/ martes 7 de abril de 2020

Un ciudadano pensó | Hecatombe

Esta era la palabra griega que originalmente se usaba para definir o referirse al sacrificio religioso de cien bueyes, aunque la raíz Hekatón quiere decir cien y Boüs quiere decir buey; independientemente del número de víctimas y del animal, en la actualidad usamos esta palabrita para señalar una gran catástrofe, con gran mortandad.

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Sólo por el sonido de hecatombe, podemos decir que se refiere a la madre de todas las tragedias.

Partiendo de aquí, por la forma… Perdón, por todas las formas que han tomado todos los hechos históricos que han venido ocurriendo desde hace como veinte años y que como fichas de dominó perfectamente colocadas, alineadas y que han venido golpeando a la siguiente ficha, vemos cómo la institución de la familia, la sociedad, los países, los valores, la espiritualidad, al igual que la forma de trabajo, de vivir, la alimentación y absolutamente todo lo concerniente a lo que significa humanidad, ha sido trastocado, arrancado, destruido, corrompido y ultrajado.

La humanidad y su mismísima alma están siendo sacrificadas. Todos hablan del Covid-19, todos ven a este virus como el asesino, el culpable, la representación misma del mal.

Lo cierto es que este organismo unicelular no tiene la más mínima conciencia de lo que sucede más allá del mundo microscópico en el que vive.

La humanidad tiene miles de años comiendo todo tipo de animales y que hoy se culpe a que alguien degustó un platillo de murciélago y por ese acto, mismo que deba de haberse repetido por más de cien años, sin que nada hubiese sucedido, por lógica, dudo absolutamente que eso haya disparado la pandemia que hoy día tiene al mundo al filo de la navaja.

Mientras el mundo entero está atento a la enfermedad, la destrucción total de la economía mundial se lleva a cabo y con ella la estructura misma, de lo que llamamos sociedad planetaria.

Esta crisis económica mundial, en realidad es la crisis del 2008 que a su vez se vino gestando desde muchos años más atrás y el chivo expiatorio es el coronavirus, por el cual los gobiernos de todos los países del mundo se vieron “obligados” a detener el planeta para “proteger” a sus ciudadanos… Otra mentira.

Nada podemos hacer ni usted ni yo, ya que somos simples insectos ante los apoteósicos poderes que luchan entre sí para ser los amos indiscutibles de esta mota de polvo perdida en infinito espacio y que llamamos Tierra.

Mentes enfermas que se nombran a sí mismos como la élite mundial. No podremos por nosotros mismos hacer nada para enfrentarlos, pero por favor, no dejemos que nos engañen con un bichito que yo creo que ellos mismos liberaron.

Gobiernos permitieron que muriesen soldados y ciudadanos, aun cuando sabían que serían atacados y no les advirtieron, para así, enviar a miles más a que muriesen en la más horrenda guerra del siglo veinte y convirtieron la guerra en su principal negocio… en nombre de la libertad.

A esto le siguió el engaño de la creación de la OTAN para defender a Europa a la que solo ninguneó y hoy día traiciona, también el engaño del Golfo de Tonkín en Vietnam, el asedio de 40 años a Irán por negarse a obsequiarles su petróleo, mientras apoya y defiende regímenes tiránicos en todas partes del globo, mientras derroca gobiernos legítimos que cuyo crimen fue negarles sus recursos naturales, mientras que nunca agredió ni defendió a otros porque no tenían nada que valiera la pena quitarles por las “buenas” o arrancarles a la mala.

Ahora que un país asiático se yergue como la potencia económica mundial, que amenaza su hegemonía, ahora que la mayoría de los países de la Tierra empiezan a buscar maneras de evitar usar su moneda… Llega fortuitamente, casi enviado por Dios, el coronavirus y da comienzo la hecatombe de la humanidad.

