/ martes 29 de marzo de 2022

Un ciudadano pensó | Nuestra única misión… Aprender

Muchos estarán seguros de que, si arrojamos una piedra contra una persona, le haremos daño. Sin embargo, no creen que un pensamiento que guardan con mucho odio, haga daño. En realidad, se hace más daño con un pensamiento de odio que con una pedrada. Esta información no es mía, es parte de una conferencia en Múnich, Alemania, en el año 1912 hace más de un siglo. Conferencia dictada por Rudolf Steiner, filósofo austriaco, erudito literario, educador, artista, autor teatral, pensador social y ocultista. De quien tomo algunas informaciones para hacer esta reflexión y tomo también pensamientos de Ramón Freire, youtuber filósofo y pensador chileno.

“Entre más habla el hombre o la mujer del amor fraterno y de la humanidad, hasta embriagarse con ello, tanto más egoístas se vuelven los seres humanos. El amor y la comprensión no van a surgir en el curso de la evolución, simplemente por que se hable de ello”.

¿Cuántas veces en un grupo de amistades que se estiman mucho creen que su amistad durará por siempre? No confundamos emociones con realidades…

Realmente nos preocupamos siempre de quienes tenemos cerca y de uno mismo. Va a sonar violento, pero donde se ha pregonado más del amor y la paz universal, es en las religiones y es donde hemos visto las violaciones de niños o denostación de las mujeres desde el inicio de sus doctrinas afirmando que con la mujer llegó el pecado. ¿Amas a Dios? Dame tu diezmo, dame tus ofrendas… Etc. En la política también nos hablan del amor universal a través de la impartición “justicia”, las promesas de una vida mejor, etc. pero solo en campaña.

La humanidad ¿Alcanzará la unión fraternal? Si, eso es deseable y maravilloso, pero la alcanzará mucho más a través de otro elemento: El conocimiento espiritual. Si queremos una sociedad más fraterna, más amable, más amorosa, más fuerte, más sabia, etc. Cada uno debería buscar ser así, por sí mismo, Yo debería ser así.

Es importante aclarar, que cuando se refiere a espiritualidad o conocimiento espiritual, no se habla exclusivamente de religión. La religión es uno de los innumerables caminos para explorar la espiritualidad.

Actualmente las situaciones históricas que estamos viviendo las diferentes sociedades del planeta y que conformamos la sociedad humana en su total, me refiero a todos los eventos que estamos atestiguando en el mundo, como la pandemia que acabamos de pasar, la guerra tan publicitada de Ucrania por los medios de Occidente, así como la guerra tan escondida (Por los mismos medios) en Yemen, la crisis de credibilidad del sistema político mundial, la agenda 2030 para establecer el nuevo “orden” mundial, que más bien apunta a una dictadura totalitaria global y el afloramiento a la luz de informaciones que parecen indicar que las llamadas, teorías conspirativas, tienen fundamento en la verdad, pero que se han mantenido ocultas a toda costa. Estos, y otros eventos, están haciendo que las personas nos estemos replanteando el mundo que vivíamos y empecemos la búsqueda de información que nos aporte luz sobre donde estamos parados y a donde debemos enfocar nuestra atención.

He notado un aumento muy considerable en el número de personas que empiezan a seguir redes sociales enfocadas a temas espirituales y esotéricos: El esoterismo se encarga del estudio de la Realidad Interior (conocida como Metafísica en el pasado y ahora como psíquica). Es importante tener en cuenta que esta realidad no se puede percibir por nuestros sentidos. Podemos decir que es invisible. Muchos expertos discuten ampliamente sobre su zona de estudio. Mientras algunos aseguran que se trata del estudio del subconsciente, otros aseguran que es algo mucho más allá: una realidad oculta de difícil acceso.

También he notado un crecimiento del número de personas que se integran a considerar y analizar los temas llamados “conspiranoicos” o “negacionistas” por las principales agencias de los poderes mundiales. También, se nota un distanciamiento o reducción de creyentes en todas las religiones, principalmente en la católica.

Todo este fenómeno, desde mi punto de vista, es porque para muchas personas es ya muy notorio el grado de falta de congruencia por parte de todas las principales instituciones de la sociedad humana, como gobiernos, financieras, de “salud”, religiosas, educación, medios de comunicación, fundaciones de “beneficencia”, etc. Entre lo que dicen y hacen o lo que deberían ser y en realidad son.

