/ martes 23 de junio de 2020

Tiempos y realidades | La educación infantil en la era del Covid

En los tiempos que vivimos ya es normal hablar de educación vía remota. Todos los niveles de educación han tenido que adaptarse a esta nueva forma de impartir clase, y si bien algunos de nosotros/as hemos tenido problemas para adaptarnos a la modalidad de clases en línea, lo comentamos, tratamos de hallar soluciones creativas a una situación inesperada se nos suele olvidar que en el primer nivel educativo, es decir, preescolar. Este sector de la población escolar también ha tenido que pasar por un periodo de adaptación a la modalidad de clases a distancia, y si bien solemos decir que las y los niños y niñas tienen mucha facilidades para adaptarse al manejo de los nuevos dispositivos inteligentes, llámese Tablet, teléfono o pantallas inteligentes, no es lo mismo que sepan utilizar estos dispositivos para jugar o ver cualquier contenido que les interese en las diversas plataformas de entretenimiento, o toda la red aprovechando las búsquedas por reconocimiento de voz.

ACCEDE A NUESTRA EDICIÓN DIGITAL EN UN SOLO LUGAR Y DESDE CUALQUIER DISPOSITIVO ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!

Sin embargo no es lo mismo el uso de estos dispositivos como fuente de recreación, que utilizarlos como medio para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Tener a un niño de cuatro, cinco o seis años sentado frente a una pantalla viendo al o la docente dar la clase es un suplicio, tanto para el niño que se distrae con facilidad, se aburre o simplemente se levanta y se va, como para las madres y padres de familia que deben estar pendientes del aspecto técnico de la conexión, vigilar que sus hijos/as “no escapen de clase”, así como fungir en muchos casos como intermediaria entre el o la docentes y sus hijos e hijas.

De igual forma resulta difícil que niñas y niños acostumbrados a una dinámica de aprendizaje activo, con compañeros/as con los que interactúan constantemente durante el proceso de enseñanza aprendizaje, de pronto se vean solos, sentados frente a una pantalla sin ninguna interacción física con la o el docente, ni con sus compañeros/as de clase. Si el contexto de la pandemia no mejora para el próximo ciclo escolar, y las clases deben realizar otra vez vía remota, ¿Qué va a pasar con estos niños?, ¿cómo va a afrontar el sector educativo el reto que supone la enseñanza en línea a niños y niñas en nivel preescolar?


En los tiempos que vivimos ya es normal hablar de educación vía remota. Todos los niveles de educación han tenido que adaptarse a esta nueva forma de impartir clase, y si bien algunos de nosotros/as hemos tenido problemas para adaptarnos a la modalidad de clases en línea, lo comentamos, tratamos de hallar soluciones creativas a una situación inesperada se nos suele olvidar que en el primer nivel educativo, es decir, preescolar. Este sector de la población escolar también ha tenido que pasar por un periodo de adaptación a la modalidad de clases a distancia, y si bien solemos decir que las y los niños y niñas tienen mucha facilidades para adaptarse al manejo de los nuevos dispositivos inteligentes, llámese Tablet, teléfono o pantallas inteligentes, no es lo mismo que sepan utilizar estos dispositivos para jugar o ver cualquier contenido que les interese en las diversas plataformas de entretenimiento, o toda la red aprovechando las búsquedas por reconocimiento de voz.

ACCEDE A NUESTRA EDICIÓN DIGITAL EN UN SOLO LUGAR Y DESDE CUALQUIER DISPOSITIVO ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!

Sin embargo no es lo mismo el uso de estos dispositivos como fuente de recreación, que utilizarlos como medio para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Tener a un niño de cuatro, cinco o seis años sentado frente a una pantalla viendo al o la docente dar la clase es un suplicio, tanto para el niño que se distrae con facilidad, se aburre o simplemente se levanta y se va, como para las madres y padres de familia que deben estar pendientes del aspecto técnico de la conexión, vigilar que sus hijos/as “no escapen de clase”, así como fungir en muchos casos como intermediaria entre el o la docentes y sus hijos e hijas.

De igual forma resulta difícil que niñas y niños acostumbrados a una dinámica de aprendizaje activo, con compañeros/as con los que interactúan constantemente durante el proceso de enseñanza aprendizaje, de pronto se vean solos, sentados frente a una pantalla sin ninguna interacción física con la o el docente, ni con sus compañeros/as de clase. Si el contexto de la pandemia no mejora para el próximo ciclo escolar, y las clases deben realizar otra vez vía remota, ¿Qué va a pasar con estos niños?, ¿cómo va a afrontar el sector educativo el reto que supone la enseñanza en línea a niños y niñas en nivel preescolar?