/ martes 22 de junio de 2021

Un ciudadano pensó | La normalidad entre comillas

¿Está usted esperando a que la situación se “normalice”? Si es así, me temo que no le ha caído el veinte. No ha entendido que, aunque por momentos parece que así va a ser, pues no será así. Aunque termine la plandemia, ya las cosas no volverán a ser lo mismo de antes. La enfermedad que nos dicen que azota a la humanidad y el fallido plan de las V4CUN45, sólo han venido a poner de frente y a la luz pública, lo mal que están las instituciones elitescas, gubernamentales, políticas, religiosas, empresariales y sociales. En pocas palabras, toda la organización humana del planeta entró en crisis y en implosión.

Los ciudadanos comunes y corrientes ya no podemos seguir esperando a que lleguen unos líderes muy sabiondos que nos devuelvan la “normalidad” porque lo que considerábamos normal estaba sustentado en mentiras. No es casual que usted, si fue a votar, hubiese considerado votar por el o los candidatos menos peores, de hecho, lo mismo está sucediendo en todos los países “democráticos”. ¿Por qué? Porque es obvio y patente que la democracia nunca existió.

Desde que yo tengo uso de razón, cada ciclo de campañas se hacían promesas que no se cumplían y encima de esto los nuevos gobiernos tomaban de hecho decisiones y acciones contrarias a lo prometido, unos partidos opositores a los anteriores hacían lo mismo que los partidos supuestamente contrincantes. Es común que el pueblo en general bromee siempre sobre el teatro de la política, pero siempre se dejaba llevar por la esperanza que nos venden en las elecciones. La esperanza politiquera es en realidad el peor enemigo de los ciudadanos comunes.

De nada han servido los pleitos y alegatas sobre política porque nada hay de certidumbre para el pueblo en ello. Lo que queda de los sistemas de gobierno alrededor del planeta se están desmoronando al tiempo que usted mi estimado lector lee estas líneas.

Entonces ¿Por qué se sigue percibiendo cierto grado de lo que consideramos “normal” en nuestro entorno? Haga de cuenta que el sistema global de organización de la humanidad es un enorme y pesado tren que su locomotora se apagó, el peso y la inercia que tiene sigue en movimiento, pero este irremediablemente está disminuyendo poco a poco su velocidad. Como decimos aquí en México todavía lleva vuelito. Pero tarde o temprano se va a detener y es cuando la humanidad entera nos daremos cuenta de que lo “normal” se fue, acabó, dejó de existir.

Por toda esta situación, cada vez será más común, que veamos escándalos políticos, crisis económicas fuertísimas, la gente se empezará a alejar de las religiones porque éstas cada vez más se les destaparán escándalos y se verán a flor de piel su interior oscuro y decadente.

Hace mucho tiempo estando yo muy joven y que percibía las enormes mentiras que servían de cimientos a la sociedad humana y me preguntaba que cómo era posible que la sociedad no se derrumbase. Sabía que pasaría, pero pensaba que no me tocaría verlo, ya que los procesos históricos tardan a veces cientos de años. Se ha venido manteniendo la organización humana con mentiras que tapaban otras mentiras, y luego más mentiras y así desde hace, más o menos seis mil años. La presa se llenó, se está desbordando y el torrente de verdades ocultas al pueblo durante estos seis mil años, sigue llegando al vaso de esta presa sin detenerse, por el contrario, su velocidad y caudal se incrementa día a día.

Ya es más que obvio para mucha más gente que nuestros gobernantes no son la parte superior de la pirámide de los gobiernos en el planeta, para todos nosotros ya es más que obvio que los presidentes, dictadores, reyes y principales autoridades religiosas son títeres de un poder en la sombra, que nadie elige y quienes siempre han estado allí alimentando las farsas de los reinados, las democracias y lo que Dios quiere de nosotros como humanidad.

El éxito de las redes sociales en todos lados es precisamente el foco rojo que nos avisa que los medios de comunicación nunca ejercieron la libertad de expresión y siempre han estado bajo el control de quienes mandan por sobre los gobernantes nunca realmente elegidos por los ciudadanos comunes. El 99% de los medios de comunicación son los que modelan nuestra opinión sobre lo que sucede a conveniencia siempre de sus amos. Los amos del mundo.

