/ martes 19 de octubre de 2021

Un ciudadano pensó | Follow the money

Comprender la anatomía de lo que es el miedo ayuda a desarmarlo, entendamos el miedo como una respuesta emocional a una información que no se ha procesado adecuadamente, que crea un malestar. Es decir, la forma en cómo estamos percibiendo las situaciones o sucesos con faltante de información crea incertidumbre y con esto inseguridad. Qué es lo que nos ha estado sucediendo particularmente desde el inicio del evento mundial que llamaron pandemia.

Ya no sabe uno en quién confiar o en que parte confiar de lo que comunican medios de comunicación, ¿verdad?

El fenómeno de comunicación que hemos estado observando es una estrategia de comunicación orquestada para la mayoría de los medios de comunicación en el mundo. Y el coro que cantan es el coro del miedo y la catástrofe. El tema de la enfermedad que estuvo de moda desde marzo del 2020 hasta hace poco, no tuvo el arrastre necesario y estamos viendo como desaparece y ahora el volumen se incrementa con el cambio del tiempo (ellos le llaman clima-tico) Lo escribo de esta forma para evitar la censura que disfrazan de protección a las personas de la desinformación “mal intencionada” de actores cuyo interés en teoría es confundir a la gente y provocarles un mal solo porque sí.

Sobre este último punto vale la pena aclarar algo, nadie dedica tiempo y esfuerzo solo porque sí. Y me viene a la memoria un dicho gringo (Creo que es gringo) “Follow the money” (sigue el dinero). ¿Para quienes ha sido un negocio enorme la enfermedad que estuvo de moda? ¿De qué manera pudo convenirnos a quienes no estamos de acuerdo con el discurso de la supuesta fatalidad que pregonaron?, ¿hubo un alto nivel de organización de recursos para bloquear sus esfuerzos para “cuidar” a las personas de la fatalidad que asolaba a la población del planeta? La verdad no. Ni había acciones organizadas ni recursos. Por el contrario, solo eran acciones individuales o de pequeños grupos que ni tenían recursos ni organización y ni tenían conocimiento claro unos de otros y mucho menos comunicación entre los mismos.

Mientras, todas las instituciones gubernamentales, militares, de salubridad, religiosas, de comunicación, corporaciones médicas y privadas; estaban en plena organización mutua para llevar la comparsa de su agenda y dentro de ella, su planeación en censurar con toda la alta tecnología que poseen a quienes desde la ciudadanía veían escenarios muy distintos a lo comunicado y actuado por esa entidades poderosas en muchos sentidos y que de alguna manera quieren expresar su desacuerdo con las medidas impuestas y que infringen libertades, derechos humanos elementales consagrados en casi la mayoría de las constituciones de todos los países del planeta.

¿Quién se beneficia por darle marcha adelante a todo estos temas de supuesta emergencia? ¿La gente que protesta en las calles porque se les obliguen a hacer a un lado sus libertades inherentes o a las instituciones gubernamentales, militares, de salubridad, religiosas, de comunicación, corporaciones médicas y privadas?

Por eso “Follow the money”, si seguimos el dinero vamos a darnos cuenta de quienes son a los que conviene un escenario u otro. Ciertamente quienes reclaman y se oponen a las medidas “sanitarias” o las medidas contra el cambio del tiempo, ni tienen recursos y menos van a recibirlos por lograr sus objetivos. Entonces pregunto de nuevo, ¿Quiénes distorsionan realmente a su conveniencia las comunicaciones y censuran lo que no va con sus planes?

En situaciones normales siempre llaman a la calma y ahora el miedo es su único discurso y quien hable de soluciones distintas a las suyas es censurado y tachado de negacionista, conspiranoíco y demente molesto con la sociedad, ¿En serio? Alguien que busca ayudar con más soluciones que si funcionen, ¿es una mala y desequilibrada persona?

No hay quien pueda negarme que el mundo se volteó al revés y que la confusión de la gente no es por lo que los negacionistas, conspiranoícos griten aquí y allá en algunas redes sociales que algo anda mal, sino porque las instituciones que están para realmente proteger los derechos humanos de las todas las personas, están aparentemente trabajando de manera contraria y para la inmensa mayoría de las personas es incomprensible, increíble y sobre todo tremendamente desconcertante.

De ahí viene la confusión de las personas, de ahí viene la desazón de darnos cuenta del tamaño de la traición a todos y cada uno de los seres humanos del mundo por quienes se suponían eran los máximos exponentes de nuestra especie y cuya misión era cuidarnos para florecer en una benévola evolución tanto en este plano, como en el plano espiritual.

