/ martes 24 de agosto de 2021

Un ciudadano pensó | Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente…

Tuve que salir de mi encierro para hacer algunos mandados relacionados con la reparación de mi carro y de mi celular. Ya que en este mundo todo es desechable y como desechables nos quieren tratar quienes creen que no serán tratados de la misma forma.

Observaba mientras esperaba, el teatro de la mascarilla, donde las personas juran y creen que el trapito en la cara les protege. De ser cierta la pandemia y lo infeccioso del disquevirus, Don Cobidio del 19, ya hubiese cargado a la tiznada con todos…

Entre que las medidas que nos impusieron, que de nada sirven a mi parecer muy personal y que todos nos hacemos endjos y las medio seguimos, mientras otros, por ignorancia siguen las normas en mala forma y otros creyendo al 1000% que la mascarilla les protege y la usan las 24 horas estando solos o no… Insisto, de haber sido cierto lo mortal de la plandemia, a estas alturas del partido, la élite ya hubiese visto satisfechos sus anhelos de bajar la población en un 80% para dejar un 15% ó 18% para esclavos de varios tipos.

Lo triste es que todo mundo está acostumbrado a acudir a los “servidores públicos” para buscar ayuda, cuando de servidores no tienen nada y de públicos menos, más bien son empleados de gobierno de USO exclusivo… exclusivamente de ciertas “finas” personas.

Nos acostumbraron a ir al doctor cuando nos enfermamos o nos accidentamos y a que olvidáramos otras opciones, como los remedios tradicionales o la medicina natural, ahora no podemos hacer nada sin consultar a los "expertos", que al parecer no tienen interés de curar a nadie, porque, según esto, la única solución al catarro renombrado es:

Desinfectante de manos, mascarilla, aislamiento e inyectarte una sustancia que no quieren decirnos qué es, que es experimental (están usándonos como animalitos de laboratorio) y encima, las compañías que la producen, tienen perdón de por vida por parte de los gobiernos por cualquier efecto secundario negativo que provoque la sustancia, incluso la muerte.

En serio ¿En pleno siglo 21 la respuesta a una supuesta disquepandemia global, es sólo uso de mascarillas, gel de alcohol, aislamiento y una sustancia misteriosa que le apodaron con un nombre conocido para que no nos negáramos a ser inyectados?

Señores doctores ¿Dónde quedó su juramento hipocrático? O ¿Fue pura hipocresía? Tal vez el juramento no viene de Hipócrates, sino que es en realidad un juramento de hipócritas.

He visto cómo tanto doctor en otros países, se han rebelado en contra de lo que sucede en el mundo y ponen en riesgo o pierden su licencia para ejercer su profesión, mientras, en México una parte de los doctores está del lado de la historia oficial (Será buen negocio tal vez) y la otra parte de los doctores, Cobardemente... Callan y voltean para otro lado.

¿Qué razón tendrían esos médicos que arriesgaron o perdieron vidas profesionales enteras en gritarle al mundo la mentira de Don Cobideo del 19? No ganaban nada y sí pierden todo. Eso es lo que a mi me hace pensar y a no creer en gobiernos y autoridades médicas “expertas”… Como el secretario de Salud de Sonora que es “experto” también, sobre todo después de terminar sus estudios de contador público.

En México no tenemos doctores por la verdad como en España, en Italia, Francia, Argentina, Noruega, etc. Tenemos unos piratas con bata blanca y unos cobardes... también de bata blanca. Ya no se les ve lo blanco en las batas, de tanta sangre inocente que las empapa. A ver, en serio, creerán estos doctores que no adquieren ningún karma al convertirse en los equivalentes históricos de los doctores nazis Sigmund Rascher, Bruno Beger y Josef Mengele modernos que experimentan con sustancias desconocidas en seres humanos a través de obligarles indirectamente con engaños y en otras ocasiones de manera forzada. En serio ¿Creen que no serán traicionados por quienes los invitaron al negocito y juzgados como criminales de la humanidad? En serio, los doctores que saben lo que ocurre y no participan, pero callan, ¿Creen que tampoco les va a llegar su momento de pagar por su cobarde silencio?

Entiendo que exista gente, que ciega por no conocer los detalles y por el miedo que los han hecho vivir, no puedan evitar creer en sus protectores, quienes en realidad son sus verdugos y a quienes han estado acostumbrados toda su vida, pero, ahora más que nunca en toda la historia humana, cobra más importancia aquel dicho que reza… “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.”

Tuve que salir de mi encierro para hacer algunos mandados relacionados con la reparación de mi carro y de mi celular. Ya que en este mundo todo es desechable y como desechables nos quieren tratar quienes creen que no serán tratados de la misma forma.

Observaba mientras esperaba, el teatro de la mascarilla, donde las personas juran y creen que el trapito en la cara les protege. De ser cierta la pandemia y lo infeccioso del disquevirus, Don Cobidio del 19, ya hubiese cargado a la tiznada con todos…

Entre que las medidas que nos impusieron, que de nada sirven a mi parecer muy personal y que todos nos hacemos endjos y las medio seguimos, mientras otros, por ignorancia siguen las normas en mala forma y otros creyendo al 1000% que la mascarilla les protege y la usan las 24 horas estando solos o no… Insisto, de haber sido cierto lo mortal de la plandemia, a estas alturas del partido, la élite ya hubiese visto satisfechos sus anhelos de bajar la población en un 80% para dejar un 15% ó 18% para esclavos de varios tipos.

Lo triste es que todo mundo está acostumbrado a acudir a los “servidores públicos” para buscar ayuda, cuando de servidores no tienen nada y de públicos menos, más bien son empleados de gobierno de USO exclusivo… exclusivamente de ciertas “finas” personas.

Nos acostumbraron a ir al doctor cuando nos enfermamos o nos accidentamos y a que olvidáramos otras opciones, como los remedios tradicionales o la medicina natural, ahora no podemos hacer nada sin consultar a los "expertos", que al parecer no tienen interés de curar a nadie, porque, según esto, la única solución al catarro renombrado es:

Desinfectante de manos, mascarilla, aislamiento e inyectarte una sustancia que no quieren decirnos qué es, que es experimental (están usándonos como animalitos de laboratorio) y encima, las compañías que la producen, tienen perdón de por vida por parte de los gobiernos por cualquier efecto secundario negativo que provoque la sustancia, incluso la muerte.

En serio ¿En pleno siglo 21 la respuesta a una supuesta disquepandemia global, es sólo uso de mascarillas, gel de alcohol, aislamiento y una sustancia misteriosa que le apodaron con un nombre conocido para que no nos negáramos a ser inyectados?

Señores doctores ¿Dónde quedó su juramento hipocrático? O ¿Fue pura hipocresía? Tal vez el juramento no viene de Hipócrates, sino que es en realidad un juramento de hipócritas.

He visto cómo tanto doctor en otros países, se han rebelado en contra de lo que sucede en el mundo y ponen en riesgo o pierden su licencia para ejercer su profesión, mientras, en México una parte de los doctores está del lado de la historia oficial (Será buen negocio tal vez) y la otra parte de los doctores, Cobardemente... Callan y voltean para otro lado.

¿Qué razón tendrían esos médicos que arriesgaron o perdieron vidas profesionales enteras en gritarle al mundo la mentira de Don Cobideo del 19? No ganaban nada y sí pierden todo. Eso es lo que a mi me hace pensar y a no creer en gobiernos y autoridades médicas “expertas”… Como el secretario de Salud de Sonora que es “experto” también, sobre todo después de terminar sus estudios de contador público.

En México no tenemos doctores por la verdad como en España, en Italia, Francia, Argentina, Noruega, etc. Tenemos unos piratas con bata blanca y unos cobardes... también de bata blanca. Ya no se les ve lo blanco en las batas, de tanta sangre inocente que las empapa. A ver, en serio, creerán estos doctores que no adquieren ningún karma al convertirse en los equivalentes históricos de los doctores nazis Sigmund Rascher, Bruno Beger y Josef Mengele modernos que experimentan con sustancias desconocidas en seres humanos a través de obligarles indirectamente con engaños y en otras ocasiones de manera forzada. En serio ¿Creen que no serán traicionados por quienes los invitaron al negocito y juzgados como criminales de la humanidad? En serio, los doctores que saben lo que ocurre y no participan, pero callan, ¿Creen que tampoco les va a llegar su momento de pagar por su cobarde silencio?

Entiendo que exista gente, que ciega por no conocer los detalles y por el miedo que los han hecho vivir, no puedan evitar creer en sus protectores, quienes en realidad son sus verdugos y a quienes han estado acostumbrados toda su vida, pero, ahora más que nunca en toda la historia humana, cobra más importancia aquel dicho que reza… “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.”