Gustavo Tena H.Fotógrafo profesional y ciudadano. ciudadanopenso@gmx.es

Esta era la palabra griega que originalmente se usaba para definir o referirse al sacrificio religioso de cien bueyes, aunque la raíz Hekatón quiere decir cien y Boüs quiere decir buey; independientemente del número de víctimas y del animal, en la actualidad usamos esta palabrita para señalar una gran catástrofe, con gran mortandad.

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Sólo por el sonido de hecatombe, podemos decir que se refiere a la madre de todas las tragedias.

Partiendo de aquí, por la forma… Perdón, por todas las formas que han tomado todos los hechos históricos que han venido ocurriendo desde hace como veinte años y que como fichas de dominó perfectamente colocadas, alineadas y que han venido golpeando a la siguiente ficha, vemos cómo la institución de la familia, la sociedad, los países, los valores, la espiritualidad, al igual que la forma de trabajo, de vivir, la alimentación y absolutamente todo lo concerniente a lo que significa humanidad, ha sido trastocado, arrancado, destruido, corrompido y ultrajado.

La humanidad y su mismísima alma están siendo sacrificadas. Todos hablan del Covid-19, todos ven a este virus como el asesino, el culpable, la representación misma del mal.

Lo cierto es que este organismo unicelular no tiene la más mínima conciencia de lo que sucede más allá del mundo microscópico en el que vive.

La humanidad tiene miles de años comiendo todo tipo de animales y que hoy se culpe a que alguien degustó un platillo de murciélago y por ese acto, mismo que deba de haberse repetido por más de cien años, sin que nada hubiese sucedido, por lógica, dudo absolutamente que eso haya disparado la pandemia que hoy día tiene al mundo al filo de la navaja.

Mientras el mundo entero está atento a la enfermedad, la destrucción total de la economía mundial se lleva a cabo y con ella la estructura misma, de lo que llamamos sociedad planetaria.

Esta crisis económica mundial, en realidad es la crisis del 2008 que a su vez se vino gestando desde muchos años más atrás y el chivo expiatorio es el coronavirus, por el cual los gobiernos de todos los países del mundo se vieron “obligados” a detener el planeta para “proteger” a sus ciudadanos… Otra mentira.

Nada podemos hacer ni usted ni yo, ya que somos simples insectos ante los apoteósicos poderes que luchan entre sí para ser los amos indiscutibles de esta mota de polvo perdida en infinito espacio y que llamamos Tierra.

Mentes enfermas que se nombran a sí mismos como la élite mundial. No podremos por nosotros mismos hacer nada para enfrentarlos, pero por favor, no dejemos que nos engañen con un bichito que yo creo que ellos mismos liberaron.

Gobiernos permitieron que muriesen soldados y ciudadanos, aun cuando sabían que serían atacados y no les advirtieron, para así, enviar a miles más a que muriesen en la más horrenda guerra del siglo veinte y convirtieron la guerra en su principal negocio… en nombre de la libertad.

A esto le siguió el engaño de la creación de la OTAN para defender a Europa a la que solo ninguneó y hoy día traiciona, también el engaño del Golfo de Tonkín en Vietnam, el asedio de 40 años a Irán por negarse a obsequiarles su petróleo, mientras apoya y defiende regímenes tiránicos en todas partes del globo, mientras derroca gobiernos legítimos que cuyo crimen fue negarles sus recursos naturales, mientras que nunca agredió ni defendió a otros porque no tenían nada que valiera la pena quitarles por las “buenas” o arrancarles a la mala.

Ahora que un país asiático se yergue como la potencia económica mundial, que amenaza su hegemonía, ahora que la mayoría de los países de la Tierra empiezan a buscar maneras de evitar usar su moneda… Llega fortuitamente, casi enviado por Dios, el coronavirus y da comienzo la hecatombe de la humanidad.

Gustavo Tena H.Fotógrafo profesional y ciudadano. ciudadanopenso@gmx.es