/ martes 27 de abril de 2021

Salud y bienestar | Una tercera ola

En la actualidad estamos ante una inminente tercera ola de contagios. En los últimos días se han registrado en promedio más de 3 mil 500 casos de personas contagiadas por el virus de Covid-19 y eso refleja que seguimos ante una pandemia descontrolada.

La OMS recomienda mantener una distancia de, al menos, un metro y medio con los demás. Es una medida general que todas las personas deben adoptar, incluso si se encuentran bien y no han tenido una exposición a Covid-19.

Desde hace 20 días que comenzaron las campañas electorales, todos los candidatos han incumplido con el protocolo sanitario que recomendó el INE para la realización de actos masivos, y por lo tanto han sido poco empáticos con las personas que se han enfermado de Covid-19, o que han perdido a uno o más miembros de su familia.

En prácticamente todos los actos de campaña hay incumplimiento a las medidas preventivas. Hay candidatas y candidatos que congregan a cientos de personas en lugares cerrados y sin ventilación; abrazan a los ciudadanos y, desde luego, no guardan la sana distancia. Se vanaglorian con actos llenos de gente sin la llamada sana distancia y peor aún, no se percatan del uso de cubrebocas. Se les ve realizando recorridos (con poca gente, hasta eso) y recorriendo las calles sin cubrebocas y saludando de mano a la población, siendo irresponsables en la salud y que posteriormente lo harán en su respectivo cargo (si es que llegan).

Ahora bien, el 6 de abril se emitió la Política Nacional de Vacunación contra el virus SARS-CoV-2 para la prevención de Covid-19 en México. En ella se comunica información importante: tenemos en el país 5 vacunas disponibles de acuerdo con la autorización de uso de emergencia, 4 de ellas requieren dos dosis y la de CanSino sólo una. Al día de hoy se han vacunado casi 15 millones de adultos y aún faltan 75 millones más. Se recorrió el calendario, originalmente programado en el mes de diciembre, y se aplazó la vacunación para el grupo de edad de 50 a 59 años. Y hace una acotación respecto al nivel de exposición del personal de salud y la resistencia a vacunar al personal que trabaja en el sector privado, un desprecio inexplicable.

La autoridad ha insistido que los criterios para la vacunación son los siguientes: edad de las personas, comorbilidades, grupos de atención prioritaria y comportamiento de la pandemia. No obstante, la autoridad sanitaria federal ya “metió a la fila” a los maestros. Esta estrategia de vacunación ha sido improvisada, se han tomado decisiones tardías y fallidas.

El modelo de comunicación del Gobierno federal está agotado y no ha provocado que se mitiguen los contagios ni las defunciones. Existe un riesgo latente de enfermar o morir en México. Pensemos en salud, porque hay otros padecimientos que se han desplazado y ya no pueden esperar.

El subsecretario López-Gatell ha admitido que le preocupa una tercera ola, como la que ha endurecido las restricciones en el resto del mundo para contener los contagios de coronavirus. Los dos primeros golpes de la pandemia dejaron a México como el tercer país del mundo con más exceso de mortalidad.

Las cifras actualizadas sobre el exceso de mortalidad publicadas por la Secretaría de Salud muestran que hay un desfase de 294,287 fallecimientos “asociados con coronavirus”, un 61.4% más que las muertes por la enfermedad comunicadas oficialmente hasta la fecha. Estadísticas nada alentadoras para una tercera ola.

En la actualidad estamos ante una inminente tercera ola de contagios. En los últimos días se han registrado en promedio más de 3 mil 500 casos de personas contagiadas por el virus de Covid-19 y eso refleja que seguimos ante una pandemia descontrolada.

La OMS recomienda mantener una distancia de, al menos, un metro y medio con los demás. Es una medida general que todas las personas deben adoptar, incluso si se encuentran bien y no han tenido una exposición a Covid-19.

Desde hace 20 días que comenzaron las campañas electorales, todos los candidatos han incumplido con el protocolo sanitario que recomendó el INE para la realización de actos masivos, y por lo tanto han sido poco empáticos con las personas que se han enfermado de Covid-19, o que han perdido a uno o más miembros de su familia.

En prácticamente todos los actos de campaña hay incumplimiento a las medidas preventivas. Hay candidatas y candidatos que congregan a cientos de personas en lugares cerrados y sin ventilación; abrazan a los ciudadanos y, desde luego, no guardan la sana distancia. Se vanaglorian con actos llenos de gente sin la llamada sana distancia y peor aún, no se percatan del uso de cubrebocas. Se les ve realizando recorridos (con poca gente, hasta eso) y recorriendo las calles sin cubrebocas y saludando de mano a la población, siendo irresponsables en la salud y que posteriormente lo harán en su respectivo cargo (si es que llegan).

Ahora bien, el 6 de abril se emitió la Política Nacional de Vacunación contra el virus SARS-CoV-2 para la prevención de Covid-19 en México. En ella se comunica información importante: tenemos en el país 5 vacunas disponibles de acuerdo con la autorización de uso de emergencia, 4 de ellas requieren dos dosis y la de CanSino sólo una. Al día de hoy se han vacunado casi 15 millones de adultos y aún faltan 75 millones más. Se recorrió el calendario, originalmente programado en el mes de diciembre, y se aplazó la vacunación para el grupo de edad de 50 a 59 años. Y hace una acotación respecto al nivel de exposición del personal de salud y la resistencia a vacunar al personal que trabaja en el sector privado, un desprecio inexplicable.

La autoridad ha insistido que los criterios para la vacunación son los siguientes: edad de las personas, comorbilidades, grupos de atención prioritaria y comportamiento de la pandemia. No obstante, la autoridad sanitaria federal ya “metió a la fila” a los maestros. Esta estrategia de vacunación ha sido improvisada, se han tomado decisiones tardías y fallidas.

El modelo de comunicación del Gobierno federal está agotado y no ha provocado que se mitiguen los contagios ni las defunciones. Existe un riesgo latente de enfermar o morir en México. Pensemos en salud, porque hay otros padecimientos que se han desplazado y ya no pueden esperar.

El subsecretario López-Gatell ha admitido que le preocupa una tercera ola, como la que ha endurecido las restricciones en el resto del mundo para contener los contagios de coronavirus. Los dos primeros golpes de la pandemia dejaron a México como el tercer país del mundo con más exceso de mortalidad.

Las cifras actualizadas sobre el exceso de mortalidad publicadas por la Secretaría de Salud muestran que hay un desfase de 294,287 fallecimientos “asociados con coronavirus”, un 61.4% más que las muertes por la enfermedad comunicadas oficialmente hasta la fecha. Estadísticas nada alentadoras para una tercera ola.