/ domingo 29 de marzo de 2020

Lo digo como es | Ya no podemos estirar más la cobija; hay que encoger el cuerpo

La expresión que da título a esta columna, trasciende, fue pronunciada por el secretario de Hacienda del estado de Sonora, Raúl Navarro Gallegos, en reunión de gabinete en la que se analizaba el reto que tiene el Gobierno del Estado ante la circunstancia que experimenta la humanidad en su conjunto. La preocupación no deja a nadie sentido.

Sin duda la salud es lo más importante y expresiones como la de “Salud, dinero y amor” para otorgar el orden a las prioridades cobra particular dimensión en circunstancias así.

Hemos escuchado ya de las autoridades de Salud, principalmente, las recomendaciones que nos hacen para mantener nuestra salud y no ser parte de las estadísticas.

Las recomendaciones se asumen en la medida que la voluntad o las posibilidades lo permiten. Conciliar estos puntos es todo un reto personal y familiar.

Y es que no podemos ignorar que por más convencida que pueda estar una persona de la pertinencia de las medidas de aislamiento social por ejemplo, sus circunstancias particulares no lo permiten por su tipo de trabajo o su necesidad de ingreso. Porque quedarse en casa para much@s significa no tener para comer.

Por eso, para quienes las circunstancias les favorecen y la naturaleza de su trabajo y las condiciones de su fuente de ingreso le permiten, debe atender la recomendación de quedarse en casa.

La circunstancia nos está demandando reacomodos en todos los sentidos y la analogía que plantea el contador Navarro, tendremos que aplicarla en lo personal, a nivel familiar, social, empresarial y gubernamental. Sin perder de vista por supuesto, que las crisis así como sacan la parte creativa y solidaria, también exhiben lo más ruin del ser humano.

Por eso estamos viendo por ejemplo precios inflados en muchos productos y saqueos que empiezan a darse en algunos sitios que han sido asaltados para robar no crea usted que artículos de primera necesidad sino otras cosas que están a años luz de la canasta básica. Y es en estos casos donde debe entrar la autoridad. La Profeco debe mostrar que existe; la seguridad pública debe hacer sentir su eficacia...sí; como si no tuviera tantos frentes abiertos...pues sí, ahora otro más.

En todo este contexto de agobio, temor e incertidumbre, resulta una excelente noticia el saber dado de alta al primer paciente que en Sonora resultó positivo al Covid-19. Sigue en su casa en aislamiento y monitoreo domiciliario. El personal del Hospital General del Estado y en general todo personal sanitario merece nuestro reconocimiento, apoyo y estímulo. Por cierto, no desoigamos las recomendaciones que nos hace el director de Servicios Públicos Municipales en Hermosillo, el ingeniero Norberto Barraza, para cuidar mucho a los señores recolectores, facilitándoles su trabajo y protegiendo su salud. No olvidemos rociar las bolsas y contenedores con una solución de cloro y agua.

La expresión que da título a esta columna, trasciende, fue pronunciada por el secretario de Hacienda del estado de Sonora, Raúl Navarro Gallegos, en reunión de gabinete en la que se analizaba el reto que tiene el Gobierno del Estado ante la circunstancia que experimenta la humanidad en su conjunto. La preocupación no deja a nadie sentido.

Sin duda la salud es lo más importante y expresiones como la de “Salud, dinero y amor” para otorgar el orden a las prioridades cobra particular dimensión en circunstancias así.

Hemos escuchado ya de las autoridades de Salud, principalmente, las recomendaciones que nos hacen para mantener nuestra salud y no ser parte de las estadísticas.

Las recomendaciones se asumen en la medida que la voluntad o las posibilidades lo permiten. Conciliar estos puntos es todo un reto personal y familiar.

Y es que no podemos ignorar que por más convencida que pueda estar una persona de la pertinencia de las medidas de aislamiento social por ejemplo, sus circunstancias particulares no lo permiten por su tipo de trabajo o su necesidad de ingreso. Porque quedarse en casa para much@s significa no tener para comer.

Por eso, para quienes las circunstancias les favorecen y la naturaleza de su trabajo y las condiciones de su fuente de ingreso le permiten, debe atender la recomendación de quedarse en casa.

La circunstancia nos está demandando reacomodos en todos los sentidos y la analogía que plantea el contador Navarro, tendremos que aplicarla en lo personal, a nivel familiar, social, empresarial y gubernamental. Sin perder de vista por supuesto, que las crisis así como sacan la parte creativa y solidaria, también exhiben lo más ruin del ser humano.

Por eso estamos viendo por ejemplo precios inflados en muchos productos y saqueos que empiezan a darse en algunos sitios que han sido asaltados para robar no crea usted que artículos de primera necesidad sino otras cosas que están a años luz de la canasta básica. Y es en estos casos donde debe entrar la autoridad. La Profeco debe mostrar que existe; la seguridad pública debe hacer sentir su eficacia...sí; como si no tuviera tantos frentes abiertos...pues sí, ahora otro más.

En todo este contexto de agobio, temor e incertidumbre, resulta una excelente noticia el saber dado de alta al primer paciente que en Sonora resultó positivo al Covid-19. Sigue en su casa en aislamiento y monitoreo domiciliario. El personal del Hospital General del Estado y en general todo personal sanitario merece nuestro reconocimiento, apoyo y estímulo. Por cierto, no desoigamos las recomendaciones que nos hace el director de Servicios Públicos Municipales en Hermosillo, el ingeniero Norberto Barraza, para cuidar mucho a los señores recolectores, facilitándoles su trabajo y protegiendo su salud. No olvidemos rociar las bolsas y contenedores con una solución de cloro y agua.