Los sistemas educativos de cada país, están diseñados precisamente para el papel y rol que se le dio con anterioridad a cada nación por los ya mencionados. De hecho, el nombre correcto, en vez de sistema educativo, debería de ser sistema de adoctrinamiento o de programación. El real conocimiento y la real educación convierte al hombre y la mujer en entes libres y no es el caso en nuestra sociedad. La libertad de expresión que se presume en los países más desarrollados es al igual que la política, un teatro, donde los países con gobiernos “más avanzados”, pueden tener un poco más de libertad de expresión, mientras que aquellos países que les dieron el rol de tercermundistas, tienen poca o nula libertad de expresión. La prueba de que lo que estoy diciendo es cierto, está en lo que circula en medios y redes sociales sobre el tema de la 3NF3RM3D4D plandémica. No se puede opinar libremente y por ello debe uno recurrir a claves y contraseñas para confundir los algoritmos que controlan en redes sociales lo que te permiten decir o no. Haga usted la prueba, si tiene cuenta de Caralibro (Facebook) o de Tutubo (YouTube) opine sobre el V1RU5 que dizque es lo pior de lo peor y verá cómo le censuran de inmediato o le cuelgan un aviso que está usted hablando de algo para lo cual no tiene conocimiento o no tiene autoridad y ni es experto. No importa si usted es o no galeno, científico, biólogo, etcétera.

Respecto a la manipulación social, “Ellos” tienen un modus operandi… Los gobiernos bajo las directrices de sus amos provocan las crisis, problemas, catástrofes, enemigos y demás caos que usted quiera imaginar, por ejemplo, terroristas, narcos, crisis económicas, crisis ecológicas, crisis de salud, amenazas de este mundo y no tardan en empezar con las amenazas de fuera de este mundo. Luego, dejan que la gente sufra hasta cierto límite y luego llegan y nos ofrecen la solución, dicho sea de paso, siempre en esta solución nosotros debemos permitirles voluntariamente perder ciertas libertades y ciertos derechos con el pretexto de que así podrán protegernos. Es el miedo lo que utilizan para hacernos pedirles que nos quiten derechos y libertades, después, si nos quejamos, nos dicen: “Tú lo pediste”.

Debemos dejar de confiar en ellos y empezar a confiar en uno mismo. Debemos dejar de caer en las tentaciones de la felicidad materialista que nos venden para que caigamos en el espejismo de lograr más rápido lo que deseamos por medio del crédito. Debemos dejar de esperar salvadores celestiales y mesiánicos y salvarnos nosotros a nosotros mismos. Nadie externo va a salvarnos o a mejorar nuestras vidas por nuestra linda cara, siempre quieren algo… Si tenemos poco o nada ¿Qué podrán querer? ¿Nuestra alma? Por eso nuestra añorada normalidad está entre comillas.

Ahí le dejo esto para que lo piense ciudadano.



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¿Está usted esperando a que la situación se “normalice”? Si es así, me temo que no le ha caído el veinte. No ha entendido que, aunque por momentos parece que así va a ser, pues no será así. Aunque termine la plandemia, ya las cosas no volverán a ser lo mismo de antes. La enfermedad que nos dicen que azota a la humanidad y el fallido plan de las V4CUN45, sólo han venido a poner de frente y a la luz pública, lo mal que están las instituciones elitescas, gubernamentales, políticas, religiosas, empresariales y sociales. En pocas palabras, toda la organización humana del planeta entró en crisis y en implosión.

Los ciudadanos comunes y corrientes ya no podemos seguir esperando a que lleguen unos líderes muy sabiondos que nos devuelvan la “normalidad” porque lo que considerábamos normal estaba sustentado en mentiras. No es casual que usted, si fue a votar, hubiese considerado votar por el o los candidatos menos peores, de hecho, lo mismo está sucediendo en todos los países “democráticos”. ¿Por qué? Porque es obvio y patente que la democracia nunca existió.

Desde que yo tengo uso de razón, cada ciclo de campañas se hacían promesas que no se cumplían y encima de esto los nuevos gobiernos tomaban de hecho decisiones y acciones contrarias a lo prometido, unos partidos opositores a los anteriores hacían lo mismo que los partidos supuestamente contrincantes. Es común que el pueblo en general bromee siempre sobre el teatro de la política, pero siempre se dejaba llevar por la esperanza que nos venden en las elecciones. La esperanza politiquera es en realidad el peor enemigo de los ciudadanos comunes.

De nada han servido los pleitos y alegatas sobre política porque nada hay de certidumbre para el pueblo en ello. Lo que queda de los sistemas de gobierno alrededor del planeta se están desmoronando al tiempo que usted mi estimado lector lee estas líneas.

Entonces ¿Por qué se sigue percibiendo cierto grado de lo que consideramos “normal” en nuestro entorno? Haga de cuenta que el sistema global de organización de la humanidad es un enorme y pesado tren que su locomotora se apagó, el peso y la inercia que tiene sigue en movimiento, pero este irremediablemente está disminuyendo poco a poco su velocidad. Como decimos aquí en México todavía lleva vuelito. Pero tarde o temprano se va a detener y es cuando la humanidad entera nos daremos cuenta de que lo “normal” se fue, acabó, dejó de existir.

