acuse de exagerado el reclamo por la falta de medicamentos para niños con cáncer? ¿Qué padre, madre, tía, etc puede exagerar cuando demanda lo que su familiar necesita para aliviar el dolor? ¿Por qué les resulta tan difícil a los gobernantes asumir errores? ¿Por qué les parece tan fácil que toda acción por más impulsada que esté por el dolor de un familiar, busque otros fines? Y claro, esto último tampoco hay que descartar del todo, sin duda hay intereses que se mezclan pero no hay que desestimar el tema que mueve la justa demanda de enfermos y sus familiares ni llegar a extremos como la expresión de hace unos meses del doctor López-Gatell, subsecretario de Salud, que refiere una “campaña internacional con una visión casi golpista” detrás de las protestas por la falta de medicamentos contra el cáncer.

¿Por qué no asumen que detrás de este desabasto están políticas que han resultado menos exitosas de lo que se esperaba como la compra de medicamentos a través de la Unops? Porque ayer mismo el propio Alcocer reconocía que lo que el organismo internacional no pudo adquirir en 10 meses a la administración federal le tomó 37 días… lástima que hayan tenido que pasar más de 8 meses con el consecuente desabasto, para darse cuenta que no tenían que ir a buscar fuera lo que se podía conseguir desde acá; ahora habrá que ver si se sigue acudiendo a la Unops o ya cortan relaciones.

En el informe que ofreció ayer el secretario de Salud, destaca que ahora el número de proveedores es mayor de lo que era antes; el dato por sí solo puede considerarse positivo toda vez que antes el 80% se compraba a 10 empresas y hoy entre las 10 que más compras concentran, no llegan al 40% de lo que se adquiere, el pastel está pues más compartido. También se presume el ahorro de más de 7 mil millones de pesos entre lo presupuestado y lo gastado, aunque siguen faltando medicamentos.

Veremos pues cómo se comporta el tema los próximos días, por lo pronto padres y madres de niños con cáncer están convocando a una manifestación este sábado en varios puntos del país. Los apáticos dirán que exageran y que son manipulados; los empáticos intentarán ponerse en sus zapatos… como diría mi querida Claudia Pérez Atamoros: “Más empatía y menos apatía”.

Dicen que los pleitos ni ganados son buenos.

Esto se puede aplicar en cualquier ámbito.

Pero en tratándose de la cosa pública, los actores políticos tienen la responsabilidad de comportarse a la altura de lo que dicta el oficio políticos pero particularmente de lo que convenga a los gobernados.

En este sentido, es de reconocer la cordialidad en la que se está llevando a cabo el proceso entrega-recepción en el Gobierno del Estado.

Tanto la gobernadora Pavlovich como el gobernador electo, Durazo, están actuando con la civilidad política que se requiere.

Mal haría la actual administración, ante un contundente triunfo como el dictado en las urnas el pasado 6 de junio, en poner trabas para un proceso que entre más ordenado y transparente sea, mejor conviene a los intereses de los y las sonorenses.

El tiempo perdido los santos lo lloran y en la administración pública el tiempo perdido lo pagamos todos los gobernados por eso entre más eficiente, e insisto; ordenada y transparente sea la entrega del Gobierno quienes reciben podrán empezar a gobernar con mayor fluidez.