/ martes 27 de agosto de 2024

Salud y Bienestar / Back to the future

Pocas veces uno se apasiona tanto como con la lectura. Y es que la lectura más que aumentar el acervo cultural, es aprendizaje constante, entretenimiento y por qué no, hasta un tiempo de relax. Recientemente leyendo una revista médica me encontré con un interesantísimo artículo, en donde me llamó la atención el título por los que fuimos hechos con base en la cultura pop; “Back to the future”.

Una publicación en la revista European Journal of Internal Medicine, de Julio 2024, habla de la medicina interna en el siglo 21 tomando en cuenta varios puntos y situaciones. El primero de ellos menciona algo inequívoco: Los tiempos están cambiando. Definitivamente los nuevos tiempos tecnológicos y económicos marcan el rumbo no solo de la medicina interna sino de la vida misma, el comportamiento demográfico y el envejecimiento de la población así como los hábitos poco saludables tan normalizados hoy en día que pensamos que comer una ensalada es estar “a dieta”; todo ello propicia a que las enfermedades no transmisibles tengan un alza considerable ya de por si costosísimas y complejas, como las enfermedades cardiovasculares, pulmonares, metabólicas y las relacionadas a la obesidad.

Una especialidad “generalista” en donde actualmente convive con muchas subespecialidades ya que se ha fragmentado, complican aún más la atención al paciente en donde es tratado por muchos médicos pero olvidan la visión holística como un todo que precisamente ve una especialidad como la medicina interna con un propósito de: La medicina centrada en el paciente. Actualmente los pacientes con múltiples enfermedades a veces buscan muchos subespecialistas, que frecuentemente conlleva a un exceso de consultas, hospitalizaciones innecesarias y altos costos.

La estructura del hospital del futuro debe adaptarse al nuevo paradigma sanitario de los pacientes mayores con morbimortalidad. Esto requerirá una redistribución de los recursos hospitalarios, redimensionar los grandes hospitales de alta tecnología y redistribuir la atención a hospitales de cuidados intermedios así como instalaciones de larga estancia y servicios de atención domiciliaria.

Los hospitales del futuro deben estar completamente integrados en toda la red asistencial (domicilio, instalaciones de larga estancia, atención primaria) para asegurar la continuidad de la atención.

El conocimiento médico crece exponencialmente, 40% de este será obsoleto en los siguientes 5 años. Este fenómeno está dando pie a "híper-especialistas", sin embargo, no hay que olvidar la integración de un "todo" en la práctica, más que una competencia, la medicina interna, debería hacer simbiosis con las diferentes subespecialidades.

En muchos países es de índole hospitalaria sin embargo en otros también se desarrollan en primer nivel de atención. Un análisis FODA (Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas) de la medicina interna menciona que las fortalezas incluyen su visión holística y la versatilidad, que hace que los internistas puedan liderar la atención de pacientes mayores con múltiples afecciones crónicas.

En cuanto a las oportunidades, pueden ayudar a garantizar la sostenibilidad financiera de los sistemas de atención médica al evitar la fragmentación de la atención y las prácticas médicas de bajo valor. La principal debilidad de la medicina interna es la falta de una identidad común.

En la actualidad, existe una gran variabilidad en todo el mundo en los programas de residencia, las competencias profesionales y el acceso a las subespecialidades. No menos importante, la medicina interna tiene poca visibilidad y prestigio entre los ciudadanos y las partes interesadas.

Esta es una de las amenazas para la medicina interna, ya que estos múltiples factores (bajo prestigio, bajos salarios, alta carga de trabajo, agotamiento, alta demanda de educación médica continua) pueden ser la base de la pérdida progresiva de profesionales hacia las subespecialidades.

