Este semestre la pandemia nos obligó a retomar de nuevo las clases en línea en todos los niveles y, como se ha comentado en muchas ocasiones, la infraestructura educativa no estaba preparada para hacer frente a esta inesperada situación, pero tampoco lo estaban las grandes corporaciones que proporcionan servicios digitales como Google, Microsoft, Apple por mencionar las más conocidas, de modo que sus plataformas para videoconferencias se vieron rebasadas ante la demanda de proporcionar servicios para los cuales no fueron creadas. Fue así que aplicaciones creadas para llamadas personales o reuniones de negocios tuvieron que convertirse en aulas virtuales, con todos los problemas que ello implicó desde la imposibilidad de escribir en un pizarrón, hasta la saturación de la plataforma y por consiguiente la imposibilidad de acceder a ella o la intermitente desconexión a la plataforma, lo cual corta el ritmo de las clases.
A los que nos ha tocado vivir esta transición forzada de las clases presenciales a las clases en línea, nos ha tocado también enfrentarnos con el uso de plataformas que desconocíamos, con actualizaciones de las mismas que si bien solucionan problemas que se presentaron con su uso intensivo, crean otros al incluir funciones nuevas o cambiar las interfaces para que su uso sea más fácil. Aunque en teoría esto debería ayudarnos, no lo hace del todo porque es prácticamente imposible que en cada escuela haya personal exclusivamente dedicado a seguir la evolución de estas plataformas para después capacitar a su personal docente.
La conectividad a Internet es otro problema. Una vez pregunté a gente especializada en el tema si en Sonora había problemas de conectividad, para mi sorpresa me respondieron que no sin embargo ello no significa que esté al alcance de y eso sí es un grave problema, pues sin Internet no hay posibilidad de tomar una clase en línea.
Sigue a El Sol de Hermosillo en Google News y mantente informado con las noticias más recientes
Otra variable relacionada con las clases en línea tiene que ver con la capacitación a los y las estudiantes, quienes han tenido que aprender sobre la marcha a usar plataformas que desconocían. Cuando veo niños sentados frente a una pantalla con el mouse en la mano, los cuadernos a un lado, pienso que estoy ante una situación que jamás me pasó por la mente que pudieran presentarse. Me atrevo a pensar que muchos de nosotrxs sentimos lo mismo.
