/ sábado 26 de octubre de 2019

Lo digo como es | Presea en custodia

Mantener en la memoria colectiva el reclamo por los acontecimientos del 68, transitar estos años en la lucha desde la izquierda, alzar la voz en los espacios posibles, ocupar escaños y curules en las cámaras, provocar la participación ciudadana, hacer que su voz se escuche más que antes, es un proceso que ha vivido la sociedad mexicana.

Proceso que no se explica sin figuras tan emblemáticas como la de la señora Rosario Ibarra de Piedra.

Que doña Rosario recibiera este año la medalla Belisario Domínguez, es sin duda un acto de justicia.

El máximo galardón que otorga el Senado de la República en nuestro país, lo hace en memoria del senador Belisario Domínguez en reconocimiento a la férrea oposición que tuvo contra el usurpador Victoriano Huerta; oposición que le costó la vida al chiapaneco. Fue en 1953 cuando el presidente Adolfo Ruíz Cortines expidió el decreto correspondiente que establece:

“Se crea la Medalla de Honor Belisario Domínguez del Senado de la República, para premiar a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad.”

Doña Rosario encabezó al grupo de madres que buscaban a sus hijos desaparecidos tras el 68. Ha sido una mujer que se ha mantenido fiel a sus convicciones y no ha claudicado en sus demandas.

Su avanzada edad y deteriorado estado de salud le impidieron estar presente en la ceremonia para recibir el galardón. Pero lúcida escribió el mensaje que leyera una de sus hijas.

En dicho texto (que aquí de manera íntegra: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/amlo-querido-amigo-mensaje-integro-de-rosario-ibarra-de-piedra) hace el recorrido por su lucha y el de tantas otras madres y padres que “Tuvieron que pasar por el martirio de recoger los cuerpos destrozados por la tortura o metralla de otros de sus hijos”.

La señora Ibarra de Piedra pone en boca de su nieto el reclamo a la 4T cuando refiere el diálogo que habría sostenido con éste y las palabras del joven que en el contexto de su mensaje se interpreta que las hace suyas: “... Más de un año de este gobierno que creyeron firmemente que sería el añorado y con el cual no habría ningún obstáculo que salvar o acuerdo que negociar como antaño, y no ha sido así...”

Cuánto mensaje, cuánto simbolismo en la actitud de doña Rosario. No se lleva la presea; la deja en custodia de su querido y respetado amigo —así se refiere al Presidente de la República— para pedirle: No permitas que la violencia y la perversidad de los gobiernos anteriores, siga acechando y actuando desde las tinieblas de la impunidad y la ignominia; no quiero que mi lucha quede inconclusa... Es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares y con la certeza de que la justicia anhelada por fin los ha cubierto con su velo protector... Mientras la vida me lo permita, seguiré en mi empeño por encontrarlo...

Son mujeres como Rosario Ibarra de Piedra y muchas que han mantenido su lucha y su incansable búsqueda, quienes han puesto los cimientos para movimientos como el que ahora conocemos como las Guerreras Buscadoras; antes buscaban en cárceles clandestinas ahora escarban la tierra... siempre en la lucha por mantener la esperanza y denunciar la injusticia; siempre movidas por el amor.

Www.SoledadDurazo

@SoledadDurazo

SoledadDurazo

Mantener en la memoria colectiva el reclamo por los acontecimientos del 68, transitar estos años en la lucha desde la izquierda, alzar la voz en los espacios posibles, ocupar escaños y curules en las cámaras, provocar la participación ciudadana, hacer que su voz se escuche más que antes, es un proceso que ha vivido la sociedad mexicana.

Proceso que no se explica sin figuras tan emblemáticas como la de la señora Rosario Ibarra de Piedra.

Que doña Rosario recibiera este año la medalla Belisario Domínguez, es sin duda un acto de justicia.

El máximo galardón que otorga el Senado de la República en nuestro país, lo hace en memoria del senador Belisario Domínguez en reconocimiento a la férrea oposición que tuvo contra el usurpador Victoriano Huerta; oposición que le costó la vida al chiapaneco. Fue en 1953 cuando el presidente Adolfo Ruíz Cortines expidió el decreto correspondiente que establece:

“Se crea la Medalla de Honor Belisario Domínguez del Senado de la República, para premiar a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad.”

Doña Rosario encabezó al grupo de madres que buscaban a sus hijos desaparecidos tras el 68. Ha sido una mujer que se ha mantenido fiel a sus convicciones y no ha claudicado en sus demandas.

Su avanzada edad y deteriorado estado de salud le impidieron estar presente en la ceremonia para recibir el galardón. Pero lúcida escribió el mensaje que leyera una de sus hijas.

En dicho texto (que aquí de manera íntegra: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/amlo-querido-amigo-mensaje-integro-de-rosario-ibarra-de-piedra) hace el recorrido por su lucha y el de tantas otras madres y padres que “Tuvieron que pasar por el martirio de recoger los cuerpos destrozados por la tortura o metralla de otros de sus hijos”.

La señora Ibarra de Piedra pone en boca de su nieto el reclamo a la 4T cuando refiere el diálogo que habría sostenido con éste y las palabras del joven que en el contexto de su mensaje se interpreta que las hace suyas: “... Más de un año de este gobierno que creyeron firmemente que sería el añorado y con el cual no habría ningún obstáculo que salvar o acuerdo que negociar como antaño, y no ha sido así...”

Cuánto mensaje, cuánto simbolismo en la actitud de doña Rosario. No se lleva la presea; la deja en custodia de su querido y respetado amigo —así se refiere al Presidente de la República— para pedirle: No permitas que la violencia y la perversidad de los gobiernos anteriores, siga acechando y actuando desde las tinieblas de la impunidad y la ignominia; no quiero que mi lucha quede inconclusa... Es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares y con la certeza de que la justicia anhelada por fin los ha cubierto con su velo protector... Mientras la vida me lo permita, seguiré en mi empeño por encontrarlo...

Son mujeres como Rosario Ibarra de Piedra y muchas que han mantenido su lucha y su incansable búsqueda, quienes han puesto los cimientos para movimientos como el que ahora conocemos como las Guerreras Buscadoras; antes buscaban en cárceles clandestinas ahora escarban la tierra... siempre en la lucha por mantener la esperanza y denunciar la injusticia; siempre movidas por el amor.

Www.SoledadDurazo

@SoledadDurazo

SoledadDurazo