/ martes 19 de abril de 2022

Salud y bienestar | Desaparecen los hospitales psiquiátricos

La atención psiquiátrica en México ha pasado de la creación y operación de servicios, por la instalación y el desarrollo de su normatividad y asesoría, hasta la coordinación, sin que durante este trayecto haya podido operar programas y acciones de alcance nacional. A pesar de los esfuerzos que se han hecho en este campo, las actividades de vigilancia epidemiológica y atención primaria a la salud mental están rezagadas si se les compara con los que se han hecho para desarrollar otros programas prioritarios de salud. ¿Está descuidado este tema?

La psiquiatría es una especialidad médica a la que se atribuye la responsabilidad de atender los trastornos mentales, en tanto que el término “salud mental” tiene un espectro mucho más amplio, y se refiere a una condición peculiar de bienestar y desarrollo de las potencialidades individuales y colectivas ¿Qué haríamos sin los hospitales psiquiátricos? Bueno pues estamos a punto de saberlo.

Los servicios especializados en psiquiatría de México presentan un panorama heterogéneo en el que habría que distinguir los servicios públicos de los privados. Entre estos últimos predominan notablemente la consulta de los psiquiatras, que se concentra en las grandes ciudades, como la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, otras capitales y las principales ciudades de los estados, por lo que las ciudades medianas y pequeñas no cuentan con muchos psiquiatras pero sí con muchos pacientes.

El número de hospitales psiquiátricos privados es muy reducido, y sólo los hay en algunas ciudades del país. Últimamente ha aumentado el número de clínicas dedicadas exclusivamente al tratamiento de los adictos a las drogas y al juego. Únicamente el IMSS tiene servicios de hospitalización en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. En el resto del país la hospitalización psiquiátrica es privada o está a cargo de la Secretaría de Salud.

Los servicios psiquiátricos operados por la Secretaría de Salud o por los gobiernos estatales, que desde antes de la descentralización ya operaban sus propios establecimientos, se distribuyen a la inversa, predominando los hospitales psiquiátricos sobre los servicios exclusivamente de atención externa, aunque cubren, desde luego, el servicio de consulta. La creación de estos hospitales psiquiátricos buscaba responder a necesidades diferentes de las actuales, y se basaba en lineamientos técnicos, se limitó el recurso a los mismos y fueron deteriorándose poco a poco por falta de atención de las administraciones en turno.

La atención psiquiátrica consiste en un conjunto de principios científicos, métodos, tendencias y recursos para contender con las llamadas enfermedades mentales, aceptadas como tales por la Organización Mundial de la Salud.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, América Latina, al igual que el resto del mundo, se enfrenta a una pandemia de trastornos psiquiátricos, según lo señalado por las encuestas comunitarias llevadas a cabo en varios países de la región.

El pasado 05 de abril, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó una reforma que modifica la atención de enfermedades mentales en el País, que implica la desaparición de los hospitales especializados en psiquiatría y su conversión a hospitales generales. Las reformas a la Ley General de Salud señalan que deberá haber atención primaria y ambulatoria para atender la salud mental y las adicciones, y que el internamiento será el último recurso y por breve tiempo.

En subsecuentes artículos, se indica que la Secretaría de Salud, de acuerdo con el enfoque de derechos humanos, deberá hacer explícitas las intervenciones prioritarias de salud mental y adicciones que permitan garantizar el acceso a las acciones de prevención y atención en la materia ¿Por qué desaparecerlos con tanto paciente, justificando un “ahorro”? Veremos.


La atención psiquiátrica en México ha pasado de la creación y operación de servicios, por la instalación y el desarrollo de su normatividad y asesoría, hasta la coordinación, sin que durante este trayecto haya podido operar programas y acciones de alcance nacional. A pesar de los esfuerzos que se han hecho en este campo, las actividades de vigilancia epidemiológica y atención primaria a la salud mental están rezagadas si se les compara con los que se han hecho para desarrollar otros programas prioritarios de salud. ¿Está descuidado este tema?

La psiquiatría es una especialidad médica a la que se atribuye la responsabilidad de atender los trastornos mentales, en tanto que el término “salud mental” tiene un espectro mucho más amplio, y se refiere a una condición peculiar de bienestar y desarrollo de las potencialidades individuales y colectivas ¿Qué haríamos sin los hospitales psiquiátricos? Bueno pues estamos a punto de saberlo.

Los servicios especializados en psiquiatría de México presentan un panorama heterogéneo en el que habría que distinguir los servicios públicos de los privados. Entre estos últimos predominan notablemente la consulta de los psiquiatras, que se concentra en las grandes ciudades, como la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, otras capitales y las principales ciudades de los estados, por lo que las ciudades medianas y pequeñas no cuentan con muchos psiquiatras pero sí con muchos pacientes.

El número de hospitales psiquiátricos privados es muy reducido, y sólo los hay en algunas ciudades del país. Últimamente ha aumentado el número de clínicas dedicadas exclusivamente al tratamiento de los adictos a las drogas y al juego. Únicamente el IMSS tiene servicios de hospitalización en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. En el resto del país la hospitalización psiquiátrica es privada o está a cargo de la Secretaría de Salud.

Los servicios psiquiátricos operados por la Secretaría de Salud o por los gobiernos estatales, que desde antes de la descentralización ya operaban sus propios establecimientos, se distribuyen a la inversa, predominando los hospitales psiquiátricos sobre los servicios exclusivamente de atención externa, aunque cubren, desde luego, el servicio de consulta. La creación de estos hospitales psiquiátricos buscaba responder a necesidades diferentes de las actuales, y se basaba en lineamientos técnicos, se limitó el recurso a los mismos y fueron deteriorándose poco a poco por falta de atención de las administraciones en turno.

La atención psiquiátrica consiste en un conjunto de principios científicos, métodos, tendencias y recursos para contender con las llamadas enfermedades mentales, aceptadas como tales por la Organización Mundial de la Salud.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, América Latina, al igual que el resto del mundo, se enfrenta a una pandemia de trastornos psiquiátricos, según lo señalado por las encuestas comunitarias llevadas a cabo en varios países de la región.

El pasado 05 de abril, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó una reforma que modifica la atención de enfermedades mentales en el País, que implica la desaparición de los hospitales especializados en psiquiatría y su conversión a hospitales generales. Las reformas a la Ley General de Salud señalan que deberá haber atención primaria y ambulatoria para atender la salud mental y las adicciones, y que el internamiento será el último recurso y por breve tiempo.

En subsecuentes artículos, se indica que la Secretaría de Salud, de acuerdo con el enfoque de derechos humanos, deberá hacer explícitas las intervenciones prioritarias de salud mental y adicciones que permitan garantizar el acceso a las acciones de prevención y atención en la materia ¿Por qué desaparecerlos con tanto paciente, justificando un “ahorro”? Veremos.