Entonces, al no poder encontrar un referente que tenga un sólido apego a la congruencia, empezamos a buscar otras opciones, otros caminos, otras formas. Una de estas está siendo la búsqueda espiritual. Muchos estamos entendiendo que no podemos seguir buscando la verdad que tanto necesitamos, fuera de nosotros y empezamos a buscar dentro de nuestro ser y conforme nos interiorizamos, podemos encontrar una lógica y coherencia en aquello que siempre se nos dijo o mejor dicho, adoctrinó, que era mentira, fantasía o superchería.

Este es un momento muy crítico para muchas personas, porque tendemos a defender la visión que tenemos del mundo y cuando se nos presentan hechos… Ya no discursos, hechos, que nos indican que nuestras convicciones, creencias e incluso lo que se nos enseñó y “educó” en la escuela y universidades, gran parte es falso o manipulado con verdades a medias; es simplemente un shock emocional y psicológico muy fuerte. Esto varía de persona a persona y es comprensible. Las reacciones ante todo este panorama va, desde cerrar los ojos y defender lo que creemos que era nuestra realidad a toda costa, por señalar el primer extremo, como aceptar cualquier cosa diferente a la realidad que veníamos viviendo en un acto total de rebeldía donde se reniega de todo el sistema tradicional, como el otro extremo de las reacciones, pero con la gran mayoría de las personas fluctuando en el centro, considerando algunas nuevas opciones y dejando ir también algunas de las anteriores de forma paulatina.

Esta postura tal vez desde mi muy personal punto de vista es lo mejor, por qué considero que todo en extremo o en exceso tiende a ser negativo. No podemos decir que todo el sistema que veníamos viviendo es malo, más bien, lo que hizo que colapsara fue el libertinaje con el que lo fueron prostituyendo quienes eran los responsables de su adecuado manejo… El problema siempre estuvo en la intención de quienes jalaban de los hilos, su incapacidad de empatía con otros seres, su absoluto apego a las “riquezas” materiales, su falta de valores humanos, vaya su pérdida de espiritualidad y sus estrategias para desespiritualizar a cada vez más y más personas, haciéndoles creer que en la vida “hay que ser exitosos” y que para eso había que poseer muchos bienes y cosas, de lo contrario, serías un perdedor y tu existencia no habría valido la pena.

Eso es la absoluta separación de la esencia de ser humanos, nuestra espiritualidad. Por eso, de manera instintiva la humanidad normal, empezamos a buscar nuestro espíritu y conforme exploramos temas espirituales nos vamos dando cuenta que no existe realmente la necesidad de vestirnos como monjes tibetanos, ni tenemos que estar todo el día en clásica posición de meditación, vaya, se ha rodeado de tantos estereotipos de requerimientos para ser espirituales que nos mantuvieron alejados de este tipo de conocimiento, cuando en realidad no necesitamos realmente cambiar casi nada de cómo vivimos, lo único que debemos cambiar es nuestra atención, a donde dirigimos nuestra atención para guiar nuestra mente a los aspectos interiores de nosotros mismos y la exploración de nuestro interior se irá reflejando en el exterior.

En realidad, los acontecimientos que se están llevando a cabo en el mundo por estos entes en gobiernos, élites, etc. Están fungiendo como grandes maestros para todos nosotros, porque están sacudiéndonos y obligándonos a salir de la monotonía robótica que nos adoctrinaron a creer que era la vida. Están activando nuestro sentido de supervivencia y llamando nuestro espíritu a susurrarnos en la mente que algo anda mal y que debemos voltear hacia dentro a buscar el conocimiento que todos llevamos dentro y que tanto nos han distraído buscándolo fuera. Estos maestros, nos están obligando a usar la brújula del nuestro espíritu.

La vida siempre se mueve, siempre cambia, de hecho, la manifestación de la vida es el cambio. Tal vez, el cambio tan fuerte que estamos viviendo, nos asuste, pero el único camino es la aceptación de que vamos a cambiar, debemos desapegarnos (soltar) a lo que era y adaptarnos a lo que llegó, para cumplir con nuestra única misión… Aprender, en la luz.


