/ martes 21 de diciembre de 2021

Un ciudadano pensó | La verdad frente a ti para que no la veas…

Creo que muchos ya hemos escuchado la frase “escondido a plena vista” incluso hemos sido víctimas de videos curiosos donde nos juegan la broma o memes que llegan a nuestros celulares o móviles e incluso, al hacernos gracia, los hemos reenviado a nuestros amigos y conocidos a través de Telegram o cualquier otra aplicación similar.

Es precisamente en este ejemplo (las bromas y memes) como se demuestra lo que les intento explicar, y digo intento, porque no es sencillo explicar sin terminología de psicología y ponerlo en frases o ejemplos simples. A pesar de que el proceso de engañar a la mente es tan simple, para algunos, les será muy complicado aceptar lo fácil que es engañar, manipular y programar nuestras mentes.

Cuando escuchamos “programar la mente” nos imaginamos miles de cables conectados a nuestros cráneos y a una computadora que nos está lavando el cerebro… Eso sí sería muy complicado. Sin embargo, el proceso de programación es en realidad muy simple y lo hacen frente a nosotros las 24 horas del día. Lo único no conveniente para quienes programan cerebros, es que la programación, aunque es muy sencilla, lleva tiempo, mucho tiempo. Y si se busca acelerar la velocidad, provoca muchos problemas no deseables como la completa desestabilización del individuo y hasta perderlo. Además de que hacerlo a gran escala conllevaría un enorme problema logístico, por lo que se sigue prefiriendo la programación a la “vieja usanza”.

¿Cuál es la vieja usanza? Educación, doctrina religiosa, más recientemente, a partir del siglo XX, digamos desde 1915, aunque en 413 d.C. en China inician las primeras prensas, fue hasta la invención de la prensa de caracteres móviles de Johannes Gutenberg, que se dan los primeros pasos a la comunicación masiva, pero esta comunicación llegaría sólo a aquellos privilegiados que sabían leer y escribir, es hasta que se populariza la radio, por eso digo más o menos como punto de partida el año 1915 en plena Primera Guerra Mundial que empieza (para mí pensar) la programación masiva de personas a través de los medios de comunicación.

En términos muy básicos, la programación es hacerte creer qué es lo “normal” o lo que “debe ser normal” en nuestras vidas y obviamente, hacerte creer qué es lo “anormal” y lo que “no debe ser” en nuestras vidas. De tal modo que si ya convencieron a tus abuelos sobre qué “es bueno” y lo que “no es bueno”, ellos educarán a tus padres de esa forma y tus padres a ti. mientras a través de los medios y modas se irán haciendo en jóvenes los cambios que se requieran para ir guiando al ganado que cree que hacen y viven lo correcto.

Este proceso de moldeo de nuestra forma de ver el mundo tiene cientos de años y como parte de este, se nos han ocultado toneladas (literal) de información, que actualmente está frente a nosotros, pero se nos ha enseñado a no verla o si la vemos a no creer en ella, dándole el mote de supercherías, fantasías, mitos y más recientemente… Conspiranoia o negacionismo.

Tan están conscientes “ellos”, por ejemplo, de que deben respetar nuestro libre albedrío, que siempre nos hacen tomar nuestras decisiones en base a miedo, nos manipulan para que decidamos lo que a “ellos” les conviene que decidamos. Al decidir nosotros “por nosotros mismos”… ellos “legalmente” no infringieron la ley o principio de “no ir en contra de nuestro libre albedrío” y ellos no tendrán que pagar karma por ello…

En este momento, acaba usted lector de tener una disonancia cognitiva, usé la palabra karma, palabra integrada en lo que se nos ha enseñado que es superchería, fantasía, mito y/o conspiranoia o negacionismo. En su mente se está barajando el considerarme charlatán o algo así. Mi estimado lector, eso es la programación de la mente en acción.

Si desea seguir leyendo, le agradezco el esfuerzo o agradezco a su morbo y curiosidad que siga adelante.

