/ jueves 14 de julio de 2022

Sin medias tintas | La incertidumbre

La incertidumbre cabalga como jinete del Apocalipsis en México. Hoy, 66 de cada 100 mexicanos se sienten más inseguros, ha disminuido la confianza en el Ejército, en las instituciones y hasta para invertir en el país y, por si fuera poco, será ínfimo el crecimiento de la economía nacional durante el 2022.

Cabalga acompañando al caballo blanco de la conquista, montado por el crimen organizado que cada día va ganando más espacios; al caballo pálido de la muerte, dirigido por el coronavirus y los homicidios dolosos; y al caballo negro del hambre, jineteado por la inflación y el índice de precios al consumidor.

Se siente la incertidumbre entre los ciudadanos porque cada vez somos más indiferentes a lo que sucede a nuestro entorno, y creemos que estando en popa nada nos pasará porque el agua entra por la proa.

Hace tiempo escribí acerca de la importancia de discernir la información que nos llega por todas partes —en especial las redes sociales— y lo vital que resulta la participación de la educación en todo esto, porque hay personas que buscan formas cada vez más elaboradas para lastimar o afectar a sus congéneres y es necesario estar preparados.

Quizá sea cierto eso de que no hay peor enemigo para un mexicano que otro mexicano. Ya todo es inseguro y ningún aspecto de la vida social está a salvo. La gente sigue cayendo en las estafas, las extorsiones y los cobros de piso, y si a esto le añadimos la falta de confianza en las autoridades, le ayudamos cada vez más a los jinetes.

No son pocas las personas que han sido estafadas con la renta de casas vía Facebook, por ejemplo. Existe una red sofisticada que busca anuncios de casas en venta a través de esa red social y aprovecha las fotografías exhibidas y la información proporcionada para ofertarlas como casas en renta.

En Bahía Kino ya se han presentado varios casos. El más sonado es el de una familia de Chihuahua que pagó 10 mil pesos por adelantado por la renta durante un mes de una casa que realmente estaba en venta. De seguro sintieron una gran desilusión al darse cuenta de que los habían estafado.

Hermosillo también lleva varios casos, y es una práctica que se ha dado en todas las colonias, sin importar estatus. Imagínese la sorpresa de una propietaria que estaba firmando el acuerdo de compraventa en su casa, y al salir se topa con dos familias —muebles incluidos— que iban por las llaves porque habían rentado el inmueble. Una pagó 500 pesos para apartarla y la otra pagó 2,000 pesos por el primer mes. Al menos la familia que pagó los 500 pesos fue más suspicaz.

¿Y cómo es posible que esas personas depositen por adelantado?, ¿cómo es posible que sucedan esas cosas en pleno siglo XXI?, se preguntará usted.

Pues, bienvenido al club.


La incertidumbre cabalga como jinete del Apocalipsis en México. Hoy, 66 de cada 100 mexicanos se sienten más inseguros, ha disminuido la confianza en el Ejército, en las instituciones y hasta para invertir en el país y, por si fuera poco, será ínfimo el crecimiento de la economía nacional durante el 2022.

Cabalga acompañando al caballo blanco de la conquista, montado por el crimen organizado que cada día va ganando más espacios; al caballo pálido de la muerte, dirigido por el coronavirus y los homicidios dolosos; y al caballo negro del hambre, jineteado por la inflación y el índice de precios al consumidor.

Se siente la incertidumbre entre los ciudadanos porque cada vez somos más indiferentes a lo que sucede a nuestro entorno, y creemos que estando en popa nada nos pasará porque el agua entra por la proa.

Hace tiempo escribí acerca de la importancia de discernir la información que nos llega por todas partes —en especial las redes sociales— y lo vital que resulta la participación de la educación en todo esto, porque hay personas que buscan formas cada vez más elaboradas para lastimar o afectar a sus congéneres y es necesario estar preparados.

Quizá sea cierto eso de que no hay peor enemigo para un mexicano que otro mexicano. Ya todo es inseguro y ningún aspecto de la vida social está a salvo. La gente sigue cayendo en las estafas, las extorsiones y los cobros de piso, y si a esto le añadimos la falta de confianza en las autoridades, le ayudamos cada vez más a los jinetes.

No son pocas las personas que han sido estafadas con la renta de casas vía Facebook, por ejemplo. Existe una red sofisticada que busca anuncios de casas en venta a través de esa red social y aprovecha las fotografías exhibidas y la información proporcionada para ofertarlas como casas en renta.

En Bahía Kino ya se han presentado varios casos. El más sonado es el de una familia de Chihuahua que pagó 10 mil pesos por adelantado por la renta durante un mes de una casa que realmente estaba en venta. De seguro sintieron una gran desilusión al darse cuenta de que los habían estafado.

Hermosillo también lleva varios casos, y es una práctica que se ha dado en todas las colonias, sin importar estatus. Imagínese la sorpresa de una propietaria que estaba firmando el acuerdo de compraventa en su casa, y al salir se topa con dos familias —muebles incluidos— que iban por las llaves porque habían rentado el inmueble. Una pagó 500 pesos para apartarla y la otra pagó 2,000 pesos por el primer mes. Al menos la familia que pagó los 500 pesos fue más suspicaz.

¿Y cómo es posible que esas personas depositen por adelantado?, ¿cómo es posible que sucedan esas cosas en pleno siglo XXI?, se preguntará usted.

Pues, bienvenido al club.