/ martes 9 de marzo de 2021

Un ciudadano pensó | Individualmente colectivos… Todos somos uno

En alguna columna que escribí hace ya tiempo, expongo que todos somos parte del gran rompecabezas humano, que, a su vez, en la realidad o dimensión en la que vivimos somos parte también del rompecabezas que conforma lo que creemos como humanidad que es verdad… Voy a cambiar la palabra “creemos” por “sabemos”. De hecho, debemos empezar a dejar en desuso la palabra creer y empezar a usar más la palabra saber.

RECIBE LAS NOTICIAS MÁS IMPORTANTES, ALERTAS, REPORTAJES E HISTORIAS DIRECTO EN TU CELULAR, ¡CON UN SOLO CLICK!

Yo antes pensaba que mi saber, mi manera de pensar, mi forma de ver el mundo, cómo pienso, cómo actúo y cómo me expreso… CREÍA, que eso era mío; ahora me doy cuenta y (de saber) que en realidad mucho de lo que aquí y ahora soy, está conformado por todas las personas con las que entré en contacto y conviví desde que llegué a la vida en esta dimensión. Lo único que fue, ha sido y será mío, es lo que decidí sentir, pensar y adoptar para mí, de lo que cada ser vivo que entró en contacto conmigo puso delante de mí.

Vaya, sólo soy dueño de mi facultad de decidir y de sentir… En un porcentaje muy elevado, no sé exactamente qué tanto, mucho de lo que soy, se lo debo a mis padres y hermano, familiares, maestros, compañeros de escuela, amigos, conocidos, personas con las que entré en contacto muy brevemente, mascotas, así como también las situaciones positivas y sobre todo las negativas.

Cada persona o para explicarlo de forma más completa, le diré, cada SER con el que entré en contacto, dejó en mí una enseñanza, una información, una experiencia, un dato y me marcó con diferente intensidad en mi ser. Por lo tanto, el resultado de lo que soy en el presente, está conformado por mi particular estilo de decidir, pensar y adoptar, y por lo que tantos seres compartieron conmigo y yo compartí con ellos.

Deduzco que lo que nos diferencia entre unos y otros en lo más básico, es nuestro particular estilo de lo que decidimos, pensamos y adoptamos de lo que se presenta ante nosotros… A lo mejor, es por eso que nos dicen que somos 100% responsables de lo que nos pasa y de lo que vivimos y no es una cuestión de suerte y que “nos tocó vivir” la vida que vivimos.

Lo paradójico es que somos seres individuales que nos formamos por el colectivo (Como paradoja se designa un hecho o una frase que parece oponerse a los principios de la lógica.). Para definirnos cada uno de nosotros, tenemos por fuerza que compararnos con cada uno de los demás. Tú sabes si eres buen orador, en contraposición a los que son peores oradores que tú. O, yo sé que soy más rápido, en relación a otros que son más lentos. Dependiendo contra quiénes nos midamos, será el grado de crecimiento al que aspiraremos. Pero lo que le da el toque especial a lo que aprendemos de los demás, es nuestra particularidad ¿Qué es lo que tengo yo muy singular, característico y particular que no tienen los demás? ¿Cuál es nuestro estilo propio? Qué es lo que le da a lo que hacemos ese toque especial, eso que decimos “muy tuyo”.

Esa particularidad que llamo “muy tuya” es lo que debes amplificar al máximo, claro, sin perder de vista que la base es lo que aprendiste o aprendimos de otros y todo lo que cualitativamente podamos mejorar, terminará regresando a la colectividad ayudando aportando de nuevo y enriqueciendo el proceso.

Sigue a El Sol de Hermosillo en Google News y mantente informado con las noticias más recientes

Como he mencionado en otros escritos o videos de mi canal de YouTube, llegamos solos a este mundo y solos nos vamos… Sólo le voy a agregar en función de la reflexión que aquí les comparto, que todo el tiempo que estemos aquí, estaremos rodeados aprendiendo de otros… Si piensas que aquí te sientes solo, eso es algo que tú estás decidiendo, pero siempre estás expuesto a la comunicación verbal o no verbal, directa o no de quienes viven a tu alrededor o llegan a ti por diversos medios… Tú decides la calidad de lo que integras en ti y con ello construyes tu realidad aquí y ahora.