Una de las principales reglas del principio del libre albedrío, es dar la información y no ocultarla para que podamos decidir teniendo en cuenta el todo sobre lo que vamos a decidir. Pero este principio no indica cómo se está dando la información. Y en realidad “ellos” nos han estado dando la información completa pero manipulando lo que pensamos de esa información para que tomemos la decisión hacia donde les “conviene” y no se les puede acusar de que no nos dieron la información, “ellos” no tendrían culpa (karma) de que tú hubieses muerto por ir a la guerra, porque tú tomaste la decisión de ir a la guerra porque tú quieres defender los ideales de tu patria.

“Ellos” no tienen la culpa de que no sepas usar la metafísica porque piensas que es una superchería, eso lo decidiste tú. Ellos no tienen la culpa de que no aproveches el aprendizaje y la guía de la astrología porque tú te creíste que eso es una superstición, que dicho sea de paso, todos los presidentes o la mayoría, así como los monarcas, tienen astrólogos de cabecera, pero no es algo que ventilan porque iría en contra del discurso que promueven en sus medios de comunicación y en SUS escuelas y universidades y en sus centros de investigación de todo tipo (no se nos olvide la NASA y otras similares).

Darte la verdad entre argumentos de drama o comedia, se le llama primado negativo y con ello se le enseña a tu cerebro y se le programa a negarse ante la información que “ellos” quieren que te niegues. Además, como refuerzo a esta estrategia, utilizan otro recurso que es lo que viene a ponerle la cereza al pastel… Tu zona de confort, el miedo a perder tu zona de confort.

Aprender, lo que tenemos como almas que venir a aprender es complicado, requiere mucho esfuerzo y mucho tiempo… Si estás pasándotela genial, si te estás entreteniendo a toda madre, ¿para qué voy a dejar eso por esforzarme en crecer espiritualmente? Ahí entra tu sueldo, ¿para qué me “arriesgo” a ser independiente si tengo mi sueldo “seguro”? Ahí entra tu comodidad ¿Para qué le busco ruido al chicharrón si tengo casa, refugio, ropa y un estilo de vida? La gente se sacrifica por llegar a tener el estilo de vida que nos enseñaron a creer que es ser personas exitosas y esto es para presumirlo sobre otras que no lo han alcanzado.

Por evitar el karma es que “ellos”, nos ponen la verdad de frente, pero no para que la veas, nos dicen que el karma es superstición, superchería, fantasía… Una fantasía que toman muy en serio.

Creo que muchos ya hemos escuchado la frase “escondido a plena vista” incluso hemos sido víctimas de videos curiosos donde nos juegan la broma o memes que llegan a nuestros celulares o móviles e incluso, al hacernos gracia, los hemos reenviado a nuestros amigos y conocidos a través de Telegram o cualquier otra aplicación similar.

Es precisamente en este ejemplo (las bromas y memes) como se demuestra lo que les intento explicar, y digo intento, porque no es sencillo explicar sin terminología de psicología y ponerlo en frases o ejemplos simples. A pesar de que el proceso de engañar a la mente es tan simple, para algunos, les será muy complicado aceptar lo fácil que es engañar, manipular y programar nuestras mentes.

Cuando escuchamos “programar la mente” nos imaginamos miles de cables conectados a nuestros cráneos y a una computadora que nos está lavando el cerebro… Eso sí sería muy complicado. Sin embargo, el proceso de programación es en realidad muy simple y lo hacen frente a nosotros las 24 horas del día. Lo único no conveniente para quienes programan cerebros, es que la programación, aunque es muy sencilla, lleva tiempo, mucho tiempo. Y si se busca acelerar la velocidad, provoca muchos problemas no deseables como la completa desestabilización del individuo y hasta perderlo. Además de que hacerlo a gran escala conllevaría un enorme problema logístico, por lo que se sigue prefiriendo la programación a la “vieja usanza”.

¿Cuál es la vieja usanza? Educación, doctrina religiosa, más recientemente, a partir del siglo XX, digamos desde 1915, aunque en 413 d.C. en China inician las primeras prensas, fue hasta la invención de la prensa de caracteres móviles de Johannes Gutenberg, que se dan los primeros pasos a la comunicación masiva, pero esta comunicación llegaría sólo a aquellos privilegiados que sabían leer y escribir, es hasta que se populariza la radio, por eso digo más o menos como punto de partida el año 1915 en plena Primera Guerra Mundial que empieza (para mí pensar) la programación masiva de personas a través de los medios de comunicación.

