/ martes 17 de diciembre de 2019

Salud y bienestar | La participación ciudadana en la salud

La Administración Pública está compuesta por un sinnúmero de regulaciones, dirigidas a ordenar las acciones de las personas que la integran, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y su bienestar. Los ciudadanos, que son los clientes de este sector, constituyen el motor impulsor; pues por ellos y para ellos trabajan todas las instituciones de carácter social, ¿cierto?

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El sector de la Salud Pública responde ante la Administración Pública. Representa el eslabón más fuerte, partiendo de la máxima popular de que “una buena salud es vital para un ser humano”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es: el estado de bienestares físicos, mentales y sociales completos, no sólo la ausencia de enfermedad.

Actualmente, este sector se vincula de manera indisoluble a la participación ciudadana, ya que se nutre de ésta para la efectividad de sus acciones. A través de los diferentes procesos participativos, los ciudadanos expresan sus inquietudes e inconformidades sobre los servicios que reciben, y se nutren las acciones activas y proactivas de los diferentes centros de salud.

La inclusión o participación de los ciudadanos dentro de las organizaciones de Salud Pública datan de mediados del siglo XX. Pero no fue hasta la Declaración de Alma-Atá, en 1978, cuando se constituyó una estrategia principal para alcanzar el propósito de “Salud para Todos en el año 2000” y se determinó que la participación ciudadana era la clave para hacer llegar los servicios de salud a toda la población. El 2000 ya pasó, y no se ha logrado.

Según la Organización Panamericana de la Salud en 1994, la participación ciudadana en salud es la acción de actores sociales con capacidad, habilidad y oportunidad para identificar problemas, necesidades, definir prioridades, formular y negociar sus propuestas, con la perspectiva del desarrollo de la salud. Las acciones colectivas para enfrentar los retos de la sociedad actual están comprendidas en la participación ciudadana.

A través de esta última se identifican, analizan, formulan y negocian propuestas para satisfacer las necesidades de salud, de una manera democrática y concertada. Dentro de los servicios de salud se ha tomado mucho auge; pues los estándares y patrones de salud son cada vez mayores prioridades estratégicas para las entidades públicas, en todo el mundo.

No obstante, la dimensión intangible del cambio cultural promovido por esta filosofía requiere establecer objetivos cuantitativos para medir y evaluar los resultados de las acciones emprendidas, en medicina se dice: si quieres evaluar algo; mídelo. Finalmente la población es la que resulta beneficiada con establecer mejoras en el Sector Salud.

Las políticas públicas constituyen conjuntos de instrumentos a través de los cuales el Estado, luego de identificar una necesidad (económica, política, ambiental, social, cultural, entre otras), implementa un conjunto de medidas reparadoras, con la participación de los grupos afectados por los diversos problemas. Son elaboradas para todos los ciudadanos por igual, y están basadas en el enfoque inputs-outputs, o sea, las necesidades de atención médica son las entradas del proceso que, través de los diferentes procesos, se obtienen respuestas para mejorar la calidad de vida del ciudadano.

La participación ciudadana es un pilar de la salud pública. Crea nuevos espacios para que los ciudadanos puedan hacer valer sus derechos o se esperan a que se les otorgue lo que el Gobierno crea necesario ¿usted cree importante la participación? También yo.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

La Administración Pública está compuesta por un sinnúmero de regulaciones, dirigidas a ordenar las acciones de las personas que la integran, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y su bienestar. Los ciudadanos, que son los clientes de este sector, constituyen el motor impulsor; pues por ellos y para ellos trabajan todas las instituciones de carácter social, ¿cierto?

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El sector de la Salud Pública responde ante la Administración Pública. Representa el eslabón más fuerte, partiendo de la máxima popular de que “una buena salud es vital para un ser humano”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es: el estado de bienestares físicos, mentales y sociales completos, no sólo la ausencia de enfermedad.

Actualmente, este sector se vincula de manera indisoluble a la participación ciudadana, ya que se nutre de ésta para la efectividad de sus acciones. A través de los diferentes procesos participativos, los ciudadanos expresan sus inquietudes e inconformidades sobre los servicios que reciben, y se nutren las acciones activas y proactivas de los diferentes centros de salud.

La inclusión o participación de los ciudadanos dentro de las organizaciones de Salud Pública datan de mediados del siglo XX. Pero no fue hasta la Declaración de Alma-Atá, en 1978, cuando se constituyó una estrategia principal para alcanzar el propósito de “Salud para Todos en el año 2000” y se determinó que la participación ciudadana era la clave para hacer llegar los servicios de salud a toda la población. El 2000 ya pasó, y no se ha logrado.

Según la Organización Panamericana de la Salud en 1994, la participación ciudadana en salud es la acción de actores sociales con capacidad, habilidad y oportunidad para identificar problemas, necesidades, definir prioridades, formular y negociar sus propuestas, con la perspectiva del desarrollo de la salud. Las acciones colectivas para enfrentar los retos de la sociedad actual están comprendidas en la participación ciudadana.

A través de esta última se identifican, analizan, formulan y negocian propuestas para satisfacer las necesidades de salud, de una manera democrática y concertada. Dentro de los servicios de salud se ha tomado mucho auge; pues los estándares y patrones de salud son cada vez mayores prioridades estratégicas para las entidades públicas, en todo el mundo.

No obstante, la dimensión intangible del cambio cultural promovido por esta filosofía requiere establecer objetivos cuantitativos para medir y evaluar los resultados de las acciones emprendidas, en medicina se dice: si quieres evaluar algo; mídelo. Finalmente la población es la que resulta beneficiada con establecer mejoras en el Sector Salud.

Las políticas públicas constituyen conjuntos de instrumentos a través de los cuales el Estado, luego de identificar una necesidad (económica, política, ambiental, social, cultural, entre otras), implementa un conjunto de medidas reparadoras, con la participación de los grupos afectados por los diversos problemas. Son elaboradas para todos los ciudadanos por igual, y están basadas en el enfoque inputs-outputs, o sea, las necesidades de atención médica son las entradas del proceso que, través de los diferentes procesos, se obtienen respuestas para mejorar la calidad de vida del ciudadano.

La participación ciudadana es un pilar de la salud pública. Crea nuevos espacios para que los ciudadanos puedan hacer valer sus derechos o se esperan a que se les otorgue lo que el Gobierno crea necesario ¿usted cree importante la participación? También yo.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp