Durante toda la contingencia del bicho 19, en ningún momento, la Comisión Federal de Electricidad se conmovió de la situación de las familias por la crisis económica provocada por la cuarentena de lo que yo llamo Plandemia.
Mientras el Presidente de la República indicaba de que se debía poner en pausa las cobranzas de los servicios en apoyo a la ciudadanía, la CFE envía a su personal a realizar cortes en el servicio eléctrico a familias que, por la situación ya mencionada, perdieron sus empleos, perdieron sus negocios o no pudieron realizarlos por el encierro que paralizó la mayor parte de la economía.
Desde mi perspectiva, la CFE no se comporta como una institución pública para servir a la ciudadanía, se comporta como un despiadado monopolio que solo busca hacer negocio… Frío y despiadado negocio.
Su comportamiento durante la crisis médica mundial ha sido simplemente vergonzosa y deshonorable.
¿Cuándo se le va a poner solución a este problema con esta empresa estatal que abusa de los mexicanos? Se esperaba que el presidente López Obrador iba a darle una solución justa, pero a la fecha no se ha visto nada sobre este tema, pareciera que la CFE se manda sola… ¿O se manda sola?
La mayoría de los ciudadanos que vivimos en zonas de clima cálido del país, como Sonora, pensamos en la energía solar como la solución para quitarnos de encima las cadenas de esclavitud que representa el recibo de la CFE.
Para que me comprendan los lectores de otras zonas del país donde el recibo de luz no sea una pesadilla mensual o bimestral, les comento que, durante el verano, en el Estado de Sonora, se alcanzan temperaturas promedio de 42 a 44 grados centígrados, por lo que el uso de aire acondicionado entra a formar parte de la canasta básica.
Una familia pequeña de tres o cuatro integrantes en una casa con dos recámaras, debe hacer frente a recibos bimestrales de hasta 3 mil pesos e incluso más. Mientras en la mayor parte de la República, llegan a los domicilios recibos con cobros de 500 pesos.
Cualquiera podríamos pensar como dije, que la solución, está en poner paneles solares en los domicilios para independizarnos de la fatídica CFE, pero se rumora que se quiere imponer impuesto por panel solar y de esta forma no perder a sus esclavos energéticos.
Estoy preguntando a los legisladores estatales de Sonora, para ver qué plan tienen para protegernos de este posible impuesto que va en contra del derecho a la luz solar, como le llamo y que es tan fundamental como el derecho de cualquier ser humano a la vida.
Por lo pronto, en el desayuno de la Mesa Cancún, principal mesa periodística en Hermosillo, Sonora, entrevisté a la diputada por el Partido del Trabajo María Magdalena Uribe Peña, a quien le pregunté sobre este tema y del cual reconoció que no es un tema en el Congreso de este Estado norteño y caluroso.
Por lo que los ciudadanos debemos de exigir a los legisladores que hagan el tema del derecho a la energía, su tema y sea un derecho humano, como el derecho a la vida.
Este miércoles 23 de septiembre, en el desayuno de la Mesa Cancún, también le haremos la misma pregunta al maestro Jesús Alonso Montes Piña, diputado por el distrito I San Luis Río Colorado de la fracción parlamentaria del Partido Encuentro Social (PES).
El tema energético en el estado de Sonora, es la respuesta a la situación económica de las familias. Dentro de todo lo que está cambiando en este nuevo mundo que se está abriendo ante nosotros en este año parteaguas 2020, no tiene cabida una empresa paraestatal que explota la economía de las familias como lo ha venido haciendo la Comisión Federal de Electricidad.
¿Es cierto? ¿Existe el plan de ponerle impuestos al sol? Si es el caso ¿Qué seguiría? ¿Impuestos a la respiración? Como ciudadanos debemos defender nuestro derecho a la energía, repito, es un derecho humano elemental en el siglo XXI, debe terminar la esclavitud energética… De entre otras formas de esclavitudes heredadas del siglo XX.