En términos muy básicos, la programación es hacerte creer qué es lo “normal” o lo que “debe ser normal” en nuestras vidas y obviamente, hacerte creer qué es lo “anormal” y lo que “no debe ser” en nuestras vidas. De tal modo que si ya convencieron a tus abuelos sobre qué “es bueno” y lo que “no es bueno”, ellos educarán a tus padres de esa forma y tus padres a ti. mientras a través de los medios y modas se irán haciendo en jóvenes los cambios que se requieran para ir guiando al ganado que cree que hacen y viven lo correcto.

Este proceso de moldeo de nuestra forma de ver el mundo tiene cientos de años y como parte de este, se nos han ocultado toneladas (literal) de información, que actualmente está frente a nosotros, pero se nos ha enseñado a no verla o si la vemos a no creer en ella, dándole el mote de supercherías, fantasías, mitos y más recientemente… Conspiranoia o negacionismo.

Tan están conscientes “ellos”, por ejemplo, de que deben respetar nuestro libre albedrío, que siempre nos hacen tomar nuestras decisiones en base a miedo, nos manipulan para que decidamos lo que a “ellos” les conviene que decidamos. Al decidir nosotros “por nosotros mismos”… ellos “legalmente” no infringieron la ley o principio de “no ir en contra de nuestro libre albedrío” y ellos no tendrán que pagar karma por ello…

En este momento, acaba usted lector de tener una disonancia cognitiva, usé la palabra karma, palabra integrada en lo que se nos ha enseñado que es superchería, fantasía, mito y/o conspiranoia o negacionismo. En su mente se está barajando el considerarme charlatán o algo así. Mi estimado lector, eso es la programación de la mente en acción.

Si desea seguir leyendo, le agradezco el esfuerzo o agradezco a su morbo y curiosidad que siga adelante.

Una de las principales reglas del principio del libre albedrío, es dar la información y no ocultarla para que podamos decidir teniendo en cuenta el todo sobre lo que vamos a decidir. Pero este principio no indica cómo se está dando la información. Y en realidad “ellos” nos han estado dando la información completa pero manipulando lo que pensamos de esa información para que tomemos la decisión hacia donde les “conviene” y no se les puede acusar de que no nos dieron la información, “ellos” no tendrían culpa (karma) de que tú hubieses muerto por ir a la guerra, porque tú tomaste la decisión de ir a la guerra porque tú quieres defender los ideales de tu patria.

“Ellos” no tienen la culpa de que no sepas usar la metafísica porque piensas que es una superchería, eso lo decidiste tú. Ellos no tienen la culpa de que no aproveches el aprendizaje y la guía de la astrología porque tú te creíste que eso es una superstición, que dicho sea de paso, todos los presidentes o la mayoría, así como los monarcas, tienen astrólogos de cabecera, pero no es algo que ventilan porque iría en contra del discurso que promueven en sus medios de comunicación y en SUS escuelas y universidades y en sus centros de investigación de todo tipo (no se nos olvide la NASA y otras similares).

Darte la verdad entre argumentos de drama o comedia, se le llama primado negativo y con ello se le enseña a tu cerebro y se le programa a negarse ante la información que “ellos” quieren que te niegues. Además, como refuerzo a esta estrategia, utilizan otro recurso que es lo que viene a ponerle la cereza al pastel… Tu zona de confort, el miedo a perder tu zona de confort.

Aprender, lo que tenemos como almas que venir a aprender es complicado, requiere mucho esfuerzo y mucho tiempo… Si estás pasándotela genial, si te estás entreteniendo a toda madre, ¿para qué voy a dejar eso por esforzarme en crecer espiritualmente? Ahí entra tu sueldo, ¿para qué me “arriesgo” a ser independiente si tengo mi sueldo “seguro”? Ahí entra tu comodidad ¿Para qué le busco ruido al chicharrón si tengo casa, refugio, ropa y un estilo de vida? La gente se sacrifica por llegar a tener el estilo de vida que nos enseñaron a creer que es ser personas exitosas y esto es para presumirlo sobre otras que no lo han alcanzado.

Por evitar el karma es que “ellos”, nos ponen la verdad de frente, pero no para que la veas, nos dicen que el karma es superstición, superchería, fantasía… Una fantasía que toman muy en serio.