/ martes 26 de marzo de 2019

Salud y bienestar | Los antivacunas

Las vacunas son una de las historias de éxito más grandes en salud pública. Su uso rutinario en todo el mundo ha erradicado la viruela, casi terminado con la poliomielitis y reducido los brotes de sarampión, tosferina y otras enfermedades a mínimos históricos. Además, las vacunas son nuestra mejor defensa contra enfermedades infecciosas, especialmente en las regiones endémicas. En los pacientes con inmunodeficiencias, las vacunas podrían desempeñar un papel importante en la prevención de infecciones causadas por enfermedades prevenibles por vacunación. Sin embargo, la decisión de inmunizar o no a dichos pacientes ha causado controversa por conspiranoicos que dicen que causan daño y no su verdadero propósito: protegernos de enfermedades.

Desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se emitió una alerta porque 11 países de la región han registrado casos de sarampión. En 2016 la OPS había declarado libre de sarampión a la región. Es decir, si está presente en otros sectores del mundo, el virus se importa. Pero Estados Unidos no es el único país que se enfrenta a quienes se oponen a las vacunas: a pesar de que existe una vacuna ampliamente disponible, el sarampión provocó 110,000 muertes en todo el mundo en 2017, principalmente, de niños de menos de cinco años. En todo el mundo, partidos de derecha difunden propaganda antivacunas, y ciertos grupos religiosos, junto con sistemas inadecuados de atención a la salud, no hacen más que complicar el problema. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que la reticencia a la vacunación es una de las mayores amenazas para la salud en 2019. La propagación de las ideas antivacunas están teniendo consecuencias evidentes en la población mundial. El brote de sarampión -un virus que se daba por dominado y casi enterrado hace algunos años- ha cobrado 37 víctimas en Europa y en Latinoamérica ya está presente en 11 países. Los especialistas señalan que urge una campaña que ayude a desmitificar rumores como que, por ejemplo, las vacunas provocan autismo. En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) emitieron en 2018 una Alerta de Nivel 1, en la que advertían a los viajeros estadounidenses que debían asegurarse de estar vacunados contra el sarampión antes de viajar a Francia. La vacunas no solo son para la edad escolar en los niños, también hay vacunas que se deben administrar en la edad adulta para proteger al individuo de ciertas enfermedades infecciosas que pueden poner en riesgo su vida. El problema de los anti vacunas son ya, un problema de salud pública.


Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

Las vacunas son una de las historias de éxito más grandes en salud pública. Su uso rutinario en todo el mundo ha erradicado la viruela, casi terminado con la poliomielitis y reducido los brotes de sarampión, tosferina y otras enfermedades a mínimos históricos. Además, las vacunas son nuestra mejor defensa contra enfermedades infecciosas, especialmente en las regiones endémicas. En los pacientes con inmunodeficiencias, las vacunas podrían desempeñar un papel importante en la prevención de infecciones causadas por enfermedades prevenibles por vacunación. Sin embargo, la decisión de inmunizar o no a dichos pacientes ha causado controversa por conspiranoicos que dicen que causan daño y no su verdadero propósito: protegernos de enfermedades.

Desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se emitió una alerta porque 11 países de la región han registrado casos de sarampión. En 2016 la OPS había declarado libre de sarampión a la región. Es decir, si está presente en otros sectores del mundo, el virus se importa. Pero Estados Unidos no es el único país que se enfrenta a quienes se oponen a las vacunas: a pesar de que existe una vacuna ampliamente disponible, el sarampión provocó 110,000 muertes en todo el mundo en 2017, principalmente, de niños de menos de cinco años. En todo el mundo, partidos de derecha difunden propaganda antivacunas, y ciertos grupos religiosos, junto con sistemas inadecuados de atención a la salud, no hacen más que complicar el problema. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que la reticencia a la vacunación es una de las mayores amenazas para la salud en 2019. La propagación de las ideas antivacunas están teniendo consecuencias evidentes en la población mundial. El brote de sarampión -un virus que se daba por dominado y casi enterrado hace algunos años- ha cobrado 37 víctimas en Europa y en Latinoamérica ya está presente en 11 países. Los especialistas señalan que urge una campaña que ayude a desmitificar rumores como que, por ejemplo, las vacunas provocan autismo. En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) emitieron en 2018 una Alerta de Nivel 1, en la que advertían a los viajeros estadounidenses que debían asegurarse de estar vacunados contra el sarampión antes de viajar a Francia. La vacunas no solo son para la edad escolar en los niños, también hay vacunas que se deben administrar en la edad adulta para proteger al individuo de ciertas enfermedades infecciosas que pueden poner en riesgo su vida. El problema de los anti vacunas son ya, un problema de salud pública.


Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.