Por eso, para entender que es lo que realmente pasa… Follow the money.

Comprender la anatomía de lo que es el miedo ayuda a desarmarlo, entendamos el miedo como una respuesta emocional a una información que no se ha procesado adecuadamente, que crea un malestar. Es decir, la forma en cómo estamos percibiendo las situaciones o sucesos con faltante de información crea incertidumbre y con esto inseguridad. Qué es lo que nos ha estado sucediendo particularmente desde el inicio del evento mundial que llamaron pandemia.

Ya no sabe uno en quién confiar o en que parte confiar de lo que comunican medios de comunicación, ¿verdad?

El fenómeno de comunicación que hemos estado observando es una estrategia de comunicación orquestada para la mayoría de los medios de comunicación en el mundo. Y el coro que cantan es el coro del miedo y la catástrofe. El tema de la enfermedad que estuvo de moda desde marzo del 2020 hasta hace poco, no tuvo el arrastre necesario y estamos viendo como desaparece y ahora el volumen se incrementa con el cambio del tiempo (ellos le llaman clima-tico) Lo escribo de esta forma para evitar la censura que disfrazan de protección a las personas de la desinformación “mal intencionada” de actores cuyo interés en teoría es confundir a la gente y provocarles un mal solo porque sí.

Sobre este último punto vale la pena aclarar algo, nadie dedica tiempo y esfuerzo solo porque sí. Y me viene a la memoria un dicho gringo (Creo que es gringo) “Follow the money” (sigue el dinero). ¿Para quienes ha sido un negocio enorme la enfermedad que estuvo de moda? ¿De qué manera pudo convenirnos a quienes no estamos de acuerdo con el discurso de la supuesta fatalidad que pregonaron?, ¿hubo un alto nivel de organización de recursos para bloquear sus esfuerzos para “cuidar” a las personas de la fatalidad que asolaba a la población del planeta? La verdad no. Ni había acciones organizadas ni recursos. Por el contrario, solo eran acciones individuales o de pequeños grupos que ni tenían recursos ni organización y ni tenían conocimiento claro unos de otros y mucho menos comunicación entre los mismos.

Mientras, todas las instituciones gubernamentales, militares, de salubridad, religiosas, de comunicación, corporaciones médicas y privadas; estaban en plena organización mutua para llevar la comparsa de su agenda y dentro de ella, su planeación en censurar con toda la alta tecnología que poseen a quienes desde la ciudadanía veían escenarios muy distintos a lo comunicado y actuado por esa entidades poderosas en muchos sentidos y que de alguna manera quieren expresar su desacuerdo con las medidas impuestas y que infringen libertades, derechos humanos elementales consagrados en casi la mayoría de las constituciones de todos los países del planeta.

¿Quién se beneficia por darle marcha adelante a todo estos temas de supuesta emergencia? ¿La gente que protesta en las calles porque se les obliguen a hacer a un lado sus libertades inherentes o a las instituciones gubernamentales, militares, de salubridad, religiosas, de comunicación, corporaciones médicas y privadas?

Por eso “Follow the money”, si seguimos el dinero vamos a darnos cuenta de quienes son a los que conviene un escenario u otro. Ciertamente quienes reclaman y se oponen a las medidas “sanitarias” o las medidas contra el cambio del tiempo, ni tienen recursos y menos van a recibirlos por lograr sus objetivos. Entonces pregunto de nuevo, ¿Quiénes distorsionan realmente a su conveniencia las comunicaciones y censuran lo que no va con sus planes?

En situaciones normales siempre llaman a la calma y ahora el miedo es su único discurso y quien hable de soluciones distintas a las suyas es censurado y tachado de negacionista, conspiranoíco y demente molesto con la sociedad, ¿En serio? Alguien que busca ayudar con más soluciones que si funcionen, ¿es una mala y desequilibrada persona?

No hay quien pueda negarme que el mundo se volteó al revés y que la confusión de la gente no es por lo que los negacionistas, conspiranoícos griten aquí y allá en algunas redes sociales que algo anda mal, sino porque las instituciones que están para realmente proteger los derechos humanos de las todas las personas, están aparentemente trabajando de manera contraria y para la inmensa mayoría de las personas es incomprensible, increíble y sobre todo tremendamente desconcertante.

De ahí viene la confusión de las personas, de ahí viene la desazón de darnos cuenta del tamaño de la traición a todos y cada uno de los seres humanos del mundo por quienes se suponían eran los máximos exponentes de nuestra especie y cuya misión era cuidarnos para florecer en una benévola evolución tanto en este plano, como en el plano espiritual.

Por eso, para entender que es lo que realmente pasa… Follow the money.