/ martes 11 de enero de 2022

Salud y bienestar | La Enfermería y el avance en salud

El perfil epidemiológico de la población se ha transformado vertiginosamente en los últimos 50 años. Las enfermedades no transmisibles como la diabetes e hipertensión, se han convertido en la causa de mayor número de muertes y discapacidades. México y Sonora, no son la excepción a este patrón.

En el camino hacia la búsqueda de alternativas, se pueden destacar algunos acontecimientos globales como: la declaración de Alma Ata de 1978 liderada por la Organización Mundial de la Salud y el compromiso por el logro de la salud para todos en el año 2000 a través de la implementación de modelos basados en Atención Primaria de la Salud.

Nos quedaron a deber; las reformas de los sistemas de salud en los años 1990 motivadas por la búsqueda de metas de cobertura y eficiencia. Fue un logro medias; los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el año 2000, que tuvieron como propósito el desarrollo humano, y que logró un avance importante; los Objetivos de desarrollo Sostenible en el 2015, que buscaron dar continuidad a la agenda de desarrollo del 2005, los dos últimos, liderados por las Naciones Unidas y, la declaración de Astaná en el 2018, en la que se realiza un nuevo compromiso mundial por la Atención Primaria en Salud para el logro de la Cobertura Universal en Salud.

Tanto los problemas estructurales como los coyunturales interactúan generando ciclos de presión sobre los sistemas de salud como el que hoy se vive, agudizando las realidades complejas que padecen particularmente, los países en desarrollo (pobreza, enfermedad, barreras de acceso a la salud, bajo nivel educativo, empleos precarios, pobreza, etc.).

Un factor determinante para ofrecer una respuesta eficiente, es la generación de nuevos modelos de atención. El ímpetu para llevar a cabo el cambio hacia el modelo requerido, depende en gran medida, de los recursos humanos con los que se cuenta. En este punto, el personal de Enfermería representa un recurso clave para el logro de modelos de salud.

La respuesta a estos cambios requiere de personal con capacidad de adaptación e innovación, que considere las propuestas globales y las ajuste a las realidades locales. Personal con niveles óptimos de entrenamiento, distribuido según sus capacidades y las demandas de atención.

En México, el personal de Enfermería avanza decididamente hacia su profesionalización, con mayores niveles de formación y con la expansión de su rol en el sistema de salud. Es fundamental considerar estos aspectos para definir la fuerza laboral que se requerirá en el futuro no sólo en relación con la cantidad de enfermeras a formar, sino en relación con el nivel de capacitación que será necesario lograr.

A pesar de los grandes avances de la Enfermería mexicana hacia su profesionalización, continúan existiendo retos por asumir: crear nuevos y mejores espacios de autonomía de práctica y liderar procesos regulatorios para éstos, promover la participación protagónica de sus miembros en decisiones de política, generar evidencia que respalde su quehacer y consolidar su liderazgo dentro del equipo de salud.

El problema coyuntural por la Covid-19 que actualmente vive el mundo y en particular México, ha hecho visible a participación destacada del personal de Enfermería en todos los niveles de atención, este hecho abre una ventana de oportunidad hacia el liderazgo que la Enfermería continúa desarrollando.

Es de vital importancia retomar con decisión estas oportunidades y continuar las transformaciones requeridas en pro de este grupo ocupacional y de la población que cada vez más, demanda servicios que integren la calidad científica con la calidad humana, una combinación que puede y debe ser equilibrada por el personal de Enfermería.

El pasado 6 de enero fue el Día de la Enfermería en nuestro país y a partir de ese día, el personal de salud puede hacer mucho para mantener a flote el sistema de salud. Enhorabuena.


El perfil epidemiológico de la población se ha transformado vertiginosamente en los últimos 50 años. Las enfermedades no transmisibles como la diabetes e hipertensión, se han convertido en la causa de mayor número de muertes y discapacidades. México y Sonora, no son la excepción a este patrón.

En el camino hacia la búsqueda de alternativas, se pueden destacar algunos acontecimientos globales como: la declaración de Alma Ata de 1978 liderada por la Organización Mundial de la Salud y el compromiso por el logro de la salud para todos en el año 2000 a través de la implementación de modelos basados en Atención Primaria de la Salud.

Nos quedaron a deber; las reformas de los sistemas de salud en los años 1990 motivadas por la búsqueda de metas de cobertura y eficiencia. Fue un logro medias; los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el año 2000, que tuvieron como propósito el desarrollo humano, y que logró un avance importante; los Objetivos de desarrollo Sostenible en el 2015, que buscaron dar continuidad a la agenda de desarrollo del 2005, los dos últimos, liderados por las Naciones Unidas y, la declaración de Astaná en el 2018, en la que se realiza un nuevo compromiso mundial por la Atención Primaria en Salud para el logro de la Cobertura Universal en Salud.

Tanto los problemas estructurales como los coyunturales interactúan generando ciclos de presión sobre los sistemas de salud como el que hoy se vive, agudizando las realidades complejas que padecen particularmente, los países en desarrollo (pobreza, enfermedad, barreras de acceso a la salud, bajo nivel educativo, empleos precarios, pobreza, etc.).

Un factor determinante para ofrecer una respuesta eficiente, es la generación de nuevos modelos de atención. El ímpetu para llevar a cabo el cambio hacia el modelo requerido, depende en gran medida, de los recursos humanos con los que se cuenta. En este punto, el personal de Enfermería representa un recurso clave para el logro de modelos de salud.

La respuesta a estos cambios requiere de personal con capacidad de adaptación e innovación, que considere las propuestas globales y las ajuste a las realidades locales. Personal con niveles óptimos de entrenamiento, distribuido según sus capacidades y las demandas de atención.

En México, el personal de Enfermería avanza decididamente hacia su profesionalización, con mayores niveles de formación y con la expansión de su rol en el sistema de salud. Es fundamental considerar estos aspectos para definir la fuerza laboral que se requerirá en el futuro no sólo en relación con la cantidad de enfermeras a formar, sino en relación con el nivel de capacitación que será necesario lograr.

A pesar de los grandes avances de la Enfermería mexicana hacia su profesionalización, continúan existiendo retos por asumir: crear nuevos y mejores espacios de autonomía de práctica y liderar procesos regulatorios para éstos, promover la participación protagónica de sus miembros en decisiones de política, generar evidencia que respalde su quehacer y consolidar su liderazgo dentro del equipo de salud.

El problema coyuntural por la Covid-19 que actualmente vive el mundo y en particular México, ha hecho visible a participación destacada del personal de Enfermería en todos los niveles de atención, este hecho abre una ventana de oportunidad hacia el liderazgo que la Enfermería continúa desarrollando.

Es de vital importancia retomar con decisión estas oportunidades y continuar las transformaciones requeridas en pro de este grupo ocupacional y de la población que cada vez más, demanda servicios que integren la calidad científica con la calidad humana, una combinación que puede y debe ser equilibrada por el personal de Enfermería.

El pasado 6 de enero fue el Día de la Enfermería en nuestro país y a partir de ese día, el personal de salud puede hacer mucho para mantener a flote el sistema de salud. Enhorabuena.