/ martes 12 de abril de 2022

Un ciudadano pensó | De revocación a validación de mandato

Me he mantenido fuera de la opinión en temas políticos porque prefiero la reflexión y superación personal, pero me interesó mucho lo que se vivió el domingo 10 de abril y les comparto mi reflexión de este, para mí, evento histórico en México.

Cuando se realiza una encuesta de opinión, así como una investigación de mercado, se toma una fracción del total poblacional general meta, para elaborar dicha investigación y a esta fracción se le denomina: muestra. Considerando dicha muestra como un aspecto representativo del total objetivo. Por lo que los resultados obtenidos se toman como cercanos a la realidad con un más-menos 5% de margen de error, incluso si se quiere ser más estrictos se utiliza un margen de un más-menos 10% de error.

Las encuestas mejor elaboradas a nivel nacional se toman muestras que van desde 5 mil encuestados, hasta 10 mil o 20 mil personas y dichos resultados se consideran muy confiables.

En el caso del proceso de votación para la validación o revocación de mandato llevado a cabo este 10 de abril del presente año, lo podemos comparar con las encuestas de opinión o investigaciones de mercado pero con esteroides, porque de un 100% del total del padrón electoral, la muestra fue de un 17.6599%, es decir, 16 millones 392 mil 522 personas participaron y arrojaron al corte de este lunes 11 de abril a las 8 am hora de Ciudad de México, el resultado de un millón 056 mil 778 ciudadanos que dicen querer revocar el mandato del Presidente; 15 millones 060 mil 746 que dicen sí a que continúe en la Presidencia de México, y 274 mil 998 votos nulos. Es decir, de cada 14 encuestados, 13 validaron el desempeño del actual Presidente y uno lo invalida.

Si damos por sentado, que se toman como información certera y real lo que aportan las encuestas o investigaciones de mercado como las que menciono al inicio de este escrito, entonces, puedo deducir que el ejercicio democrático del proceso de revocación de mandato es mucho más que válido, ya que la muestra del mencionado proceso, es miles de veces mayor a los procesos investigatorios mencionados. Vaya es información muchísimo más sólida. Por lo que el mismo proceso de revocación de mandato, también puede tomarse como parámetro del nivel de aceptación del actual mandatario mexicano, llevándolo de un 60% de aprobación, que era lo que se decía, a un 90% de aprobación, situación inédita en la historia del país.

La participación más notoria fue la de las personas adultas mayores quienes a pesar de las afectaciones de salud inherentes a la edad de este grupo poblacional, a pesar de las dificultades en cuanto las confusas ubicaciones de ciertas casillas, de aparecer en otras listas y por ello en otras casillas diferentes, este sector poblacional hizo valer su punto de vista y ejerció su derecho a votar. Ellos vieron este proceso como algo muy importante y vital. También son ellos (los adultos mayores) quienes tienen la memoria de la historia reciente y quienes vivieron en carne propia los gobiernos anteriores, por lo tanto, sin importar los discursos políticos o las noticias falsas, ellos saben en carne propia, porque son testigos de la historia que tanto se ha querido maquillar lo sucedido realmente, por los sectores y partidos políticos que fueron los protagonistas previos a lo que el actual Presidente llama la cuarta transformación.

Es de llamar mi atención, la insistencia de esos exprotagonistas del poder, que siguen pensando que la masa de población en general es tan ingenua, por no usar palabras que denostan, que se creerán sus argumentaciones en redes sociales o en medios “tradicionales”, plagadas de manipulación de verdades a medias, uso de cifras de forma parcial o fuera de contexto y otros trucos de circo de comunicación masiva que la ciudadanía en general ya no compra.

En un entorno en el que, el razonamiento de las situaciones de la vida del país, se cambia por denostar aquello o a aquellos que no van en concordancia con sus ideas… perdón, en vez de ideas, la palabra que define mejor sería: Conveniencias… Es porque los argumentos se acaban ante la verdad, que como tsunami les arrasa, mientras sus mentiras, como pesas, los hunden.

Otro aspecto que vale mucho la pena de tomar en cuenta de la revocación de mandato, es el hecho del momento histórico que vive la sociedad mexicana, ya que, aunque el recurso de revocación siempre ha estado considerado, nunca en la historia democrática de México, se había llevado a cabo, lo que le convierte en otro hecho inédito en la historia de este país. Lo inédito parece ser la firma de estos tiempos que se están viviendo en México y que parece poner el ejemplo a los demás países, sobre el nuevo camino a seguir en este mundo que parece venir detrás siguiendo su ejemplo.

