/ martes 21 de enero de 2020

Salud y bienestar | La salud en las comunidades pequeñas

A pesar de los avances durante los últimos 15 años en la cobertura de servicios de salud y la protección financiera en México, el Sistema de Salud en nuestro país no ha conseguido aún el acceso efectivo a la salud para todos los mexicanos.

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El Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 propone “promover y garantizar el acceso efectivo, universal y gratuito de la población a los servicios de salud, la asistencia social y los medicamentos”. Lo anterior requiere de un sistema de salud en que los diversos niveles de atención estén fortalecidos. Seguro Popular ya no existe, hoy Insabi se encarga de la salud del país y nos guste o no, se tiene que dar paso hacia delante para lograr el objetivo del Plan Nacional.

Medir y caracterizar la demanda de servicios de salud en México es de gran relevancia para construir un sistema de salud que continúe avanzando hacia la cobertura universal y la equidad. Sin embargo, entender las decisiones que se toman en los hogares y que se reflejan en la demanda y la utilización de servicios de salud públicos no es una tarea sencilla.

Es de primordial importancia la consolidación y el robustecimiento de los cimientos del sistema de salud: los servicios de atención primaria y de salud pública.

En 2019, 52% de la población vivía en localidades de 100 000 habitantes o menos que concentran a la población más pobre. En el diseño del sistema de acceso universal y gratuito a los servicios de salud y medicamentos asociados que realiza la actual administración, es fundamental contar con información actualizada y fidedigna sobre las condiciones de salud de la población y el desempeño de los sistemas de salud, es decir, es fácil debatir en redes y más fácil comentar sin conocer un sistema de salud pública.

De gran relevancia es contar con información sobre la población más desprotegida. Con base en lo anterior, el propósito sería aportar información sobre la salud y sus determinantes a los sectores gubernamentales involucrados en el desarrollo y a la sociedad en general, así como la respuesta del Sector Salud ante dichos problemas en la población que habita en localidades pequeñas y, en particular, en la población más vulnerable.

Se estima que 43% (249 millones) de los niños menores de cinco años que habitan en países de bajos y medianos ingresos del mundo tiene un alto riesgo de sufrir deficiencias en su desarrollo debido a la extrema pobreza y al retraso en el crecimiento. En hogares indígenas, los menores que asisten a preescolar tienen un nivel inferior de lenguaje en comparación con los que asisten a instituciones privadas o preescolar general.

En esta misma línea, la prevalencia de anemia también fue mayor para los menores que pertenecían a un hogar indígena. Asimismo, se documentan una baja cobertura del esquema básico de vacunación, pese a que las Semanas Nacionales de Salud se capta un número importante de vacunados, en ocasiones existe resistencia por parte de los padres por desconocimiento mismo del tema.

En el caso de la alimentación, se dice que estar con el estómago lleno no siempre es estar bien nutrido. Las prevalencias de anemia son superiores en niños menores de 5 años y pertenecientes a hogares indígenas. Cabe destacar que las deficiencias de zinc y anemia son altamente frecuentes en niños menores de dos años en el nivel socioeconómico bajo, lo que afecta en promedio a 1 de cada 3 niños en el caso de zinc ya 1 de cada 4 en anemia, periodo donde las consecuencias a largo plazo de estas condiciones de nutrición son irreversibles si no se corrigen oportunamente.

En México prevalecen desigualdades en la población en condiciones de pobreza, por lo tanto, es necesario desarrollar iniciativas públicas con mayor eficacia y que sean capaces de identificar diferencias en grupos vulnerables para incidir de forma efectiva en las desigualdades en salud, en particular, y avanzar hacia una mayor equidad social.

A pesar de los avances durante los últimos 15 años en la cobertura de servicios de salud y la protección financiera en México, el Sistema de Salud en nuestro país no ha conseguido aún el acceso efectivo a la salud para todos los mexicanos.

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El Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 propone “promover y garantizar el acceso efectivo, universal y gratuito de la población a los servicios de salud, la asistencia social y los medicamentos”. Lo anterior requiere de un sistema de salud en que los diversos niveles de atención estén fortalecidos. Seguro Popular ya no existe, hoy Insabi se encarga de la salud del país y nos guste o no, se tiene que dar paso hacia delante para lograr el objetivo del Plan Nacional.

Medir y caracterizar la demanda de servicios de salud en México es de gran relevancia para construir un sistema de salud que continúe avanzando hacia la cobertura universal y la equidad. Sin embargo, entender las decisiones que se toman en los hogares y que se reflejan en la demanda y la utilización de servicios de salud públicos no es una tarea sencilla.

Es de primordial importancia la consolidación y el robustecimiento de los cimientos del sistema de salud: los servicios de atención primaria y de salud pública.

En 2019, 52% de la población vivía en localidades de 100 000 habitantes o menos que concentran a la población más pobre. En el diseño del sistema de acceso universal y gratuito a los servicios de salud y medicamentos asociados que realiza la actual administración, es fundamental contar con información actualizada y fidedigna sobre las condiciones de salud de la población y el desempeño de los sistemas de salud, es decir, es fácil debatir en redes y más fácil comentar sin conocer un sistema de salud pública.

De gran relevancia es contar con información sobre la población más desprotegida. Con base en lo anterior, el propósito sería aportar información sobre la salud y sus determinantes a los sectores gubernamentales involucrados en el desarrollo y a la sociedad en general, así como la respuesta del Sector Salud ante dichos problemas en la población que habita en localidades pequeñas y, en particular, en la población más vulnerable.

Se estima que 43% (249 millones) de los niños menores de cinco años que habitan en países de bajos y medianos ingresos del mundo tiene un alto riesgo de sufrir deficiencias en su desarrollo debido a la extrema pobreza y al retraso en el crecimiento. En hogares indígenas, los menores que asisten a preescolar tienen un nivel inferior de lenguaje en comparación con los que asisten a instituciones privadas o preescolar general.

En esta misma línea, la prevalencia de anemia también fue mayor para los menores que pertenecían a un hogar indígena. Asimismo, se documentan una baja cobertura del esquema básico de vacunación, pese a que las Semanas Nacionales de Salud se capta un número importante de vacunados, en ocasiones existe resistencia por parte de los padres por desconocimiento mismo del tema.

En el caso de la alimentación, se dice que estar con el estómago lleno no siempre es estar bien nutrido. Las prevalencias de anemia son superiores en niños menores de 5 años y pertenecientes a hogares indígenas. Cabe destacar que las deficiencias de zinc y anemia son altamente frecuentes en niños menores de dos años en el nivel socioeconómico bajo, lo que afecta en promedio a 1 de cada 3 niños en el caso de zinc ya 1 de cada 4 en anemia, periodo donde las consecuencias a largo plazo de estas condiciones de nutrición son irreversibles si no se corrigen oportunamente.

En México prevalecen desigualdades en la población en condiciones de pobreza, por lo tanto, es necesario desarrollar iniciativas públicas con mayor eficacia y que sean capaces de identificar diferencias en grupos vulnerables para incidir de forma efectiva en las desigualdades en salud, en particular, y avanzar hacia una mayor equidad social.