En el gran significado de las situaciones que vivimos, muchas veces nos perdemos en el aquí y el ahora de lo que nos pasa día a día.
Los problemas antes, sólo podía verlos así, como problemas. Después con el tiempo empecé a notar un patrón, siempre los problemas me hicieron crecer como persona y a reforzar mi espíritu.
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Nunca aprendía nada nuevo de la vida cómoda y de esos momentos divertidos, sin embargo, los problemas siempre me enseñaron muchas cosas nuevas de quienes me rodean, pero, sobre todo, de mí.
Cuando aprendí esto, percibí de manera diferente “los problemas”, empecé a verlos como maestros... Ya no como problemas.
Siempre... desde que tengo uso de razón he pensado que hay infinitas soluciones y caminos y que no necesariamente debo atravesar por problemas para aprender los designios de la vida... Entonces empecé a aprender por las experiencias ajenas, y me decía mi padre, recuerdo, "aprende en cabeza ajena".
Ahora la vida me ha acercado otro tipo de maestros: otras personas e incluso las enseñanzas vienen en mi hijo, también de la mascota familiar, en fin, en muchísimas formas.
En otras ocasiones he escrito sobre cómo cada ser, posee una parte de la verdad del todo y porque creo que es esto y no la genética, lo que nos hermana... Nótese que dije cada ser, no cada persona o humano.
No estamos hechos para tener mente colmena, estamos hechos para pensar y sentir diferente... De esa manera podemos crecer juntos en conocimiento, de esa manera cada uno aportamos una pieza más al rompecabezas.
Recuerdo que más o menos a los 7 u 8 años entendí el concepto de la muerte (el concepto propagado y “aceptado” socialmente) no podía creerlo... Lo primero que vino a mi mente fue la posibilidad de la muerte de mis padres y quedarme solo... La posibilidad del desamparo, sentí tristeza, miedo, frustración.
Pero muy internamente sentí que eso no podía ser posible, hasta me acosté y cerré mis ojos para tratar de imaginar cómo se sentiría estar muerto, no existir.
Ahora, no creo, sé, que tal cosa, la muerte, es inexistente, solo hay vida... Es mi percepción, y sé que lo que la mayoría ve como muerte, en realidad es el parto, el nacimiento a otra etapa de vida. Lo malo es que hay partos libres de dolor y otros muy dolorosos, otros bonitos y otros feos... Eso es lo que me inquieta, la forma de partir a la siguiente etapa.
Toco un poquito de este tema, porque actualmente vivimos el parto de una nueva etapa en la humanidad y está siendo doloroso este parto, para unos más para otros menos.
Pero yo comprendo que en este caos mundial provocado por luchas de poderes que no alcanzamos a entender, nos cause tanta incertidumbre y por esto mismo, miedo.
Este cambio planetario se va a dar sí o sí, no importa qué hagamos, cuánto recemos o cuánto luchemos o lo suframos. De hecho, la lucha de los grandes poderes que menciono antes, es la manera de reaccionar de éstos para evitar este cambio o por lo menos caer mejor parados... Pero no importa lo que hagan el cambio simplemente se va a dar, ellos y muchos sólo son víctimas del espejismo del control.
“En el camino que escogemos para evitar nuestro destino, termina siendo el camino que nos conduzca a éste’.
(frase extraída de la película Kung fu panda, dicha por el personaje Ugüey)
También he aprendido que la frase chusca “flojit@ y cooperando” cobra mucha relevancia, porque cuanto más nos resistimos al cambio, más sufrimos y el cambio de igual manera se da, solo que duele más al resistirse.
En este tiempo de aparente caos, es cuando más debemos enfocarnos en permitir que la calma mental sea la que lleve nuestra vida. Como dije, nosotros nada podemos hacer o dejar de hacer en lo que sucede a nuestro alrededor, solo atestiguar la historia… vivimos un momento histórico más grande que el de las 1ra y 2da guerras mundiales juntas. En esos tiempos hubo personas en el planeta que nunca se enteraron que en un momento de sus vidas sucedieron tales conflagraciones en el planeta. Lo que hoy está pasando, está tocando a cada persona de todo este mundo… Nosotros somos testigos de la historia y prefiero verme como testigo y no como víctima, escojo ser viajero del tiempo, testigo de la historia.
Como dije, existen infinitos caminos y siempre podemos encontrar caminos de paz, pero para encontrar paz y tranquilidad, éstas, deben anidar primero en nuestro ser, para materializarse a nuestro alrededor.
Gustavo Tena H. Fotógrafo profesional y ciudadano.