En alguna columna que escribí hace ya tiempo, expongo que todos somos parte del gran rompecabezas humano, que, a su vez, en la realidad o dimensión en la que vivimos somos parte también del rompecabezas que conforma lo que creemos como humanidad que es verdad… Voy a cambiar la palabra “creemos” por “sabemos”. De hecho, debemos empezar a dejar en desuso la palabra creer y empezar a usar más la palabra saber.

RECIBE LAS NOTICIAS MÁS IMPORTANTES, ALERTAS, REPORTAJES E HISTORIAS DIRECTO EN TU CELULAR, ¡CON UN SOLO CLICK!

Yo antes pensaba que mi saber, mi manera de pensar, mi forma de ver el mundo, cómo pienso, cómo actúo y cómo me expreso… CREÍA, que eso era mío; ahora me doy cuenta y (de saber) que en realidad mucho de lo que aquí y ahora soy, está conformado por todas las personas con las que entré en contacto y conviví desde que llegué a la vida en esta dimensión. Lo único que fue, ha sido y será mío, es lo que decidí sentir, pensar y adoptar para mí, de lo que cada ser vivo que entró en contacto conmigo puso delante de mí.

Vaya, sólo soy dueño de mi facultad de decidir y de sentir… En un porcentaje muy elevado, no sé exactamente qué tanto, mucho de lo que soy, se lo debo a mis padres y hermano, familiares, maestros, compañeros de escuela, amigos, conocidos, personas con las que entré en contacto muy brevemente, mascotas, así como también las situaciones positivas y sobre todo las negativas.

Cada persona o para explicarlo de forma más completa, le diré, cada SER con el que entré en contacto, dejó en mí una enseñanza, una información, una experiencia, un dato y me marcó con diferente intensidad en mi ser. Por lo tanto, el resultado de lo que soy en el presente, está conformado por mi particular estilo de decidir, pensar y adoptar, y por lo que tantos seres compartieron conmigo y yo compartí con ellos.

Deduzco que lo que nos diferencia entre unos y otros en lo más básico, es nuestro particular estilo de lo que decidimos, pensamos y adoptamos de lo que se presenta ante nosotros… A lo mejor, es por eso que nos dicen que somos 100% responsables de lo que nos pasa y de lo que vivimos y no es una cuestión de suerte y que “nos tocó vivir” la vida que vivimos.

Lo paradójico es que somos seres individuales que nos formamos por el colectivo (Como paradoja se designa un hecho o una frase que parece oponerse a los principios de la lógica.). Para definirnos cada uno de nosotros, tenemos por fuerza que compararnos con cada uno de los demás. Tú sabes si eres buen orador, en contraposición a los que son peores oradores que tú. O, yo sé que soy más rápido, en relación a otros que son más lentos. Dependiendo contra quiénes nos midamos, será el grado de crecimiento al que aspiraremos. Pero lo que le da el toque especial a lo que aprendemos de los demás, es nuestra particularidad ¿Qué es lo que tengo yo muy singular, característico y particular que no tienen los demás? ¿Cuál es nuestro estilo propio? Qué es lo que le da a lo que hacemos ese toque especial, eso que decimos “muy tuyo”.

Esa particularidad que llamo “muy tuya” es lo que debes amplificar al máximo, claro, sin perder de vista que la base es lo que aprendiste o aprendimos de otros y todo lo que cualitativamente podamos mejorar, terminará regresando a la colectividad ayudando aportando de nuevo y enriqueciendo el proceso.

Sigue a El Sol de Hermosillo en Google News y mantente informado con las noticias más recientes

Como he mencionado en otros escritos o videos de mi canal de YouTube, llegamos solos a este mundo y solos nos vamos… Sólo le voy a agregar en función de la reflexión que aquí les comparto, que todo el tiempo que estemos aquí, estaremos rodeados aprendiendo de otros… Si piensas que aquí te sientes solo, eso es algo que tú estás decidiendo, pero siempre estás expuesto a la comunicación verbal o no verbal, directa o no de quienes viven a tu alrededor o llegan a ti por diversos medios… Tú decides la calidad de lo que integras en ti y con ello construyes tu realidad aquí y ahora.