/ martes 22 de septiembre de 2020

Salud y bienestar | El envejecimiento saludable

El envejecimiento de la población representa un gran reto para la sociedad, ya que tiene profundas consecuencias en la vida individual y comunitaria y repercusiones en las diversas esferas de la existencia humana, incluidos los ámbitos social, económico, político, cultural y sanitario.

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Actualmente la gran mayoría del adulto mayor de 60 años cuenta con enfermedades como diabetes mellitus e hipertensión arterial, los hábitos de juventud cuestan caro para el futuro por lo que nuestras costumbres culturales no siempre nos favorecen. El sedentarismo, el tabaquismo/alcoholismo, la dieta rica en grasa o carbohidratos; factores que modifican las funciones corporales y no precisamente para bien.

Aunque también se debe reconocer que más del 70% de las personas mayores de 60 años son totalmente independientes y pueden participar en programas de envejecimiento activo y saludable a nivel comunitario, por lo que potencialmente este grupo poblacional representa un capital social y, por lo tanto, podría constituir un bono demográfico para el desarrollo económico y social de la población adulta mayor y la sociedad en general.

Por otro lado, la vejez es un concepto relativo a una etapa del ciclo vital humano, cuyo inicio, desarrollo, limitaciones y oportunidades son determinados por los grupos sociales. Al respecto, cada sociedad establece la edad de inicio de la vejez y ésta ha cambiado a lo largo del tiempo; de ahí́ que en los inicios del siglo pasado se consideraba como viejas a las personas mayores de 40 años, imagínese nomás.

En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas estableció́ como punto de corte para la edad de inicio de la vejez: 65 años para los países desarrollados y 60 años para los países en desarrollo, ¡ojo! No quiere decir que estén “viejos”, sino que es el inicio de la vejez, es decir: los 50 son los nuevos 40, ¿por qué no?

El envejecimiento saludable es uno de los objetivos prioritarios de los programas comunitarios; esto se utiliza a menudo para describir un estado positivo libre de enfermedad y distinguir entre individuos sanos y enfermos.

Por otro lado entre los eventos estresantes a los que se enfrentan los adultos mayores podemos resaltar la muerte de seres queridos, la perdida de trabajo, la jubilación, los accidentes, la enfermedad y la discapacidad, la pobreza, el abandono, los conflictos familiares, la violencia domestica y urbana, y la discriminación social.

La resiliencia en la vejez depende en gran medida de las reservas afectivas, cognitivas y sociales, las cuales se manifiestan a través de la motivación (plan de vida), la satisfacción con la vida, la autoestima, la iniciativa y la autoeficacia, todo lo cual propicia una adaptación exitosa.

Por tal motivo, sería deseable que los programas gubernamentales de salud pública orientados a promover el envejecimiento saludable consideraran el desarrollo de modelos de envejecimiento activo como una estrategia prioritaria.

Se viene el 2021 y las múltiples promesas de candidatos que quizá no se cumplan, pero que tienen que ser muy atractivas para el votante, sobre todo para el votante estudiado, digo; y es que no todo es clientelar. Con esto se busca superar injusticias culturales enraizadas en representaciones sociales, interpretaciones y comunicaciones sustentadas en falsas creencias sobre el envejecimiento.

Además, se busca visibilizar la realidad de las distintas formas de envejecer con el aporte de la construcción de relaciones de respeto y equidad, y se intenta reevaluar las identidades de las personas que envejecen en la búsqueda de acceder a una posición social enmarcada en la justicia mediante la deconstrucción de los términos en los que actualmente se elaboran las diferencias, se debe resaltar la importancia de un cambio en las políticas publicas, ya que si se continúan privilegiando los programas de índole curativo sin considerar el potencial de las capacidades de las personas en proceso de envejecimiento, el impacto económico para el país será́ insostenible, además de que habrá́ repercusiones en la calidad de vida para dicha población.

El envejecimiento de la población representa un gran reto para la sociedad, ya que tiene profundas consecuencias en la vida individual y comunitaria y repercusiones en las diversas esferas de la existencia humana, incluidos los ámbitos social, económico, político, cultural y sanitario.

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Actualmente la gran mayoría del adulto mayor de 60 años cuenta con enfermedades como diabetes mellitus e hipertensión arterial, los hábitos de juventud cuestan caro para el futuro por lo que nuestras costumbres culturales no siempre nos favorecen. El sedentarismo, el tabaquismo/alcoholismo, la dieta rica en grasa o carbohidratos; factores que modifican las funciones corporales y no precisamente para bien.

Aunque también se debe reconocer que más del 70% de las personas mayores de 60 años son totalmente independientes y pueden participar en programas de envejecimiento activo y saludable a nivel comunitario, por lo que potencialmente este grupo poblacional representa un capital social y, por lo tanto, podría constituir un bono demográfico para el desarrollo económico y social de la población adulta mayor y la sociedad en general.

Por otro lado, la vejez es un concepto relativo a una etapa del ciclo vital humano, cuyo inicio, desarrollo, limitaciones y oportunidades son determinados por los grupos sociales. Al respecto, cada sociedad establece la edad de inicio de la vejez y ésta ha cambiado a lo largo del tiempo; de ahí́ que en los inicios del siglo pasado se consideraba como viejas a las personas mayores de 40 años, imagínese nomás.

En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas estableció́ como punto de corte para la edad de inicio de la vejez: 65 años para los países desarrollados y 60 años para los países en desarrollo, ¡ojo! No quiere decir que estén “viejos”, sino que es el inicio de la vejez, es decir: los 50 son los nuevos 40, ¿por qué no?

El envejecimiento saludable es uno de los objetivos prioritarios de los programas comunitarios; esto se utiliza a menudo para describir un estado positivo libre de enfermedad y distinguir entre individuos sanos y enfermos.

Por otro lado entre los eventos estresantes a los que se enfrentan los adultos mayores podemos resaltar la muerte de seres queridos, la perdida de trabajo, la jubilación, los accidentes, la enfermedad y la discapacidad, la pobreza, el abandono, los conflictos familiares, la violencia domestica y urbana, y la discriminación social.

La resiliencia en la vejez depende en gran medida de las reservas afectivas, cognitivas y sociales, las cuales se manifiestan a través de la motivación (plan de vida), la satisfacción con la vida, la autoestima, la iniciativa y la autoeficacia, todo lo cual propicia una adaptación exitosa.

Por tal motivo, sería deseable que los programas gubernamentales de salud pública orientados a promover el envejecimiento saludable consideraran el desarrollo de modelos de envejecimiento activo como una estrategia prioritaria.

Se viene el 2021 y las múltiples promesas de candidatos que quizá no se cumplan, pero que tienen que ser muy atractivas para el votante, sobre todo para el votante estudiado, digo; y es que no todo es clientelar. Con esto se busca superar injusticias culturales enraizadas en representaciones sociales, interpretaciones y comunicaciones sustentadas en falsas creencias sobre el envejecimiento.

Además, se busca visibilizar la realidad de las distintas formas de envejecer con el aporte de la construcción de relaciones de respeto y equidad, y se intenta reevaluar las identidades de las personas que envejecen en la búsqueda de acceder a una posición social enmarcada en la justicia mediante la deconstrucción de los términos en los que actualmente se elaboran las diferencias, se debe resaltar la importancia de un cambio en las políticas publicas, ya que si se continúan privilegiando los programas de índole curativo sin considerar el potencial de las capacidades de las personas en proceso de envejecimiento, el impacto económico para el país será́ insostenible, además de que habrá́ repercusiones en la calidad de vida para dicha población.