/ martes 4 de febrero de 2020

Salud y bienestar | El pulso de la salud

Sin duda la salud ha sido un tema muy controvertido durante el último mes, y es que entre el coronavirus y el sistema de salud de nuestro país, hay mucho que decir y mucho por resolver. Durante el mes pasado el Presidente anunció una estrategia que llamó la atención, no por su “operatividad” sino por el nombre: El pulso de la salud.

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El Presidente, inició el pasado enero, la presentación de un informe semanal, denominado: “El Pulso de la Salud” que originalmente se haría los martes de cada semana y que se denominaría “Quién es quién en la salud”. Es decir, balconear a cada Gobernad@r que no cumpla con sus exigencias para firmar el acuerdo de acceder al Insabi. Durante la misma conferencia, indicó, que él quería que el informe se llamara “Quién es quién en la salud”, pero los funcionarios de la Secretaría de Salud propusieron otro nombre.

En la presentación del informe, el subsecretario de Salud, explicó la forma en que va a funcionar la nueva política mediante el Instituto de Salud para el Bienestar que si bien se escucha gratificante para muchos mexicanos, hay otros a los que todavía no les llega ni la gratuidad, ni los medicamentos, ni “el pulso”.

Dentro de “El pulso de la salud” semanal, trascendió que 21 estados se han adherido ya al Instituto de Salud para el Bienestar que continuará brindando atención a personas que no cuentan con ningún tipo de seguridad social, y que se continúa con el diálogo con los 11 estados restantes.

Hasta hoy, sólo faltan Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Morelos, Tamaulipas y Aguascalientes. Lo más “sano” para los estados y pacientes, es que los gobernadores accedan, ya que al modificarse la estructura y operatividad desde la Federación, su sistema de salud mediante el extinto Seguro Popular, ya es inviable. A menos que resuelvan con recursos propios, y depende de su estadística de enfermedades, que es difícilmente costeable.

Lo más recomendable es precisamente “pulsar” a la Federación para adherirse y resolver de manera conjunta estados y Federación, para que los pacientes no interrumpan su tratamiento como se ha venido dando ante la incertidumbre del nuevo sistema de salud. México es un país que se ha caracterizado por la inequidad social imperante que en el ámbito de la salud y se ha reflejado en resultados sanitarios desfavorables entre la población en condiciones de pobreza.

La situación de pobreza en México se hace más notoria fuera de las grandes ciudades y entre la población indígena. Las dificultades para el acceso a los servicios de salud, las cuales se identifican en comunidades y son necesarias documentar, en aras de dar cumplimiento a la meta de equidad, es importante para registrar el “pulso” real de los avances del nuevo sistema de salud, que precisamente siga habiendo pulso como tal para que el sistema no desfallezca.

Este es un paso crítico para promover oportunidades para toda la gente, identificando aquellos sectores de la población que más lo necesitan, sobre todo pacientes con tratamientos específicos y costosos. Los hallazgos confirman que la condición de aseguramiento no garantiza el acceso real a la atención a la salud, ya que subyacen retos adicionales para lograr la atención de los problemas de salud, como se ha reportado en informes recientes.

Diversas razones pueden determinar que una persona afiliada a un esquema de aseguramiento en salud no reciba los servicios a los que tiene derecho: desde la inexistencia del servicio específico que es requerido (ausencia de disponibilidad) hasta la falta de información sobre los servicios a los que puede acceder o la desconfianza en los que son ofrecidos.

Es difícil identificar desigualdades para las poblaciones más desfavorecidas, principalmente las que residen en áreas rurales dispersas, pertenecen a grupos indígenas o viven en condiciones de pobreza, que se ocultan por información de segmentos de población con mejor acceso. Esperemos que en el próximo “pulso” nos muestren resultados más favorables en tema de salud, por el bien de los pacientes.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

Sin duda la salud ha sido un tema muy controvertido durante el último mes, y es que entre el coronavirus y el sistema de salud de nuestro país, hay mucho que decir y mucho por resolver. Durante el mes pasado el Presidente anunció una estrategia que llamó la atención, no por su “operatividad” sino por el nombre: El pulso de la salud.

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El Presidente, inició el pasado enero, la presentación de un informe semanal, denominado: “El Pulso de la Salud” que originalmente se haría los martes de cada semana y que se denominaría “Quién es quién en la salud”. Es decir, balconear a cada Gobernad@r que no cumpla con sus exigencias para firmar el acuerdo de acceder al Insabi. Durante la misma conferencia, indicó, que él quería que el informe se llamara “Quién es quién en la salud”, pero los funcionarios de la Secretaría de Salud propusieron otro nombre.

En la presentación del informe, el subsecretario de Salud, explicó la forma en que va a funcionar la nueva política mediante el Instituto de Salud para el Bienestar que si bien se escucha gratificante para muchos mexicanos, hay otros a los que todavía no les llega ni la gratuidad, ni los medicamentos, ni “el pulso”.

Dentro de “El pulso de la salud” semanal, trascendió que 21 estados se han adherido ya al Instituto de Salud para el Bienestar que continuará brindando atención a personas que no cuentan con ningún tipo de seguridad social, y que se continúa con el diálogo con los 11 estados restantes.

Hasta hoy, sólo faltan Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Morelos, Tamaulipas y Aguascalientes. Lo más “sano” para los estados y pacientes, es que los gobernadores accedan, ya que al modificarse la estructura y operatividad desde la Federación, su sistema de salud mediante el extinto Seguro Popular, ya es inviable. A menos que resuelvan con recursos propios, y depende de su estadística de enfermedades, que es difícilmente costeable.

Lo más recomendable es precisamente “pulsar” a la Federación para adherirse y resolver de manera conjunta estados y Federación, para que los pacientes no interrumpan su tratamiento como se ha venido dando ante la incertidumbre del nuevo sistema de salud. México es un país que se ha caracterizado por la inequidad social imperante que en el ámbito de la salud y se ha reflejado en resultados sanitarios desfavorables entre la población en condiciones de pobreza.

La situación de pobreza en México se hace más notoria fuera de las grandes ciudades y entre la población indígena. Las dificultades para el acceso a los servicios de salud, las cuales se identifican en comunidades y son necesarias documentar, en aras de dar cumplimiento a la meta de equidad, es importante para registrar el “pulso” real de los avances del nuevo sistema de salud, que precisamente siga habiendo pulso como tal para que el sistema no desfallezca.

Este es un paso crítico para promover oportunidades para toda la gente, identificando aquellos sectores de la población que más lo necesitan, sobre todo pacientes con tratamientos específicos y costosos. Los hallazgos confirman que la condición de aseguramiento no garantiza el acceso real a la atención a la salud, ya que subyacen retos adicionales para lograr la atención de los problemas de salud, como se ha reportado en informes recientes.

Diversas razones pueden determinar que una persona afiliada a un esquema de aseguramiento en salud no reciba los servicios a los que tiene derecho: desde la inexistencia del servicio específico que es requerido (ausencia de disponibilidad) hasta la falta de información sobre los servicios a los que puede acceder o la desconfianza en los que son ofrecidos.

Es difícil identificar desigualdades para las poblaciones más desfavorecidas, principalmente las que residen en áreas rurales dispersas, pertenecen a grupos indígenas o viven en condiciones de pobreza, que se ocultan por información de segmentos de población con mejor acceso. Esperemos que en el próximo “pulso” nos muestren resultados más favorables en tema de salud, por el bien de los pacientes.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.