/ martes 31 de diciembre de 2019

Salud y bienestar | Tratamientos a medias

La falta de adhesión del paciente a los medicamentos recetados plantea un reto importante a la comunidad global de la salud, por lo que se ha convertido en un tema de gran interés y objeto de gran cantidad de estudios; es por ello que, desde hace varias décadas, se han llevado a cabo múltiples investigaciones, algunas de manera intensiva, para mejorar la adherencia a los medicamentos, las cuales sólo han mostrado resultados modestos y apenas concluyentes. Abandonar tratamiento, olvidarlo o hasta dejarlos de tomar por múltiples causas, no ayuda a mejorar, pero de esto no todos los pacientes hacen conciencia ¿o sí?

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) define “adherencia terapéutica” como el grado en que el comportamiento de una persona, tomar el medicamento, seguir un régimen alimentario y ejecutar cambios del modo de vida, se corresponde con las recomendaciones acordadas de un prestador de asistencia sanitaria.

Para hacer referencia a la puesta en práctica o a la ejecución de las recomendaciones de salud y/o terapéuticas se han utilizado indistintamente los términos “cumplimiento” y “adherencia”.

Hablar de cumplimiento refleja una conducta meramente pasiva (por parte del paciente) o activa (por parte del médico y/o personal sanitario), dando así importancia o “culpando” sólo a una de las dos partes.

Por otro lado, la adherencia terapéutica implica una diversidad de conductas, siendo considerada como un fenómeno múltiple y complejo y refiriéndose al grado en el que el comportamiento del paciente coincide con las recomendaciones acordadas entre el profesional sanitario y el paciente.

Por lo tanto, este término engloba responsabilidad de las “dos partes” (paciente y médico), donde resalta tanto la participación activa del paciente como la responsabilidad del médico para crear una adecuada comunicación que facilite la toma de decisiones compartidas.

En los países desarrollados, las tasas de adherencia al tratamiento en enfermedades crónicas se sitúa alrededor del 50% (uno de cada dos pacientes), aunque la tasa de incumplimiento puede variar mucho según la patología; esta cifra es considerablemente menor en los países en vías de desarrollo. Por lo anterior, se ha visto que el incumplimiento del tratamiento es la principal causa de que no se obtengan todos los beneficios que los medicamentos pueden proporcionar a los pacientes, lo que convierte a la adherencia en uno de los aspectos fundamentales para el manejo de las enfermedades.

Resulta sorprendente que, a pesar de que actualmente es sumamente conocida la baja adherencia terapéutica, en la práctica clínica diaria seguimos sin integrar este hecho como la primera causa de fracaso de un tratamiento, recurriendo frecuentemente a la intensificación de medicamentos o pruebas innecesarias que pueden poner en riesgo al paciente.

La FDA está estudiando acciones y actividades en la práctica médica y en la atención de la salud para mejorar la adherencia terapéutica; entre ellas destacan la creación de medicamentos genéricos para reducir costos de los mismos y el sistema Sentinel, el cual es un sistema de vigilancia que permite al médico mejorar el conocimiento sobre la seguridad de los medicamentos y efectos adversos de los mismos.

La adhesión al tratamiento es una conducta de salud clave en las personas que padecen enfermedades crónicas, tomar su tratamiento es clave para su control, olvidarlo o no ser regular en las tomas repercutirá de una u otra manera en su enfermedad y no será para bien. Hay que tener cuidado.

La falta de adhesión del paciente a los medicamentos recetados plantea un reto importante a la comunidad global de la salud, por lo que se ha convertido en un tema de gran interés y objeto de gran cantidad de estudios; es por ello que, desde hace varias décadas, se han llevado a cabo múltiples investigaciones, algunas de manera intensiva, para mejorar la adherencia a los medicamentos, las cuales sólo han mostrado resultados modestos y apenas concluyentes. Abandonar tratamiento, olvidarlo o hasta dejarlos de tomar por múltiples causas, no ayuda a mejorar, pero de esto no todos los pacientes hacen conciencia ¿o sí?

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) define “adherencia terapéutica” como el grado en que el comportamiento de una persona, tomar el medicamento, seguir un régimen alimentario y ejecutar cambios del modo de vida, se corresponde con las recomendaciones acordadas de un prestador de asistencia sanitaria.

Para hacer referencia a la puesta en práctica o a la ejecución de las recomendaciones de salud y/o terapéuticas se han utilizado indistintamente los términos “cumplimiento” y “adherencia”.

Hablar de cumplimiento refleja una conducta meramente pasiva (por parte del paciente) o activa (por parte del médico y/o personal sanitario), dando así importancia o “culpando” sólo a una de las dos partes.

Por otro lado, la adherencia terapéutica implica una diversidad de conductas, siendo considerada como un fenómeno múltiple y complejo y refiriéndose al grado en el que el comportamiento del paciente coincide con las recomendaciones acordadas entre el profesional sanitario y el paciente.

Por lo tanto, este término engloba responsabilidad de las “dos partes” (paciente y médico), donde resalta tanto la participación activa del paciente como la responsabilidad del médico para crear una adecuada comunicación que facilite la toma de decisiones compartidas.

En los países desarrollados, las tasas de adherencia al tratamiento en enfermedades crónicas se sitúa alrededor del 50% (uno de cada dos pacientes), aunque la tasa de incumplimiento puede variar mucho según la patología; esta cifra es considerablemente menor en los países en vías de desarrollo. Por lo anterior, se ha visto que el incumplimiento del tratamiento es la principal causa de que no se obtengan todos los beneficios que los medicamentos pueden proporcionar a los pacientes, lo que convierte a la adherencia en uno de los aspectos fundamentales para el manejo de las enfermedades.

Resulta sorprendente que, a pesar de que actualmente es sumamente conocida la baja adherencia terapéutica, en la práctica clínica diaria seguimos sin integrar este hecho como la primera causa de fracaso de un tratamiento, recurriendo frecuentemente a la intensificación de medicamentos o pruebas innecesarias que pueden poner en riesgo al paciente.

La FDA está estudiando acciones y actividades en la práctica médica y en la atención de la salud para mejorar la adherencia terapéutica; entre ellas destacan la creación de medicamentos genéricos para reducir costos de los mismos y el sistema Sentinel, el cual es un sistema de vigilancia que permite al médico mejorar el conocimiento sobre la seguridad de los medicamentos y efectos adversos de los mismos.

La adhesión al tratamiento es una conducta de salud clave en las personas que padecen enfermedades crónicas, tomar su tratamiento es clave para su control, olvidarlo o no ser regular en las tomas repercutirá de una u otra manera en su enfermedad y no será para bien. Hay que tener cuidado.