/ martes 18 de junio de 2019

Salud y bienestar | La niña con Asperger

Todo comenzó cuando dejó de ir al colegio un día a la semana para protestar contra el gobierno por su accionar contra el calentamiento global. Antes del 20 de agosto de 2018, Greta Thunberg era una niña de 15 años que asistía al colegio, como la mayoría de adolescentes en su país, en la ciudad de Estocolmo. Pero para el verano de ese mismo año, todo cambió. Para ella, fue demasiado, el 20 de agosto de ese mismo año, en vez de ir al colegio como era costumbre, se paró delante del Parlamento sueco y anunció que no iba a regresar hasta que la escucharan. Una consciencia que despertó, en medio de todo el caos a favor del medio ambiente.

Encabeza un llamado urgente por salvar al planeta del cambio climático que nos llevará a la extinción en 20 años, hace huelgas escolares los viernes para generar conciencia de que no tiene caso ir a la escuela si el mundo se va a acabar, y pide que se ponga un alto inmediato a toda emisión de contaminantes. Es candidata al Premio Nobel de la Paz, da Ted Talks, la reciben los del FMI y en el Foro Económico Mundial de Davos y todo esto, con Síndrome de Asperger, una variante de autismo.

Los biólogos evolutivos han tratado de explicar la razón por la que la humanidad cae tan fácil en pánico. Con tantito que hagamos memoria o le preguntemos a Google encontramos docenas de ejemplos (fallidos todos) de eventos apocalípticos.

Dejemos ahora de lado los mitos religiosos que nos recuerdan que en breve vendrán a juzgar a vivos y muertos y vayamos a temas terrenales. Desde Malthus que dijo que la población iba a crecer más que la generación de alimentos, entonces iba a haber hambruna, pasando por muchos ejemplos más, hay gente que levanta voz de alarma con pretensiones apocalípticas. De fondo lo que esta niña plantea es el fin del sistema liberal de mercado.

Ella pide un alto absoluto a las actividades productivas. ¿Es suficiente lo que está haciendo hoy el mundo para reducir el Cambio Climático, sin detener las actividades productivas que nos dan de comer? Esa es una discusión que hay que tener. Armados de datos y de realidades. No es que el efecto humano sobre el medio ambiente sea un mito.

Pero los efectos apocalípticos a 20 años desde luego que lo son. E ignorar lo que se está haciendo no ayuda. Cada viernes, Greta Thunberg hace “huelga escolar”. No va a clases y protesta en defensa del medio ambiente. Es la manera que esta chica de 16 años tiene para alzar la voz ante el cambio climático. “No quiero que tengas esperanza, quiero que entres en pánico. Quiero que sientas el miedo que siento todos los días y luego quiero que actúes”. Es una de sus frases. Ella destaca la hipocresía de los que, bajo el pretexto de la lucha contra el cambio climático, sacan beneficios a sus conferencias; destaca, además, la ceguera de casi todos y denuncia con firmeza el no hacer de los que deben hacer.

No se trata sólo de evitar el uso de plásticos. Se trata de rechazar toda acción pública o particular que dañe nuestro ecosistema. El mensaje de Greta es claro: Ni hay Planeta B, ni tiempo que perder. Tiene razón.

Dr. César Álvarez Pacheco

Correo: cesar_ap@hotmail.com

Twitter: @cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

Todo comenzó cuando dejó de ir al colegio un día a la semana para protestar contra el gobierno por su accionar contra el calentamiento global. Antes del 20 de agosto de 2018, Greta Thunberg era una niña de 15 años que asistía al colegio, como la mayoría de adolescentes en su país, en la ciudad de Estocolmo. Pero para el verano de ese mismo año, todo cambió. Para ella, fue demasiado, el 20 de agosto de ese mismo año, en vez de ir al colegio como era costumbre, se paró delante del Parlamento sueco y anunció que no iba a regresar hasta que la escucharan. Una consciencia que despertó, en medio de todo el caos a favor del medio ambiente.

Encabeza un llamado urgente por salvar al planeta del cambio climático que nos llevará a la extinción en 20 años, hace huelgas escolares los viernes para generar conciencia de que no tiene caso ir a la escuela si el mundo se va a acabar, y pide que se ponga un alto inmediato a toda emisión de contaminantes. Es candidata al Premio Nobel de la Paz, da Ted Talks, la reciben los del FMI y en el Foro Económico Mundial de Davos y todo esto, con Síndrome de Asperger, una variante de autismo.

Los biólogos evolutivos han tratado de explicar la razón por la que la humanidad cae tan fácil en pánico. Con tantito que hagamos memoria o le preguntemos a Google encontramos docenas de ejemplos (fallidos todos) de eventos apocalípticos.

Dejemos ahora de lado los mitos religiosos que nos recuerdan que en breve vendrán a juzgar a vivos y muertos y vayamos a temas terrenales. Desde Malthus que dijo que la población iba a crecer más que la generación de alimentos, entonces iba a haber hambruna, pasando por muchos ejemplos más, hay gente que levanta voz de alarma con pretensiones apocalípticas. De fondo lo que esta niña plantea es el fin del sistema liberal de mercado.

Ella pide un alto absoluto a las actividades productivas. ¿Es suficiente lo que está haciendo hoy el mundo para reducir el Cambio Climático, sin detener las actividades productivas que nos dan de comer? Esa es una discusión que hay que tener. Armados de datos y de realidades. No es que el efecto humano sobre el medio ambiente sea un mito.

Pero los efectos apocalípticos a 20 años desde luego que lo son. E ignorar lo que se está haciendo no ayuda. Cada viernes, Greta Thunberg hace “huelga escolar”. No va a clases y protesta en defensa del medio ambiente. Es la manera que esta chica de 16 años tiene para alzar la voz ante el cambio climático. “No quiero que tengas esperanza, quiero que entres en pánico. Quiero que sientas el miedo que siento todos los días y luego quiero que actúes”. Es una de sus frases. Ella destaca la hipocresía de los que, bajo el pretexto de la lucha contra el cambio climático, sacan beneficios a sus conferencias; destaca, además, la ceguera de casi todos y denuncia con firmeza el no hacer de los que deben hacer.

No se trata sólo de evitar el uso de plásticos. Se trata de rechazar toda acción pública o particular que dañe nuestro ecosistema. El mensaje de Greta es claro: Ni hay Planeta B, ni tiempo que perder. Tiene razón.

Dr. César Álvarez Pacheco

Correo: cesar_ap@hotmail.com

Twitter: @cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.