La idiosincrasia a veces nos traiciona junto con los miedos e inseguridades, particularmente este año 2020 que literalmente el mundo se volteó de cabeza. Poco sencillo es hacer estimaciones de lo que vendrá en lo social y en lo político… Sólo lo económico parece tener certeza y es que se nos viene una crisis, que ni todas las crisis que hemos vivido en México juntas, se le podrán comparar.
Dentro de este nada halagüeño marco, en la semana anterior dio la noticia Ernesto (El Borrego) Gándara que renunciaba al PRI para encabezar una alianza de varios partidos, curiosamente entre ellos está el PRI y el PAN. Digo curiosamente porque renunció al PRI, pero está en la coalición… Esto, al principio, en lo personal me causó confusión, pero después de analizarlo, reconocí en este movimiento, un error de estrategia y/o un reflejo de una pugna interna en ese partido y el Gobierno estatal… Esto es mera especulación de mi parte, vaya por la víspera saco el día.
La imagen del Borrego, según lo que se comenta a nivel de calle, bajó. Se vio muy afectada la imagen de este protagonista quien se veía como el único que podría poner en riesgo la candidatura de Alfonso Durazo, a la gubernatura del Estado. En Morena traen números de que la imagen de Alfonso subió a 45% y otros mencionan 50% a partir de que Ernesto anunciara su renuncia y coalición PRI, PAN y otros partidos.
Hace 11 ó 12 columnas, en aquella que llamé ¿PRI Sonora en bandeja de plata para Morena? Y que se publicó el 8 de septiembre en mis redes sociales y medios electrónicos en los que colaboro y el 10 del mismo mes en el diario El Sol de Hermosillo, esta columna la dediqué a esta teoría conspirativa, si quieren verlo así, porque ciertamente por lo ilógico de lo que ha venido sucediendo al interior de este partido y el Gobierno del Estado, es que me ha ido haciendo llegar a estas conclusiones.
A nivel de calle El Borrego era el único competidor del PRI contra Morena, claro me he dado cuenta que en este partido, la información de nivel de calle no les interesa. No termina de caerles el veinte, creo que ya se oxidó el veinte. Encima empezaron a mostrar otros posibles candidatos que la verdad, como dicen los plebes… “Ni al caso”.
La única vía posible para el PRI Sonora era que todo el partido se hubiese aglutinado en torno a Ernesto Gándara y hubieran echado toda la carne al asador, pero mostraron las divisiones, los intereses personales, también los pleitos personales, es decir, los calzones, para después salir con una estrategia remendada, aparentemente negociada obviamente a intereses que nada tienen que ver con los intereses ciudadanos y para remachar el clavo, hacen alianza con el PAN… y con el perdón, pero la gente no es pendeja como siguen creyendo, señores el mundo ya cambió… la gente, ya cambió.
Ahora, todo esto no sólo afecta al PRI, en las filas del PT se siente intranquilidad, INSEGURIDAD… de que creciendo como “dicen” que está creciendo Alfonso Durazo, a lo mejor ya Morena no va a necesitar hacer coalición con el Partido del Trabajo… ¿Si esto es cierto? Que no me extrañaría, por eso inicio esta columna con eso de que la idiosincrasia a veces nos traiciona junto con los miedos y las inseguridades… ¿Cómo la ven? ¿Será? Si es, sería el colmo, en teoría deberían sentirse más seguros y fuertes, en vez de pensar en debilidades y divisiones.
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Es increíble como una acción provoca no una, sino varias reacciones. Los movimientos erráticos, desde mi punto de vista en el PRI están subiéndole puntos al candidato de Morena, y de pasada, dicen los pajaritos, que los aliados como el Partido del Trabajo comienzan a sentirse inseguros de no ser necesitados. Sería muy interesante platicar con Ramon Ángel Flores, dirigente de este partido en Sonora, para que nos aclare estos decires, que, aunque aún sólo son eso, decires, no dejan de tener cierta lógica.
A como están las cosas este año, hasta los dichos tendremos que cambiar… como aquel que reza, “A río revuelto, ganancia para los peces”, digo, ya que el mundo anda de cabeza.