Muchos estarán seguros de que, si arrojamos una piedra contra una persona, le haremos daño. Sin embargo, no creen que un pensamiento que guardan con mucho odio, haga daño. En realidad, se hace más daño con un pensamiento de odio que con una pedrada. Esta información no es mía, es parte de una conferencia en Múnich, Alemania, en el año 1912 hace más de un siglo. Conferencia dictada por Rudolf Steiner, filósofo austriaco, erudito literario, educador, artista, autor teatral, pensador social y ocultista. De quien tomo algunas informaciones para hacer esta reflexión y tomo también pensamientos de Ramón Freire, youtuber filósofo y pensador chileno.

“Entre más habla el hombre o la mujer del amor fraterno y de la humanidad, hasta embriagarse con ello, tanto más egoístas se vuelven los seres humanos. El amor y la comprensión no van a surgir en el curso de la evolución, simplemente por que se hable de ello”.

¿Cuántas veces en un grupo de amistades que se estiman mucho creen que su amistad durará por siempre? No confundamos emociones con realidades…

Realmente nos preocupamos siempre de quienes tenemos cerca y de uno mismo. Va a sonar violento, pero donde se ha pregonado más del amor y la paz universal, es en las religiones y es donde hemos visto las violaciones de niños o denostación de las mujeres desde el inicio de sus doctrinas afirmando que con la mujer llegó el pecado. ¿Amas a Dios? Dame tu diezmo, dame tus ofrendas… Etc. En la política también nos hablan del amor universal a través de la impartición “justicia”, las promesas de una vida mejor, etc. pero solo en campaña.

La humanidad ¿Alcanzará la unión fraternal? Si, eso es deseable y maravilloso, pero la alcanzará mucho más a través de otro elemento: El conocimiento espiritual. Si queremos una sociedad más fraterna, más amable, más amorosa, más fuerte, más sabia, etc. Cada uno debería buscar ser así, por sí mismo, Yo debería ser así.

Es importante aclarar, que cuando se refiere a espiritualidad o conocimiento espiritual, no se habla exclusivamente de religión. La religión es uno de los innumerables caminos para explorar la espiritualidad.

Actualmente las situaciones históricas que estamos viviendo las diferentes sociedades del planeta y que conformamos la sociedad humana en su total, me refiero a todos los eventos que estamos atestiguando en el mundo, como la pandemia que acabamos de pasar, la guerra tan publicitada de Ucrania por los medios de Occidente, así como la guerra tan escondida (Por los mismos medios) en Yemen, la crisis de credibilidad del sistema político mundial, la agenda 2030 para establecer el nuevo “orden” mundial, que más bien apunta a una dictadura totalitaria global y el afloramiento a la luz de informaciones que parecen indicar que las llamadas, teorías conspirativas, tienen fundamento en la verdad, pero que se han mantenido ocultas a toda costa. Estos, y otros eventos, están haciendo que las personas nos estemos replanteando el mundo que vivíamos y empecemos la búsqueda de información que nos aporte luz sobre donde estamos parados y a donde debemos enfocar nuestra atención.

He notado un aumento muy considerable en el número de personas que empiezan a seguir redes sociales enfocadas a temas espirituales y esotéricos: El esoterismo se encarga del estudio de la Realidad Interior (conocida como Metafísica en el pasado y ahora como psíquica). Es importante tener en cuenta que esta realidad no se puede percibir por nuestros sentidos. Podemos decir que es invisible. Muchos expertos discuten ampliamente sobre su zona de estudio. Mientras algunos aseguran que se trata del estudio del subconsciente, otros aseguran que es algo mucho más allá: una realidad oculta de difícil acceso.

También he notado un crecimiento del número de personas que se integran a considerar y analizar los temas llamados “conspiranoicos” o “negacionistas” por las principales agencias de los poderes mundiales. También, se nota un distanciamiento o reducción de creyentes en todas las religiones, principalmente en la católica.

Todo este fenómeno, desde mi punto de vista, es porque para muchas personas es ya muy notorio el grado de falta de congruencia por parte de todas las principales instituciones de la sociedad humana, como gobiernos, financieras, de “salud”, religiosas, educación, medios de comunicación, fundaciones de “beneficencia”, etc. Entre lo que dicen y hacen o lo que deberían ser y en realidad son.

