/ martes 23 de marzo de 2021

Salud y bienestar | Los niños de hoy

A lo largo de los años, la innovación tecnológica ha transformado los medios electrónicos y su papel en la vida de las personas, de tal forma que en la actualidad la mayoría de niños comienzan a utilizar medios digitales entre los 12 y 24 meses de edad. Es muy cómodo en ocasiones para los padres dejar al niño con una tableta o un teléfono celular, pero, ¿qué tan sano o perjudicial puede ser esto?

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Durante la última década, ha aumentado la cantidad de niños y adolescentes que utilizan tecnología digital a diario, alterando drásticamente la interacción de los mismos con su entorno y elementos de su estilo de vida, tales como sueño, actividad física y alimentación; generando efectos negativos a corto y largo plazo.

El tiempo de pantalla se refiere al tiempo de visualización prolongado de varios tipos de pantallas, como computadoras, televisores, videojuegos y celulares y tabletas. El mismo se ha asociado tanto a beneficios como riesgos para la salud de niños y adolescentes. Los beneficios incluyen la exposición a nuevas ideas y adquisición de conocimiento, mayores oportunidades de contacto social y facilidad para acceder a mensajes e información de promoción de la salud.

Los riesgos incluyen efectos negativos para la salud con respecto al peso, el sueño y el estado de ánimo, exposición a contenido y contactos inapropiados o inseguros, además de privacidad y confidencialidad comprometidas. Varias revisiones mencionan que actualmente, los niños menores de 5 años prefieren la televisión sobre otros dispositivos de medios digitales, mientras que los niños mayores prefieren las computadoras y celulares.

El tiempo de pantalla excesivo se ha asociado con deficiencias en el desarrollo de habilidades motoras, el desarrollo del lenguaje y el bienestar conductual, psicosocial, académico y físico. Diversos estudios han demostrado que los signos de uso problemático incluyen: quejarse de estar aburrido o infeliz cuando no tienen acceso a pantallas, emociones negativas después de usar las pantallas, comportamiento desafiante sobre los límites de la pantalla e interferencia con las rutinas diarias cuando se utilizan las pantallas.

La mala alimentación y los estilos de vida sedentarios se han citado como dos de los predictores más importantes de desarrollar y mantener el sobrepeso y la obesidad. La evidencia sugiere que el comportamiento sedentario basado en pantallas puede ser más importante que el sedentarismo en general para predecir la obesidad en niños.

Por otro lado, el aumento de la visualización de pantallas se ha asociado a cambios perjudiciales en la dieta que influyen en el aumento de peso, pues el tiempo dedicado a mirar televisión o jugar en la computadora está inversamente relacionado con la calidad de la dieta entre los niños.

La Academia Americana de Pediatría sugiere educar a los padres con las siguientes recomendaciones: Educar sobre el desarrollo del cerebro en los primeros años y la importancia del juego práctico y social para desarrollar habilidades lingüísticas, cognitivas y socioemocionales; mantener todos los dispositivos de pantalla (televisores, videojuegos, computadoras, tabletas y smartphones) fuera de los dormitorios de los niños; Evitar usar los medios como la única forma de calmar a los hijos; el contenido importa: Evitar programas violentos y/o de miedo; evitar pasar tiempo frente a la pantalla durante las comidas y una hora antes de acostarse; fijar límites apropiados para la edad del niño con respecto al tiempo que pasa frente a una pantalla, ya que esto ayuda al niño a hacer más actividad física, elegir opciones de alimentos más saludables y mantener un peso saludable.

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Por otro lado, se debe concientizar a la población de los efectos nocivos del tiempo de pantalla excesivo con respecto al comportamiento sedentario, así como dar instrucciones a los padres y cuidadores de que deben actuar como modelos a seguir, creando un ambiente que promueva y modele la actividad física.

A lo largo de los años, la innovación tecnológica ha transformado los medios electrónicos y su papel en la vida de las personas, de tal forma que en la actualidad la mayoría de niños comienzan a utilizar medios digitales entre los 12 y 24 meses de edad. Es muy cómodo en ocasiones para los padres dejar al niño con una tableta o un teléfono celular, pero, ¿qué tan sano o perjudicial puede ser esto?

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Durante la última década, ha aumentado la cantidad de niños y adolescentes que utilizan tecnología digital a diario, alterando drásticamente la interacción de los mismos con su entorno y elementos de su estilo de vida, tales como sueño, actividad física y alimentación; generando efectos negativos a corto y largo plazo.

El tiempo de pantalla se refiere al tiempo de visualización prolongado de varios tipos de pantallas, como computadoras, televisores, videojuegos y celulares y tabletas. El mismo se ha asociado tanto a beneficios como riesgos para la salud de niños y adolescentes. Los beneficios incluyen la exposición a nuevas ideas y adquisición de conocimiento, mayores oportunidades de contacto social y facilidad para acceder a mensajes e información de promoción de la salud.

Los riesgos incluyen efectos negativos para la salud con respecto al peso, el sueño y el estado de ánimo, exposición a contenido y contactos inapropiados o inseguros, además de privacidad y confidencialidad comprometidas. Varias revisiones mencionan que actualmente, los niños menores de 5 años prefieren la televisión sobre otros dispositivos de medios digitales, mientras que los niños mayores prefieren las computadoras y celulares.

El tiempo de pantalla excesivo se ha asociado con deficiencias en el desarrollo de habilidades motoras, el desarrollo del lenguaje y el bienestar conductual, psicosocial, académico y físico. Diversos estudios han demostrado que los signos de uso problemático incluyen: quejarse de estar aburrido o infeliz cuando no tienen acceso a pantallas, emociones negativas después de usar las pantallas, comportamiento desafiante sobre los límites de la pantalla e interferencia con las rutinas diarias cuando se utilizan las pantallas.

La mala alimentación y los estilos de vida sedentarios se han citado como dos de los predictores más importantes de desarrollar y mantener el sobrepeso y la obesidad. La evidencia sugiere que el comportamiento sedentario basado en pantallas puede ser más importante que el sedentarismo en general para predecir la obesidad en niños.

Por otro lado, el aumento de la visualización de pantallas se ha asociado a cambios perjudiciales en la dieta que influyen en el aumento de peso, pues el tiempo dedicado a mirar televisión o jugar en la computadora está inversamente relacionado con la calidad de la dieta entre los niños.

La Academia Americana de Pediatría sugiere educar a los padres con las siguientes recomendaciones: Educar sobre el desarrollo del cerebro en los primeros años y la importancia del juego práctico y social para desarrollar habilidades lingüísticas, cognitivas y socioemocionales; mantener todos los dispositivos de pantalla (televisores, videojuegos, computadoras, tabletas y smartphones) fuera de los dormitorios de los niños; Evitar usar los medios como la única forma de calmar a los hijos; el contenido importa: Evitar programas violentos y/o de miedo; evitar pasar tiempo frente a la pantalla durante las comidas y una hora antes de acostarse; fijar límites apropiados para la edad del niño con respecto al tiempo que pasa frente a una pantalla, ya que esto ayuda al niño a hacer más actividad física, elegir opciones de alimentos más saludables y mantener un peso saludable.

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Por otro lado, se debe concientizar a la población de los efectos nocivos del tiempo de pantalla excesivo con respecto al comportamiento sedentario, así como dar instrucciones a los padres y cuidadores de que deben actuar como modelos a seguir, creando un ambiente que promueva y modele la actividad física.