Por toda esta situación, cada vez será más común, que veamos escándalos políticos, crisis económicas fuertísimas, la gente se empezará a alejar de las religiones porque éstas cada vez más se les destaparán escándalos y se verán a flor de piel su interior oscuro y decadente.

Hace mucho tiempo estando yo muy joven y que percibía las enormes mentiras que servían de cimientos a la sociedad humana y me preguntaba que cómo era posible que la sociedad no se derrumbase. Sabía que pasaría, pero pensaba que no me tocaría verlo, ya que los procesos históricos tardan a veces cientos de años. Se ha venido manteniendo la organización humana con mentiras que tapaban otras mentiras, y luego más mentiras y así desde hace, más o menos seis mil años. La presa se llenó, se está desbordando y el torrente de verdades ocultas al pueblo durante estos seis mil años, sigue llegando al vaso de esta presa sin detenerse, por el contrario, su velocidad y caudal se incrementa día a día.

Ya es más que obvio para mucha más gente que nuestros gobernantes no son la parte superior de la pirámide de los gobiernos en el planeta, para todos nosotros ya es más que obvio que los presidentes, dictadores, reyes y principales autoridades religiosas son títeres de un poder en la sombra, que nadie elige y quienes siempre han estado allí alimentando las farsas de los reinados, las democracias y lo que Dios quiere de nosotros como humanidad.

El éxito de las redes sociales en todos lados es precisamente el foco rojo que nos avisa que los medios de comunicación nunca ejercieron la libertad de expresión y siempre han estado bajo el control de quienes mandan por sobre los gobernantes nunca realmente elegidos por los ciudadanos comunes. El 99% de los medios de comunicación son los que modelan nuestra opinión sobre lo que sucede a conveniencia siempre de sus amos. Los amos del mundo.

Los sistemas educativos de cada país, están diseñados precisamente para el papel y rol que se le dio con anterioridad a cada nación por los ya mencionados. De hecho, el nombre correcto, en vez de sistema educativo, debería de ser sistema de adoctrinamiento o de programación. El real conocimiento y la real educación convierte al hombre y la mujer en entes libres y no es el caso en nuestra sociedad. La libertad de expresión que se presume en los países más desarrollados es al igual que la política, un teatro, donde los países con gobiernos “más avanzados”, pueden tener un poco más de libertad de expresión, mientras que aquellos países que les dieron el rol de tercermundistas, tienen poca o nula libertad de expresión. La prueba de que lo que estoy diciendo es cierto, está en lo que circula en medios y redes sociales sobre el tema de la 3NF3RM3D4D plandémica. No se puede opinar libremente y por ello debe uno recurrir a claves y contraseñas para confundir los algoritmos que controlan en redes sociales lo que te permiten decir o no. Haga usted la prueba, si tiene cuenta de Caralibro (Facebook) o de Tutubo (YouTube) opine sobre el V1RU5 que dizque es lo pior de lo peor y verá cómo le censuran de inmediato o le cuelgan un aviso que está usted hablando de algo para lo cual no tiene conocimiento o no tiene autoridad y ni es experto. No importa si usted es o no galeno, científico, biólogo, etcétera.

Respecto a la manipulación social, “Ellos” tienen un modus operandi… Los gobiernos bajo las directrices de sus amos provocan las crisis, problemas, catástrofes, enemigos y demás caos que usted quiera imaginar, por ejemplo, terroristas, narcos, crisis económicas, crisis ecológicas, crisis de salud, amenazas de este mundo y no tardan en empezar con las amenazas de fuera de este mundo. Luego, dejan que la gente sufra hasta cierto límite y luego llegan y nos ofrecen la solución, dicho sea de paso, siempre en esta solución nosotros debemos permitirles voluntariamente perder ciertas libertades y ciertos derechos con el pretexto de que así podrán protegernos. Es el miedo lo que utilizan para hacernos pedirles que nos quiten derechos y libertades, después, si nos quejamos, nos dicen: “Tú lo pediste”.

Debemos dejar de confiar en ellos y empezar a confiar en uno mismo. Debemos dejar de caer en las tentaciones de la felicidad materialista que nos venden para que caigamos en el espejismo de lograr más rápido lo que deseamos por medio del crédito. Debemos dejar de esperar salvadores celestiales y mesiánicos y salvarnos nosotros a nosotros mismos. Nadie externo va a salvarnos o a mejorar nuestras vidas por nuestra linda cara, siempre quieren algo… Si tenemos poco o nada ¿Qué podrán querer? ¿Nuestra alma? Por eso nuestra añorada normalidad está entre comillas.

Ahí le dejo esto para que lo piense ciudadano.



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