/ martes 25 de enero de 2022

Salud y bienestar | El hospital como referente

La salud es concebida como un bien social y como un derecho humano, pero sin duda debe de trascender para que, en conjunto, las comunidades y las instituciones logren alcanzar este objetivo inalienable e imprescindible para el desarrollo de los pueblos.

Hoy las instituciones debemos de encaminar todos nuestros esfuerzos para poder acercarnos a la comunidad y no nada más a la que acude con nosotros, sino a toda ella, debiendo ser para ellos un hospital referente, un hospital que educa, y un hospital que influye en su desarrollo.

El artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos así lo confiere y en el Programa Nacional de Salud, se hace mención de la política en Salud: la prevención y promoción de la salud, el fortalecimiento de la infraestructura, la atención médica de calidad y calidez y el abasto de medicamentos, son actividades sustantivas de las organizaciones médicas que ofrecemos atención médica.

Estas actividades se otorgan a la población por medio de los hospitales, centros médicos, institutos, clínicas y centros de salud y todas ellas deberán de ir encaminadas a poder cumplir con esos ejes rectores y son las instituciones, gubernamentales y no gubernamentales, el vehículo para que las políticas en salud puedan llegar a la población usuaria. La existencia de hospitales en nuestro país ha tenido una repercusión muy importante en su desarrollo. El hospital es una necesidad imperativa en la vida humana y tienen como responsabilidad el conservar, promover y mejorar la salud de la población. Todas las actividades de atención médica se orientan a reparar la salud, en el menor tiempo posible y al menor costo y aporta los mejores y mayores beneficios para el restablecimiento de la misma, tanto en casos sencillos como en patologías complejas.

El hospital es una institución de compleja estructura administrativa que labora las 24 horas todos los días del año. Se dice que si los hospitales se orientan solamente a ver la calidad científica, pierde el sentido social y lleva a las organizaciones a desviar el sentido humano para lo que han sido diseñados, pero si pierde el sentido científico y humanístico y solamente se orienta a lo administrativo pierde la esencia para lo que ha sido hecho; es por esto que debe de haber equilibrio entre lo científico, la educación, la investigación y la administración.

Se ha dicho que la administración de unidades médicas se puede realizar con base en el criterio. Sin embargo, puede ser que el criterio sea malo o bueno; en el primer caso sería un verdadero desastre para la organización el administrar y aplicar el criterio, pero si se aplica un buen criterio con base en una preparación previa, seguramente los resultados serán buenos. En la nueva economía, la globalización se ha tornado como un elemento nuevo en donde todas las organizaciones del planeta interactúan; esto no significa solamente el hacer negocios a través de las fronteras entre las naciones, significa también una mayor competencia para casi cualquier tipo de organización.

Los cambios tecnológicos han hecho que las instituciones se ajusten al nuevo entorno en el cual estamos envueltos, ya que el mantener la infraestructura tecnológica actualizada permitirá el desarrollo de la ciencia y la atención médica podrá tener un nivel muy aceptable que la población merece. Como institución creada para atender a la gente un hospital debe continuar por el camino de la transformación, para esto debemos de empeñarnos en poner día con día nuestro mayor y mejor esfuerzo, insistir y comprometernos todos en que la institución sea referente y vigilante para llevar a cabo un impacto en la población de influencia; que la gente siempre vea hacia nosotros para buscar las respuestas a sus preguntas.

En los hospitales públicos hay mucho que dar, no todo es queja, no todo es desabasto ni cobros; existen diariamente casos de éxito que pasan desapercibidos. Contemos también lo bueno.


La salud es concebida como un bien social y como un derecho humano, pero sin duda debe de trascender para que, en conjunto, las comunidades y las instituciones logren alcanzar este objetivo inalienable e imprescindible para el desarrollo de los pueblos.

Hoy las instituciones debemos de encaminar todos nuestros esfuerzos para poder acercarnos a la comunidad y no nada más a la que acude con nosotros, sino a toda ella, debiendo ser para ellos un hospital referente, un hospital que educa, y un hospital que influye en su desarrollo.

El artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos así lo confiere y en el Programa Nacional de Salud, se hace mención de la política en Salud: la prevención y promoción de la salud, el fortalecimiento de la infraestructura, la atención médica de calidad y calidez y el abasto de medicamentos, son actividades sustantivas de las organizaciones médicas que ofrecemos atención médica.

Estas actividades se otorgan a la población por medio de los hospitales, centros médicos, institutos, clínicas y centros de salud y todas ellas deberán de ir encaminadas a poder cumplir con esos ejes rectores y son las instituciones, gubernamentales y no gubernamentales, el vehículo para que las políticas en salud puedan llegar a la población usuaria. La existencia de hospitales en nuestro país ha tenido una repercusión muy importante en su desarrollo. El hospital es una necesidad imperativa en la vida humana y tienen como responsabilidad el conservar, promover y mejorar la salud de la población. Todas las actividades de atención médica se orientan a reparar la salud, en el menor tiempo posible y al menor costo y aporta los mejores y mayores beneficios para el restablecimiento de la misma, tanto en casos sencillos como en patologías complejas.

El hospital es una institución de compleja estructura administrativa que labora las 24 horas todos los días del año. Se dice que si los hospitales se orientan solamente a ver la calidad científica, pierde el sentido social y lleva a las organizaciones a desviar el sentido humano para lo que han sido diseñados, pero si pierde el sentido científico y humanístico y solamente se orienta a lo administrativo pierde la esencia para lo que ha sido hecho; es por esto que debe de haber equilibrio entre lo científico, la educación, la investigación y la administración.

Se ha dicho que la administración de unidades médicas se puede realizar con base en el criterio. Sin embargo, puede ser que el criterio sea malo o bueno; en el primer caso sería un verdadero desastre para la organización el administrar y aplicar el criterio, pero si se aplica un buen criterio con base en una preparación previa, seguramente los resultados serán buenos. En la nueva economía, la globalización se ha tornado como un elemento nuevo en donde todas las organizaciones del planeta interactúan; esto no significa solamente el hacer negocios a través de las fronteras entre las naciones, significa también una mayor competencia para casi cualquier tipo de organización.

Los cambios tecnológicos han hecho que las instituciones se ajusten al nuevo entorno en el cual estamos envueltos, ya que el mantener la infraestructura tecnológica actualizada permitirá el desarrollo de la ciencia y la atención médica podrá tener un nivel muy aceptable que la población merece. Como institución creada para atender a la gente un hospital debe continuar por el camino de la transformación, para esto debemos de empeñarnos en poner día con día nuestro mayor y mejor esfuerzo, insistir y comprometernos todos en que la institución sea referente y vigilante para llevar a cabo un impacto en la población de influencia; que la gente siempre vea hacia nosotros para buscar las respuestas a sus preguntas.

En los hospitales públicos hay mucho que dar, no todo es queja, no todo es desabasto ni cobros; existen diariamente casos de éxito que pasan desapercibidos. Contemos también lo bueno.