Lo que se le llamó “Proceso de revocación de mandato” terminó siendo… Validación de mandato.

Me he mantenido fuera de la opinión en temas políticos porque prefiero la reflexión y superación personal, pero me interesó mucho lo que se vivió el domingo 10 de abril y les comparto mi reflexión de este, para mí, evento histórico en México.

Cuando se realiza una encuesta de opinión, así como una investigación de mercado, se toma una fracción del total poblacional general meta, para elaborar dicha investigación y a esta fracción se le denomina: muestra. Considerando dicha muestra como un aspecto representativo del total objetivo. Por lo que los resultados obtenidos se toman como cercanos a la realidad con un más-menos 5% de margen de error, incluso si se quiere ser más estrictos se utiliza un margen de un más-menos 10% de error.

Las encuestas mejor elaboradas a nivel nacional se toman muestras que van desde 5 mil encuestados, hasta 10 mil o 20 mil personas y dichos resultados se consideran muy confiables.

En el caso del proceso de votación para la validación o revocación de mandato llevado a cabo este 10 de abril del presente año, lo podemos comparar con las encuestas de opinión o investigaciones de mercado pero con esteroides, porque de un 100% del total del padrón electoral, la muestra fue de un 17.6599%, es decir, 16 millones 392 mil 522 personas participaron y arrojaron al corte de este lunes 11 de abril a las 8 am hora de Ciudad de México, el resultado de un millón 056 mil 778 ciudadanos que dicen querer revocar el mandato del Presidente; 15 millones 060 mil 746 que dicen sí a que continúe en la Presidencia de México, y 274 mil 998 votos nulos. Es decir, de cada 14 encuestados, 13 validaron el desempeño del actual Presidente y uno lo invalida.

Si damos por sentado, que se toman como información certera y real lo que aportan las encuestas o investigaciones de mercado como las que menciono al inicio de este escrito, entonces, puedo deducir que el ejercicio democrático del proceso de revocación de mandato es mucho más que válido, ya que la muestra del mencionado proceso, es miles de veces mayor a los procesos investigatorios mencionados. Vaya es información muchísimo más sólida. Por lo que el mismo proceso de revocación de mandato, también puede tomarse como parámetro del nivel de aceptación del actual mandatario mexicano, llevándolo de un 60% de aprobación, que era lo que se decía, a un 90% de aprobación, situación inédita en la historia del país.

La participación más notoria fue la de las personas adultas mayores quienes a pesar de las afectaciones de salud inherentes a la edad de este grupo poblacional, a pesar de las dificultades en cuanto las confusas ubicaciones de ciertas casillas, de aparecer en otras listas y por ello en otras casillas diferentes, este sector poblacional hizo valer su punto de vista y ejerció su derecho a votar. Ellos vieron este proceso como algo muy importante y vital. También son ellos (los adultos mayores) quienes tienen la memoria de la historia reciente y quienes vivieron en carne propia los gobiernos anteriores, por lo tanto, sin importar los discursos políticos o las noticias falsas, ellos saben en carne propia, porque son testigos de la historia que tanto se ha querido maquillar lo sucedido realmente, por los sectores y partidos políticos que fueron los protagonistas previos a lo que el actual Presidente llama la cuarta transformación.

Es de llamar mi atención, la insistencia de esos exprotagonistas del poder, que siguen pensando que la masa de población en general es tan ingenua, por no usar palabras que denostan, que se creerán sus argumentaciones en redes sociales o en medios “tradicionales”, plagadas de manipulación de verdades a medias, uso de cifras de forma parcial o fuera de contexto y otros trucos de circo de comunicación masiva que la ciudadanía en general ya no compra.

En un entorno en el que, el razonamiento de las situaciones de la vida del país, se cambia por denostar aquello o a aquellos que no van en concordancia con sus ideas… perdón, en vez de ideas, la palabra que define mejor sería: Conveniencias… Es porque los argumentos se acaban ante la verdad, que como tsunami les arrasa, mientras sus mentiras, como pesas, los hunden.

Otro aspecto que vale mucho la pena de tomar en cuenta de la revocación de mandato, es el hecho del momento histórico que vive la sociedad mexicana, ya que, aunque el recurso de revocación siempre ha estado considerado, nunca en la historia democrática de México, se había llevado a cabo, lo que le convierte en otro hecho inédito en la historia de este país. Lo inédito parece ser la firma de estos tiempos que se están viviendo en México y que parece poner el ejemplo a los demás países, sobre el nuevo camino a seguir en este mundo que parece venir detrás siguiendo su ejemplo.

Lo que se le llamó “Proceso de revocación de mandato” terminó siendo… Validación de mandato.