Además, otra amenaza es que muchos países permiten que los médicos se capaciten en una subespecialidad sin una certificación previa en medicina interna, lo que podría llevar a graves consecuencias en el manejo integral del paciente. Un interesante artículo que llega al futuro recordando las bases de sus inicios.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora

Pocas veces uno se apasiona tanto como con la lectura. Y es que la lectura más que aumentar el acervo cultural, es aprendizaje constante, entretenimiento y por qué no, hasta un tiempo de relax. Recientemente leyendo una revista médica me encontré con un interesantísimo artículo, en donde me llamó la atención el título por los que fuimos hechos con base en la cultura pop; “Back to the future”.

Una publicación en la revista European Journal of Internal Medicine, de Julio 2024, habla de la medicina interna en el siglo 21 tomando en cuenta varios puntos y situaciones. El primero de ellos menciona algo inequívoco: Los tiempos están cambiando. Definitivamente los nuevos tiempos tecnológicos y económicos marcan el rumbo no solo de la medicina interna sino de la vida misma, el comportamiento demográfico y el envejecimiento de la población así como los hábitos poco saludables tan normalizados hoy en día que pensamos que comer una ensalada es estar “a dieta”; todo ello propicia a que las enfermedades no transmisibles tengan un alza considerable ya de por si costosísimas y complejas, como las enfermedades cardiovasculares, pulmonares, metabólicas y las relacionadas a la obesidad.

Una especialidad “generalista” en donde actualmente convive con muchas subespecialidades ya que se ha fragmentado, complican aún más la atención al paciente en donde es tratado por muchos médicos pero olvidan la visión holística como un todo que precisamente ve una especialidad como la medicina interna con un propósito de: La medicina centrada en el paciente. Actualmente los pacientes con múltiples enfermedades a veces buscan muchos subespecialistas, que frecuentemente conlleva a un exceso de consultas, hospitalizaciones innecesarias y altos costos.

La estructura del hospital del futuro debe adaptarse al nuevo paradigma sanitario de los pacientes mayores con morbimortalidad. Esto requerirá una redistribución de los recursos hospitalarios, redimensionar los grandes hospitales de alta tecnología y redistribuir la atención a hospitales de cuidados intermedios así como instalaciones de larga estancia y servicios de atención domiciliaria.

Los hospitales del futuro deben estar completamente integrados en toda la red asistencial (domicilio, instalaciones de larga estancia, atención primaria) para asegurar la continuidad de la atención.

El conocimiento médico crece exponencialmente, 40% de este será obsoleto en los siguientes 5 años. Este fenómeno está dando pie a "híper-especialistas", sin embargo, no hay que olvidar la integración de un "todo" en la práctica, más que una competencia, la medicina interna, debería hacer simbiosis con las diferentes subespecialidades.

En muchos países es de índole hospitalaria sin embargo en otros también se desarrollan en primer nivel de atención. Un análisis FODA (Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas) de la medicina interna menciona que las fortalezas incluyen su visión holística y la versatilidad, que hace que los internistas puedan liderar la atención de pacientes mayores con múltiples afecciones crónicas.

En cuanto a las oportunidades, pueden ayudar a garantizar la sostenibilidad financiera de los sistemas de atención médica al evitar la fragmentación de la atención y las prácticas médicas de bajo valor. La principal debilidad de la medicina interna es la falta de una identidad común.

En la actualidad, existe una gran variabilidad en todo el mundo en los programas de residencia, las competencias profesionales y el acceso a las subespecialidades. No menos importante, la medicina interna tiene poca visibilidad y prestigio entre los ciudadanos y las partes interesadas.

Esta es una de las amenazas para la medicina interna, ya que estos múltiples factores (bajo prestigio, bajos salarios, alta carga de trabajo, agotamiento, alta demanda de educación médica continua) pueden ser la base de la pérdida progresiva de profesionales hacia las subespecialidades.

Además, otra amenaza es que muchos países permiten que los médicos se capaciten en una subespecialidad sin una certificación previa en medicina interna, lo que podría llevar a graves consecuencias en el manejo integral del paciente. Un interesante artículo que llega al futuro recordando las bases de sus inicios.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora