/ viernes 8 de febrero de 2019

Un ciudadano pensó | Medias verdades que ocultan mentiras completas

Opiniones van y opiniones vuelven, algunas insultan y atacan, otras felicitan y comparten, en fin las redes sociales han venido a democratizar algo que antes era exclusivo de los medios de comunicación “tradicionales”.

Aunque hay quienes auguran el final de éstos, más bien creo que los está obligando a evolucionar y a mejorar sus contenidos porque ahora el ciudadano común puede elevar su voz y dar su opinión con nombre y apellido, cuando antes sólo era un número en una encuesta, que pudiera ser cierta o no.

Pero para todas las personas no está tan fácil exponerse a la información de las redes sociales que llamaré RS para abreviar. Definitivamente si queremos tener información veraz, no podemos los ciudadanos, darnos el lujo de ser flojos. En las RS debemos convertirnos en verdaderos detectives y aprender primero a identificar las fake news o las trash news, este último término acuñado por un servidor, ya que llenan de basura nuestros teléfonos, computadora pero sobre todo nuestras mentes. Pero después viene lo más difícil, identificar los rastros de medias verdades e ir construyendo nuestro criterio con más certezas que espejismos.

Los medios de comunicación “tradicionales” libran dos cruentas guerras, tal vez decir cruentas, describa la situación de manera muy superficial, se están jugando su supervivencia. Digo dos, porque una es contra las redes sociales y la otra por continuar influenciando las mentes de la ciudadanía. Esto último se complica cada vez más, ya que las redes sociales informan de manera más libre y retan la veracidad y oportunidad de los medios “tradicionales”. Las RS están siempre en el lugar de los hechos, mientras que los medios corren siempre detrás de las RS, las que en muchas ocasiones les roban la oportunidad de manejar la información a favor o en contra de determinados intereses políticos o privados, dependiendo de los arreglos previos entre éstos y los medios de comunicación.

Nosotros como ciudadanos, sí queremos realmente entender lo que sucede en nuestro entorno y prever que eventos nos pudieran afectar negativa o positivamente, debemos ver más allá de la superficie y de lo literal de la información que nos llega. Debemos comprender que quienes tienen grandes intereses, harán lo que esté a su alcance para modificar a su conveniencia la información que llega al público, así como manipularla para ajustar la opinión ciudadana también a sus objetivos.

Uno de los más importantes analistas geopolíticos de México, el doctor Alfredo Jalife en una conferencia magistral “Guerra de divisas de James Rickards” entre muchísimas cosas dijo algo que aplica en esto que les comento, de manera casi perfecta: Nosotros, los ciudadanos vivimos en el mundo de fantasía que “ellos” nos crearon, mientras “ellos” viven la realidad del mundo de lo que realmente sucede… Válgame la redundancia.

Somos una sociedad rodeada de información, una sociedad que se ahoga en datos… y estamos desinformados.

¿Cómo puede esto ser posible? Muy fácil, existe una sola verdad, mil medias verdades y un millón de mentiras, más las fantasías de algunos locos. Sencillamente se aprovechan de la pereza, del desinterés, del “a mí no me va a pasar eso”, etc. Y muy pocos vamos a usar la lógica para atar los cabos para acercarnos un poco a esa única verdad, que la mayor parte de las veces es tan amarga, escandalosa e increíble que algunos otros terminan pensando que no puede ser cierto y la desestiman. Es una teoría de conspiración dicen otros…

Para poder llegar a la verdad, debemos de dejarnos llevar por la lógica, las evidencias y anular nuestra capacidad de asombro.

Gustavo Tena H. Fotógrafo profesional y ciudadano.

Correo: tena@gmx.es

Opiniones van y opiniones vuelven, algunas insultan y atacan, otras felicitan y comparten, en fin las redes sociales han venido a democratizar algo que antes era exclusivo de los medios de comunicación “tradicionales”.

Aunque hay quienes auguran el final de éstos, más bien creo que los está obligando a evolucionar y a mejorar sus contenidos porque ahora el ciudadano común puede elevar su voz y dar su opinión con nombre y apellido, cuando antes sólo era un número en una encuesta, que pudiera ser cierta o no.

Pero para todas las personas no está tan fácil exponerse a la información de las redes sociales que llamaré RS para abreviar. Definitivamente si queremos tener información veraz, no podemos los ciudadanos, darnos el lujo de ser flojos. En las RS debemos convertirnos en verdaderos detectives y aprender primero a identificar las fake news o las trash news, este último término acuñado por un servidor, ya que llenan de basura nuestros teléfonos, computadora pero sobre todo nuestras mentes. Pero después viene lo más difícil, identificar los rastros de medias verdades e ir construyendo nuestro criterio con más certezas que espejismos.

Los medios de comunicación “tradicionales” libran dos cruentas guerras, tal vez decir cruentas, describa la situación de manera muy superficial, se están jugando su supervivencia. Digo dos, porque una es contra las redes sociales y la otra por continuar influenciando las mentes de la ciudadanía. Esto último se complica cada vez más, ya que las redes sociales informan de manera más libre y retan la veracidad y oportunidad de los medios “tradicionales”. Las RS están siempre en el lugar de los hechos, mientras que los medios corren siempre detrás de las RS, las que en muchas ocasiones les roban la oportunidad de manejar la información a favor o en contra de determinados intereses políticos o privados, dependiendo de los arreglos previos entre éstos y los medios de comunicación.

Nosotros como ciudadanos, sí queremos realmente entender lo que sucede en nuestro entorno y prever que eventos nos pudieran afectar negativa o positivamente, debemos ver más allá de la superficie y de lo literal de la información que nos llega. Debemos comprender que quienes tienen grandes intereses, harán lo que esté a su alcance para modificar a su conveniencia la información que llega al público, así como manipularla para ajustar la opinión ciudadana también a sus objetivos.

Uno de los más importantes analistas geopolíticos de México, el doctor Alfredo Jalife en una conferencia magistral “Guerra de divisas de James Rickards” entre muchísimas cosas dijo algo que aplica en esto que les comento, de manera casi perfecta: Nosotros, los ciudadanos vivimos en el mundo de fantasía que “ellos” nos crearon, mientras “ellos” viven la realidad del mundo de lo que realmente sucede… Válgame la redundancia.

Somos una sociedad rodeada de información, una sociedad que se ahoga en datos… y estamos desinformados.

¿Cómo puede esto ser posible? Muy fácil, existe una sola verdad, mil medias verdades y un millón de mentiras, más las fantasías de algunos locos. Sencillamente se aprovechan de la pereza, del desinterés, del “a mí no me va a pasar eso”, etc. Y muy pocos vamos a usar la lógica para atar los cabos para acercarnos un poco a esa única verdad, que la mayor parte de las veces es tan amarga, escandalosa e increíble que algunos otros terminan pensando que no puede ser cierto y la desestiman. Es una teoría de conspiración dicen otros…

Para poder llegar a la verdad, debemos de dejarnos llevar por la lógica, las evidencias y anular nuestra capacidad de asombro.

Gustavo Tena H. Fotógrafo profesional y ciudadano.

Correo: tena@gmx.es