/ jueves 24 de septiembre de 2020

Lo digo como es | Mujeres Covid

Emilia, una de mis alumnas, explicaba ayer que el incumplimiento en tiempo y forma de su tarea, se debía a que su mamá salió de la ciudad por trabajo y ella se quedó a cargo de su hermana pequeña para ayudarle con las complicadas clases que recibe por televisión.

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Ellas son tres mujeres que viven solas y el suyo forma parte de ese 15% de hogares en México cuya cabeza es una mujer.

Andrea trabajaba en un banco, ha debido dejar el empleo en común acuerdo con su esposo, para dedicarse a ayudar en las clases virtuales a sus dos hijos. La abuela ya no puede cuidarlos; su edad la hace particularmente vulnerable a los riesgos del Covid.

El de Andrea es parte de ese 72% de hogares para los que el retorno a las actividades ha representado un dilema entre quedarse a cuidar hijos o incorporarse a la actividad económica.

Ambos casos reflejan una parte de la situación que muchos hogares viven en esta era.

En días recientes el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), presentó un estudio que permiten concluir que en esta crisis las mujeres son las más afectadas, y entre los factores que inciden para ello es que los hombres están regresando más rápido que ellas a incorporarse al mercado laboral; el 53% de las mujeres que trabajan lo hacen en los sectores más afectados por la pandemia, y el tercer factor es que las féminas se encuentran subrepresentadas en los puestos de liderazgo lo cual reduce las posibilidades de que sus necesidades se consideren a la hora de tomar decisiones.

Las mujeres representamos en este país el 53% de la población de 15 años o más pero sólo el 39.6% de la fuerza laboral

México se ubicó en el lugar 124 de 153 en el tema de oportunidades económicas del Índice global de brecha de género 2020 del Foro Económico Mundial.

En el sector privado tanto más elevado el nivel jerárquico, menor la presencia femenina. En cargos de elección popular en cambio, y gracias a una insistente labor de colectivos, es que la paridad se ha logrado para alcanzar ahora niveles que no se tenían.

El IMCO también ha señalado que las propuestas del plan de reactivación económica del gobierno federal, son insuficientes; no se otorgaron incentivos para que las personas pudieran quedarse en casa mientras perdían sus empleos ni se acudió a financiamiento adicional para apoyar a más familias y negocios lo cual se ha traducido en millones de empleos perdidos. Los programas sociales han carecido de un enfoque de género que asuma el efecto desproporcionado que la pandemia tiene sobre las mujeres.

Ante necesidades extraordinarias, el gobierno federal ha presentado soluciones ordinarias, apunta el estudio.

“Generar mejores condiciones laborales para las mujeres puede ser parte de una estrategia para agilizar la recuperación de la economía mexicana. Sin embargo, para que este objetivo se cumpla es necesario diseñar e implementar políticas que eviten la pérdida o el deterioro de empleos femeninos y que, a su vez, protejan la preparación de las próximas generaciones”, sugiere el estudio.

Emilia, una de mis alumnas, explicaba ayer que el incumplimiento en tiempo y forma de su tarea, se debía a que su mamá salió de la ciudad por trabajo y ella se quedó a cargo de su hermana pequeña para ayudarle con las complicadas clases que recibe por televisión.

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Ellas son tres mujeres que viven solas y el suyo forma parte de ese 15% de hogares en México cuya cabeza es una mujer.

Andrea trabajaba en un banco, ha debido dejar el empleo en común acuerdo con su esposo, para dedicarse a ayudar en las clases virtuales a sus dos hijos. La abuela ya no puede cuidarlos; su edad la hace particularmente vulnerable a los riesgos del Covid.

El de Andrea es parte de ese 72% de hogares para los que el retorno a las actividades ha representado un dilema entre quedarse a cuidar hijos o incorporarse a la actividad económica.

Ambos casos reflejan una parte de la situación que muchos hogares viven en esta era.

En días recientes el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), presentó un estudio que permiten concluir que en esta crisis las mujeres son las más afectadas, y entre los factores que inciden para ello es que los hombres están regresando más rápido que ellas a incorporarse al mercado laboral; el 53% de las mujeres que trabajan lo hacen en los sectores más afectados por la pandemia, y el tercer factor es que las féminas se encuentran subrepresentadas en los puestos de liderazgo lo cual reduce las posibilidades de que sus necesidades se consideren a la hora de tomar decisiones.

Las mujeres representamos en este país el 53% de la población de 15 años o más pero sólo el 39.6% de la fuerza laboral

México se ubicó en el lugar 124 de 153 en el tema de oportunidades económicas del Índice global de brecha de género 2020 del Foro Económico Mundial.

En el sector privado tanto más elevado el nivel jerárquico, menor la presencia femenina. En cargos de elección popular en cambio, y gracias a una insistente labor de colectivos, es que la paridad se ha logrado para alcanzar ahora niveles que no se tenían.

El IMCO también ha señalado que las propuestas del plan de reactivación económica del gobierno federal, son insuficientes; no se otorgaron incentivos para que las personas pudieran quedarse en casa mientras perdían sus empleos ni se acudió a financiamiento adicional para apoyar a más familias y negocios lo cual se ha traducido en millones de empleos perdidos. Los programas sociales han carecido de un enfoque de género que asuma el efecto desproporcionado que la pandemia tiene sobre las mujeres.

Ante necesidades extraordinarias, el gobierno federal ha presentado soluciones ordinarias, apunta el estudio.

“Generar mejores condiciones laborales para las mujeres puede ser parte de una estrategia para agilizar la recuperación de la economía mexicana. Sin embargo, para que este objetivo se cumpla es necesario diseñar e implementar políticas que eviten la pérdida o el deterioro de empleos femeninos y que, a su vez, protejan la preparación de las próximas generaciones”, sugiere el estudio.