Son tremendas las fuerzas que se debaten en el mundo por atraer el pensamiento de todos nosotros, los ciudadanos comunes. En cada casa, en cada colonia o vecindario, en cada pueblo y ciudad, en cada estado o departamento, en cada país y en cada continente.
Son dos grandes fuerzas obvias las que jalonean nuestra credibilidad, ya que somos el combustible de sus respectivos sistemas de gobierno y ambas corrientes se venden como la que es correcta y conveniente para nuestras vidas. En realidad, a ninguna de estas corrientes les interesa nuestro bienestar realmente. Pero al creernos que uno u otro sistema es el mejor para nosotros, le damos vida y fuerza.
Uno de estos sistemas es en el que hemos estado viviendo, ya lo conocemos, por lo mismo, algunos lo repudiamos y otros por temor a lo nuevo, queremos seguir en él. Más vale malo conocido que bueno por conocer, dice mucha gente. Aunque este sistema de gobernanza, que de capitalismo lo cambiaron a neoliberalismo, ha estado fallando catastróficamente en la economía de la gente y ha sido muy provechoso para los pocos grupos que controlan el 99% de las mega corporaciones, mismas que a su vez, controlan la economía de países enteros, incluso continentes.
El sistema de gobierno contrario que se viene promoviendo desde oriente por países y grupos de poder como Rusia, China, India, etc. Nos vende un sistema que aparentemente es menos voraz, menos agresivo y respetuoso de la independencia personal de la gente, ha venido tomando cada vez más fuerza y se perfila como el sistema que administrará el planeta, en el siglo XXI. Ojo no estoy diciendo que en realidad así sea, así se vende.
Por esta guerra no armamentista, sino guerra de información, es que, a todos los ciudadanos del mundo, nos tienen con nuestras mentes revueltas y llenas de incertidumbre. Unas veces nos inclinamos por el viejo sistema y otras por el nuevo… A veces nos quedamos en medio. El viejo sistema, el de occidente solo hace lo único que por cientos de años ha venido haciendo y siempre le ha funcionado… Meter miedo, miedo y más miedo. Su gobierno es de terror y entretenimiento. Por el terror entendemos: guerras, crisis económicas, terrorismo, narcotráfico, hambrunas, etc. Y por entretenimiento entendemos: Películas, series, deportes, conciertos, celebridades, noticias fabricadas, etc. El primero para controlar nuestra voluntad, paralizarnos, secuestrarnos en nuestro ánimo y con ello, nuestras decisiones. Mientras el segundo es para distraer nuestra mente y consciencia con la falsa idea de felicidad a través de las emociones exaltadas y con ello evitar que reflexionemos la parte del terror que provocan en el mundo y tal vez ahí cerca, donde vivimos. Dándonos con ese entretenimiento, un escape temporal del estrés y sigamos siendo productivos en sus empresas. ENTRETENIMIENTO… Te entretengo, mientras te miento.
En México, esta guerra se percibe con el cambio de gobierno y en este momento se libra en el último bastión de control del viejo sistema, el Poder Judicial de la Nación. En este país se podría decir que el viejo sistema tiene, no los días, sino las horas contadas y las fuerzas del viejo sistema potencian sus estrategias del terror e inundan sus medios de comunicación y sus redes sociales con advertencias sobre el peligro que se cierne sobre nuestras vidas con los fantasmas del comunismo, la pérdida de la propiedad privada, etc.
Pero hay otro grupo de poder que empieza a levantarse y cuya fuerza es miles de veces mucho más potente que las dos fuerzas antagónicas de las que vengo hablando… Nosotros, la gente. Que empieza a hacerse las preguntas correctas, que empieza a explorar su espiritualidad natural, vaya aquella que no tiene que ver con las religiones y que no ocupa al pecado ni al castigo y que nace del interior de cada persona y que empezamos a reconocer como el único camino que es el respeto y el amor… No me refiero al amor cursi ni al amor romántico. Me refiero a estar consciencia, orden y paz. El actual sistema que aún vivimos en parte, no nos dio nunca consciencia, al contrario, siempre procuró mantenernos engañados, nunca nos dio orden, siempre caos y por obviedad, nunca paz. El sistema que viene de oriente parece menos peor, pero no creo que se haya pensado teniendo primeramente en cuenta nuestro bienestar, sino solo, más sutil y menos agresivo.
Entonces, el desasosiego, la incertidumbre, el temor, que hoy día podamos tener, es debido primeramente por el entrenamiento o programación hacia el miedo, que desde pequeños nos metieron en la cabeza y en el alma por el viejo sistema. Cada vez que vemos las noticias vemos miedo puro, luego abrimos el periódico y vemos que ahí viene el lobo, vamos al cine y podemos escoger de entre películas de terror, violencia, sexo, vicio, amor cursi y comicidad sobre los temas anteriores, o sea que no salimos del mismo pedacito.
¿Queremos paz en nuestras vidas? Debemos cambiar nuestra forma y mecánica de pensamiento, entender cómo funcionamos a nivel mental y consciencial para poder quitarle a nuestro miedo el poder que tiene sobre nosotros y así, recuperar el control de nuestras vidas. 1CP