/ martes 21 de junio de 2022

Salud y bienestar | Dengue y cambio climático

En el año 2012 el dengue se catalogó como la patología viral transmitida por mosquitos más importante en el mundo, siendo la de mayor prevalencia en los últimos 50 años. Y desde entonces aquí en Sonora, es una enfermedad muy temida después del Covid.

Desde el punto de vista endémico, México se encuentra en el cuarto lugar. Los brotes de esta enfermedad significan una gran carga para las poblaciones, los sistemas de salud y economías en la mayoría de los países tropicales del mundo.

Existe una correlación entre aspectos biológicos, sociales, económicos, demográficos y ambientales que influyen en el riesgo de infección. El factor climático, incluyendo la temperatura condiciona de manera directa la reproducción y vitalidad del vector.

El término cambio climático se refiere a toda variación del clima (del valor medio o sus propiedades) a lo largo del tiempo (decenios o períodos más largos). El cambio climático también obedece tanto a causas naturales, tales como modulaciones de los ciclos solares, erupciones volcánicas, como a la actividad humana, que alteran la composición de la atmósfera global y se suman a la variabilidad natural del clima.

El calentamiento global obedece principalmente a la producción de gases de efecto invernadero, derivado principalmente por el uso de combustibles fósiles para las actividades humanas, cambios en el uso de suelo y deforestación. En caso de que las concentraciones de estos gases no disminuyan, en el 2050 la temperatura media global puede ascender desde 1.1 a 6.4°C provocando severas consecuencias. El deterioro de los ecosistemas, actúa como causa y consecuencia directa e indirecta en la salud. Los componentes mediados por el ecosistema son las enfermedades transmitidas por vectores, infecciones transmitidas por agua y alimentos y calidad del aire, estos fenómenos están relacionados con la permanencia de la epidemia del dengue y el incremento de casos hemorrágicos graves.

Con respecto al análisis de vulnerabilidad en el país, presentado en la Estrategia Nacional de Cambio climático (Enacc) 2013 visión 10-20-40, se definieron como municipios de alto riesgo de desastre aquellos con alta vulnerabilidad y alto riesgo de ocurrencia de eventos climáticos, lo cual representa un 56.3% de los 2,456 municipios del país, que afectaría a 27 millones de habitantes.

Por otra parte, el sector agrícola también podría afectarse, destruyéndose grandes áreas de cultivo, especialmente cultivos de temporal, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria del país. La temperatura óptima de transmisión del dengue es aproximadamente 29°C, ya que la temperatura ambiental influye en el ciclo biológico del mosquito, si dicha temperatura promedio se aleja de esta temperatura óptima, incrementa la capacidad reproductiva y vectorial. En cuanto a la esperanza de vida del mosquito, es variable, con temperaturas mayores a 31°C se acelera su envejecimiento y mortalidad, mientras que con temperaturas menores de 21°C es infeccioso por más tiempo, debido a que el desarrollo y duración de vida son más largos.

A principios de este mes se lanzó una alerta epidemiológica por los casos de dengue en el municipio de Álamos, se mencionaba como un “brote explosivo” de fiebre por dengue con un alto riesgo de dispersión a otras localidades y se atribuía a la falta de agua potable y que los residentes debían tener agua en contenedores, facilitando la replicación y transmisión del mosquito como vector de la enfermedad.

Es necesario desarrollar mayores líneas de acción por parte del Sector Salud para afrontar el efecto del cambio climático en la salud, creando nuevas estrategias de adaptación, políticas y medidas preventivas, en los diferentes niveles de atención, a su vez reevaluar los programas nacionales existentes y establecer la reorientación de los mismos.

En el año 2012 el dengue se catalogó como la patología viral transmitida por mosquitos más importante en el mundo, siendo la de mayor prevalencia en los últimos 50 años. Y desde entonces aquí en Sonora, es una enfermedad muy temida después del Covid.

Desde el punto de vista endémico, México se encuentra en el cuarto lugar. Los brotes de esta enfermedad significan una gran carga para las poblaciones, los sistemas de salud y economías en la mayoría de los países tropicales del mundo.

Existe una correlación entre aspectos biológicos, sociales, económicos, demográficos y ambientales que influyen en el riesgo de infección. El factor climático, incluyendo la temperatura condiciona de manera directa la reproducción y vitalidad del vector.

El término cambio climático se refiere a toda variación del clima (del valor medio o sus propiedades) a lo largo del tiempo (decenios o períodos más largos). El cambio climático también obedece tanto a causas naturales, tales como modulaciones de los ciclos solares, erupciones volcánicas, como a la actividad humana, que alteran la composición de la atmósfera global y se suman a la variabilidad natural del clima.

El calentamiento global obedece principalmente a la producción de gases de efecto invernadero, derivado principalmente por el uso de combustibles fósiles para las actividades humanas, cambios en el uso de suelo y deforestación. En caso de que las concentraciones de estos gases no disminuyan, en el 2050 la temperatura media global puede ascender desde 1.1 a 6.4°C provocando severas consecuencias. El deterioro de los ecosistemas, actúa como causa y consecuencia directa e indirecta en la salud. Los componentes mediados por el ecosistema son las enfermedades transmitidas por vectores, infecciones transmitidas por agua y alimentos y calidad del aire, estos fenómenos están relacionados con la permanencia de la epidemia del dengue y el incremento de casos hemorrágicos graves.

Con respecto al análisis de vulnerabilidad en el país, presentado en la Estrategia Nacional de Cambio climático (Enacc) 2013 visión 10-20-40, se definieron como municipios de alto riesgo de desastre aquellos con alta vulnerabilidad y alto riesgo de ocurrencia de eventos climáticos, lo cual representa un 56.3% de los 2,456 municipios del país, que afectaría a 27 millones de habitantes.

Por otra parte, el sector agrícola también podría afectarse, destruyéndose grandes áreas de cultivo, especialmente cultivos de temporal, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria del país. La temperatura óptima de transmisión del dengue es aproximadamente 29°C, ya que la temperatura ambiental influye en el ciclo biológico del mosquito, si dicha temperatura promedio se aleja de esta temperatura óptima, incrementa la capacidad reproductiva y vectorial. En cuanto a la esperanza de vida del mosquito, es variable, con temperaturas mayores a 31°C se acelera su envejecimiento y mortalidad, mientras que con temperaturas menores de 21°C es infeccioso por más tiempo, debido a que el desarrollo y duración de vida son más largos.

A principios de este mes se lanzó una alerta epidemiológica por los casos de dengue en el municipio de Álamos, se mencionaba como un “brote explosivo” de fiebre por dengue con un alto riesgo de dispersión a otras localidades y se atribuía a la falta de agua potable y que los residentes debían tener agua en contenedores, facilitando la replicación y transmisión del mosquito como vector de la enfermedad.

Es necesario desarrollar mayores líneas de acción por parte del Sector Salud para afrontar el efecto del cambio climático en la salud, creando nuevas estrategias de adaptación, políticas y medidas preventivas, en los diferentes niveles de atención, a su vez reevaluar los programas nacionales existentes y establecer la reorientación de los mismos.