La respuesta está en la historia no oficial de los últimos cien años. Pero lo que para sólo algunos es muy obvio parece no ser nada claro para la mayoría. Pero la clave de lo que hoy sucede, la misma historia nos la pone de frente mientras en estos tiempos modernos de la “accesible” comunicación, esta misma, nos esconde la verdad en un laberinto de mensajes contradictorios, confusos y cargados siempre de miedo. Provocar el miedo y la desesperación es lo único en que todos estos comunicados, que, en todo se contradicen, coinciden, siempre en el miedo, que no sólo su contenido provoca, sino la confusión que nos entregan.
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Esto no puede ser coincidencia, porque la manera en que tantos medios de diferentes países y culturas unificadamente entregan, sólo puede ser resultado de algo coordinado y planificado. El tamaño de esta operación es a nivel planetario y suena impensable para nuestras mentes acostumbradas a vivir en la paupérrima y mediocre existencia en la que estamos o nos tienen acostumbrados… resignados a vivir, nos lleva a la mayoría de las personas, a creer que quienes advertimos de todo esto, que está sucediendo, sólo estamos hablando de unas teorías conspirativas, a pesar de estar sufriendo cada vez más de todos los sucesos que están aquejando a cada ser humano de este planeta.
Las coincidencias no existen y menos a la escala a la que se están presentando. Sólo puedo recomendarles que, lo que estén gritando, todos los medios de comunicación, más fuerte y más repetitivo, lo más seguro es, que no es eso lo que debemos creer. Debemos de buscar en otros lados la verdad de lo que sucede y al mismo tiempo, debemos entresacar de lo que los medios de comunicación exponen, lo que a lo mejor si tiene algo de verdad. No es nada fácil y esa, es la mayor parte de su plan.
Para “ellos” es de vital importancia que creas que los descabellados planes y acciones que algunos exponemos en diferentes redes sociales, son teorías de conspiración. Nuestro mayor enemigo es el entretenimiento que nos entregan y que nos mantiene en una mediocridad que también se le conoce como zona de confort.
La era que llamamos “moderna” terminó este 2020... estamos en la transición a la nueva era, pero no se puede avizorar cómo es esta nueva era, porque depende de quién de los poderes mundiales gane esta guerra, de la cual, la mayoría de la gente no está consciente, porque no se está librando hasta este momento de la manera a la que estamos acostumbrados. El campo de batalla hasta ahorita ha sido primordialmente en la mente de las personas... Sí, nuestra mente (los medios), mientras al parejo se ejerce la guerra financiera y la guerra biológica.
La desunión entre todos los ciudadanos de cada país en pugnas ideológicas y políticas es lo que todos debemos evitar. Es la unión como ciudadanos, casi lo único que podemos hacer para vernos menos afectados, ya no digamos ganar.
Son dos o tal vez más los poderes que se están enfrentando usándonos como su material de guerra, carne de cañón e incluso como sus armas y no me refiero a países. “Ellos” no se consideran como parte de ningún país, ninguna bandera simboliza su patria y nadie somos considerados sus compatriotas. Ahora, más que nunca la gente sólo puede contar con la gente o perderse en diferencias físicas o ideológicas sin sentido, que durante los tiempos “ellos” nos hicieron creer e idolatrar.