Entonces, al no poder encontrar un referente que tenga un sólido apego a la congruencia, empezamos a buscar otras opciones, otros caminos, otras formas. Una de estas está siendo la búsqueda espiritual. Muchos estamos entendiendo que no podemos seguir buscando la verdad que tanto necesitamos, fuera de nosotros y empezamos a buscar dentro de nuestro ser y conforme nos interiorizamos, podemos encontrar una lógica y coherencia en aquello que siempre se nos dijo o mejor dicho, adoctrinó, que era mentira, fantasía o superchería.

Este es un momento muy crítico para muchas personas, porque tendemos a defender la visión que tenemos del mundo y cuando se nos presentan hechos… Ya no discursos, hechos, que nos indican que nuestras convicciones, creencias e incluso lo que se nos enseñó y “educó” en la escuela y universidades, gran parte es falso o manipulado con verdades a medias; es simplemente un shock emocional y psicológico muy fuerte. Esto varía de persona a persona y es comprensible. Las reacciones ante todo este panorama va, desde cerrar los ojos y defender lo que creemos que era nuestra realidad a toda costa, por señalar el primer extremo, como aceptar cualquier cosa diferente a la realidad que veníamos viviendo en un acto total de rebeldía donde se reniega de todo el sistema tradicional, como el otro extremo de las reacciones, pero con la gran mayoría de las personas fluctuando en el centro, considerando algunas nuevas opciones y dejando ir también algunas de las anteriores de forma paulatina.

Esta postura tal vez desde mi muy personal punto de vista es lo mejor, por qué considero que todo en extremo o en exceso tiende a ser negativo. No podemos decir que todo el sistema que veníamos viviendo es malo, más bien, lo que hizo que colapsara fue el libertinaje con el que lo fueron prostituyendo quienes eran los responsables de su adecuado manejo… El problema siempre estuvo en la intención de quienes jalaban de los hilos, su incapacidad de empatía con otros seres, su absoluto apego a las “riquezas” materiales, su falta de valores humanos, vaya su pérdida de espiritualidad y sus estrategias para desespiritualizar a cada vez más y más personas, haciéndoles creer que en la vida “hay que ser exitosos” y que para eso había que poseer muchos bienes y cosas, de lo contrario, serías un perdedor y tu existencia no habría valido la pena.

Eso es la absoluta separación de la esencia de ser humanos, nuestra espiritualidad. Por eso, de manera instintiva la humanidad normal, empezamos a buscar nuestro espíritu y conforme exploramos temas espirituales nos vamos dando cuenta que no existe realmente la necesidad de vestirnos como monjes tibetanos, ni tenemos que estar todo el día en clásica posición de meditación, vaya, se ha rodeado de tantos estereotipos de requerimientos para ser espirituales que nos mantuvieron alejados de este tipo de conocimiento, cuando en realidad no necesitamos realmente cambiar casi nada de cómo vivimos, lo único que debemos cambiar es nuestra atención, a donde dirigimos nuestra atención para guiar nuestra mente a los aspectos interiores de nosotros mismos y la exploración de nuestro interior se irá reflejando en el exterior.

En realidad, los acontecimientos que se están llevando a cabo en el mundo por estos entes en gobiernos, élites, etc. Están fungiendo como grandes maestros para todos nosotros, porque están sacudiéndonos y obligándonos a salir de la monotonía robótica que nos adoctrinaron a creer que era la vida. Están activando nuestro sentido de supervivencia y llamando nuestro espíritu a susurrarnos en la mente que algo anda mal y que debemos voltear hacia dentro a buscar el conocimiento que todos llevamos dentro y que tanto nos han distraído buscándolo fuera. Estos maestros, nos están obligando a usar la brújula del nuestro espíritu.

La vida siempre se mueve, siempre cambia, de hecho, la manifestación de la vida es el cambio. Tal vez, el cambio tan fuerte que estamos viviendo, nos asuste, pero el único camino es la aceptación de que vamos a cambiar, debemos desapegarnos (soltar) a lo que era y adaptarnos a lo que llegó, para cumplir con nuestra única misión… Aprender, en la luz.