Sin duda hoy día, la palabra más de moda, que el nombre del mismísimo bicho de la PLANdemia, pero con contradictorias formas de aplicación. Ahora esta palabra ya casi suena como grosería, la han estado poco a poco transformando en una nueva forma de insulto.
“Eres un conspiranoico” nos dicen a quienes nos atrevemos a expresar ideas diferentes, análisis desde otros ángulos o nuevas alternativas… También si hablamos sobre espiritualidad fuera del contexto religioso, entonces nos convertimos en hippies aparte de conspiranoicos. Pero si apoyamos el aborto, entonces somos progresistas.
Estimado lector, no debemos perdernos en la retórica de los medios de desinformación (Retórica: Conjunto de reglas o principios que se refieren al arte de hablar o escribir de forma elegante y con corrección con el fin de deleitar, conmover o persuadir. y de las organizaciones dizque no gubernamentales ONG.
El periodista Rubén Luengas (Él si es periodista) en varios programas o publicaciones ha llamado la atención respecto a d’onde se está librando la tercera guerra mundial y dice: “El campo de batalla en el siglo 21 es en la mente”. No podría estar más de acuerdo con él en este punto. Nuestra mente es donde los gobiernos y diferentes organizaciones de todo tipo, políticas, empresariales, asociaciones civiles, etc. batallan día y noche intentando manipularnos hacia un lado u otro, pero nunca hacia el nuestro. Su estrategia es “facilitarnos” la vida en todo sentido, si usan “la comodidad” como arma… No leas, nosotros te platicamos, no cultives tu conocimiento, mejor diviértete; no busques información, te ahorramos tiempo y te mandamos un resumen de las noticias de lo que “sucede en el mundo” (Obviamente, te mandan lo que quieren que sepas)… para no hacer más largos los ejemplos, “ellos” piensan por nosotros, pero debemos autorizarlos.
También usan una estrategia tan vieja como la humanidad, es una ecuación: Problema, reacción, solución. Es decir, crean un problema, permiten que el problema nos agobie para que exijamos (reacción) una solución y entonces nos presentan un panel de “expertos” que tienen la o las soluciones, pero… “parte de la solución” es que renunciemos a ciertas cosas, derechos o libertades, es decir, tendremos que sacrificar algo a lo que siempre teníamos derecho para “solucionar o aliviar” el problema general, dejan que la situación se alargue o la alargan, hasta empezamos a acostumbrarnos a ya no contar con esas libertades o derechos que antes teníamos.
De esta manera, con nuestra autorización, es más, por nuestra exigencia, nos quitarían nuestras libertades y derechos… “Pero es por nuestro bien” … ¡¡¡Sí Chuy!!!
La mejor vacuna contra la guerra desinformadora, que siempre ha existido, pero que en particular este 2020 se incrementó en un 1000%, es convertirnos en autodidactas, educarnos, buscarnos información de calidad que nos ayude a limpiar las telarañas con que nos han llenado el cerebro desde que nacimos. Si una publicación nos provoca miedo, buscar cuál es la fuente de dicha información y casi seguramente va estar relacionada con alguna organización política o civil relacionada a grupos de poder relacionados a fundaciones u otros organismos de poder disfrazados de asociaciones de beneficencia. No debemos tomar en serio sus publicaciones.
Conspiración… Sólo basta NO estar de acuerdo con las historias oficiales o de los medios de desinformación para convertirnos en parias desadaptados sociales teóricos (o sea mentirosos) de las conspiraciones. Como fue catalogado Galileo Galilei y quien fue obligado a desdecirse de sus descubrimientos, por que éstos iban en contra de la visión conveniente a los poderes de su época.
Sigue a El Sol de Hermosillo en Google News y mantente informado con las noticias más recientes
Si hacer uso de la libertad de pensamiento, de la libertad de expresión y del poder de mi espiritualidad me convierte en paranoico de la conspiración… Se equivocaron, soy lo que siempre he sido… Yo, libre, aquí y ahora.
