Tengo que escribir la columna, pero de tantos temas que traigo en mente, no sé cuál tomar o cuáles mezclar en una reflexión... Al tema de la política no le toca este martes, trato de tocarlo una semana sí y otra no, especialmente en tiempos de campañas, que tanto nos saturan de dizque información, promesas (Mentiras), etc.
Quería hacer una reflexión sobre cómo, cuándo llegamos a esta vida y somos bebés, todos somos buenas personas y en el transcurso del tiempo, vamos perdiendo lo que es natural en el ser humano, su bondad, su inocencia, su pureza. Sí, yo pienso que el ser humano es inherentemente bueno. Pero la vida, la familia, los amigos, los maestros con sus planes educativos, las publicaciones, las religiones, los políticos, etc. Etc. Van deformando, destruyendo y modificando nuestra bondad, inocencia y llenándonos de miedo. Por supuesto, la manera tan particular y personal que tenemos de percibir la “realidad” que supuestamente vivimos, también juega un papel muy importante en… “hasta donde permitimos que dañen nuestra esencia...” O debería decir, que olvidemos nuestra esencia.
El otro tema es el de la geopolítica actual, que me recuerda un poco el miedo a la Tercera Guerra Mundial que vivíamos en los años setenta, pero sumándole que, por primera vez, México está siendo un actor relevante del escenario geopolítico. Y en todo el mundo, el miedo quiere ser a toda costa un protagonista en la vida de la población mundial y a partir de 2020 llega la pandemia que quieren remediar con una v4cun4 que no protege (Es mi pensar y sentir). Apenas empieza el apogeo de la gripe común renombrada, sobreviene una explosión bestial en Beirut que recuerda las explosiones nucleares, en Estados Unidos se lleva a cabo unas elecciones que sólo dejaron dudas de todo lo que siempre presumieron los gringos y ahora se comportan como dictadores sudamericanos de los 60 y 70.
El miedo sale y se promociona en la TV, en la radio, en los periódicos, en las películas, Etc. Pero con todo y eso, el miedo al parecer, no puede participar más activamente en nuestras vidas y, por lo tanto, debe revivir la amenaza de la guerra nuclear y el fin de la humanidad, Junto con que el agua se va acabar y que no va a haber alimento para todos, además de la tan paseada estrella mediática del momento y amiga de Don Miedo, la plandemia… Todo eso hace el miedo para ser parte importante de nuestras vidas.
Me da la impresión de que es el miedo el que tiene pánico y anda haciendo estupideces desesperadas.
Recuerdo que siempre se recomienda mantener la calma en situaciones de emergencia ya que cuando el pánico domina, no se toman las decisiones adecuadas... Al parecer es lo que le está pasando al miedo en estos tiempos. Todo el 2020 y lo que llevamos del 2021, ha sido un continuo “Ahí viene el coco”. Tal vez llegue el coco, pero ¿Cuál sería la novedad? Todos vamos a dejar esta vida en algún momento… Todos. Es lo único seguro en esta “realidad” que nos han obligado a vivir con manipulaciones, engaños u obligándonos abiertamente.
No sé de qué escribir… Son tantos temas y tan revueltos. Tal vez escriba de ese personaje que anda que muere de pánico… El miedo.
O tal vez escriba de esos que no quieren entender que el mundo, las personas, ya cambiamos y que ya evolucionamos. Ya no los reconocemos como nuestros representantes en esta nueva realidad que la gente común estamos creando, más apegada a nuestra esencia primordial. A lo mejor por eso el miedo tiene pánico. Ya perdió su poder, ya no nos controla y nos tiene miedo. Qué curioso, se unen los temas del miedo y los temas de los que antes “nos representaban” y ya no.
Ya sé… voy a dejar mi mente en blanco y dejaré que las ideas me lleguen para ver qué escribo, porque escribir de la extinción del miedo o de los que antes nos gobernaban, sería hablar del pasado y no soy historiador, aunque me gusta la historia y a como van las cosas… Juntos, nosotros, (sin ellos) vamos a terminar, escribiendo la historia.
Tú sabes a qué me refiero.
