Resulta hasta cierto punto lógico o natural que ante la llegada de una nueva administración gubernamental, del nivel municipal, estatal y ya no se diga nacional, se busque cambiar el rostro y resolver los problemas no sólo detectados sino también a los que cuya solución fue expresada como sentida promesa de campaña.
Una de las enseñanzas que cada arranque de administración deja, es que muchas veces los deseos son aplacados por la realidad. Las promesas son incumplidas por la fragilidad con la que fue concebida la solución al problema que se prometió resolver y también porque desde la parte gubernamental deben respetarse, observarse y aplicarse, los tiempos y los procedimientos que marca la reglamentación propia de la administración pública.
Las leyes y reglamentos para la ejecución de las mismas, han sido acordados para procurar dar orden al ejercicio de gobierno y en ese orden debe estar considerada la imprescindible transparencia que cada vez es más exigida por la sociedad pero también contemplada en los procesos para la ejecución de las obras y la aplicación de los recursos públicos.
A todas las administraciones y principalmente en sus primeros meses, se les queman las habas para dar celeridad a los nuevos esquemas que pretende implementar porque considera que esa es la mejor manera para dar respuestas prontas y satisfactorias. Pero lo que no debe olvidar ninguna administración del nivel que sea es que los procedimientos, reglamentos y leyes deben respetarse y si consideran que los mismos lejos de servir, estorban, pues que los cambien, pero no deben dejar de observarlos, mientras estén vigentes.
Las cosas siguen avanzando en camino a la solución definitiva en el caso del convenio entre la Universidad de Sonora y el Isssteson. Una expresión tangible de lo anterior es que el contenido en el primer acuerdo logrado por ambas instituciones responde por lo menos la base de las expectativas de la comunidad universitaria, es la cancelación de la marcha de protesta que estaba programada para hoy. Por el lado de la Unison el rector Enrique Velasquez Contreras y por el del Gobierno del Estado Miguel Pompa y Pedro Ángel Contreras, han sacado la tarea en esta parte del proceso.
Se nota muy en su hábitat el secretario de Desarrollo Social, Manuel Puebla en su trabajo de tierra por las diversas comunidades y municipios del Estado. Habrá que reconocer que no le costó trabajo cambiarse el traje por los vaqueros, ni los choclos por las botas y sombrero de paso... por lo que se ofrezca...
