¿Las guerras mundiales, revoluciones y grandes eventos de la historia de la humanidad evolucionaron naturalmente, o fueron calculados y planeados? Si fueron planeados, ¿Quiénes los planearon y qué planean para el futuro de la humanidad? Las respuestas a estas preguntas pueden ser encontradas en los límites de tres de las ciudades más poderosas. Esas tres ciudades no le pertenecen a ninguna nación y no pagan ninguna clase de impuestos. Estas son: El Distrito de Columbia en Washington, EEUU, que no es parte de la ciudad de Washington ni de los EEUU, La ciudad interna de Londres, que no es parte de Londres ni de Inglaterra, y la Ciudad del Vaticano que no es parte de Roma ni de Italia. Estas ciudades, llamadas “ciudades Estado”, tienen sus propias banderas, sus propias separadas leyes y sus propias separadas identidades.
La Ciudad del Vaticano es de hecho un Estado, el principado más pequeño del mundo. Se posa sobre los bancos del Río Tíber, completamente rodeado por la ciudad de Roma. Su condición de Estado separado emergió de los acuerdos laterales de 1929. Tiene su propio periódico, servicio postal, estación de radio y televisión, su propia bandera y una población de alrededor de 1,000 personas. El Vaticano también tiene su propio ejército, la guardia suiza pontificia e incluso tiene su propia prisión.
El Vaticano gobierna sobre aproximadamente 2,000 millones de los 8,000 millones de personas en el mundo. La colosal riqueza del Vaticano incluye enormes inversiones con los Rothschild en Gran Bretaña, Francia y los Estados Unidos y con gigantescas corporaciones de petroleras y armamentísticas, como Shell y General Electric. El volumen de oro vaticano está valuado en miles de millones, están resguardados en el banco central de Inglaterra de los Rothschild y en la Reserva Federal de Estados Unidos, también de los Rothschild. La Iglesia Católica es el mayor poder financiero económico, acumulador de riquezas y poseedor de propiedades que existe, poseyendo más riquezas materiales que cualquier banco, corporación, trust gigante, o cualquier gobierno del mundo. El Papa, que es el gobernador visible de esta colosal riqueza mundial, es uno de los hombres más ricos del mundo. Mientras que dos tercios del mundo gana en promedio menos de $2.00 dólares al día, y un quinto del mundo está desnutrido o muriendo de hambre, el Vaticano acumula la riqueza del mundo, la multiplica en el mercado de valores y al mismo tiempo sermonea sobre dar a los demás.
Al igual que con la Ciudad del Vaticano, la ciudad de Londres también es una corporación privada o ciudad Estado, ubicada justo en el centro de Londres. Se convirtió en un Estado soberano en 1694, cuando el rey Guillermo III de Orange privatizó el Banco Central de Inglaterra para los banqueros. Para 1812, Nathan Rothschild quebró la bolsa de valores de Inglaterra y se hizo con el control del Banco Central. Hoy día la ciudad Estado de Londres es el cerebro financiero del mundo y la zona más cara en todo el planeta. Ahí reside la sede del Banco Central de Inglaterra de los Rothschild, el mercado de seguros Lloyd’s, la Bolsa de Valores de Londres, todos los bancos británicos, las oficinas centrales de 385 bancos extranjeros y setenta bancos de Estados Unidos. Esta ciudad-Estado, tiene su propia corte, sus propias leyes, su propia bandera y su propia fuerza policial. No es parte de la gran Londres, ni de Inglaterra, ni de la Mancomunidad Británica de Naciones y no paga impuestos. La ciudad-Estado de Londres alberga los monopolios de medios escritos, también es el centro de operaciones de la masonería británica y base principal del cártel financiero conocido como “La Corona”. Contrario a lo que se cree, la Corona no es parte de la familia real ni la monarquía británica, la Corona es la privada ciudad-Estado de Londres. Cuenta con un concejo de doce miembros que gobiernan la corporación bajo un alcalde, llamado Lord Major o el Señor alcalde. El Señor alcalde y su consejo de doce miembros son los representantes de las 13 familias bancarias más ricas y poderosas del mundo. Este anillo de poder de 13 familias gobernantes incluye a la familia Rothschild, la familia Warburg, la familia Oppenheimer y la familia Schiff, como las más importantes. Estas familias y sus descendientes manejan la corporación Corona de Londres que tiene el récord de posesión de tierras en las colonias de la Corona, como Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
El Parlamento británico y el primer ministro británico son la cara del poder visibles de estas familias gobernantes de la Corona, o sea, sus empleados.
Al igual que la ciudad-Estado de Londres y el Vaticano, una tercera ciudad-Estado fue creada oficialmente en 1982. Esa ciudad-Estado se llama Distrito de Columbia y se ubica en casi 26 Km cuadrados de tierra en el corazón de Washington. El Distrito de Columbia tiene su propia bandera y cuenta con su propia constitución independiente. A pesar de estar separadas geográficamente, las ciudades-Estado del Vaticano, Londres y el Distrito de Columbia son parte de un solo imperio llamado “El imperio de la ciudad”. La bandera del Distrito de Columbia tiene tres estrellas, una por cada ciudad-Estado. Este corporativo de tres ciudades-Estado controlaban el mundo económicamente a través de la ciudad de Londres, militarmente a través del Distrito de Columbia y espiritualmente a través del Vaticano.
Bueno… Aquí cabe aclarar que estas tres ciudades-Estado, eran… las que controlaban el mundo, pero los problemas que en este momento estamos presenciando en todo el planeta, son precisamente por el tremendo deterioro del poder de las mencionadas, debido a la decadencia extrema hacia el interior de las entrañas de su poder y aunado a las fracturas internas, el surgimiento de nuevos poderes económicos y militares, es lo que está volteando de cabeza el mundo que vivíamos y que deshace ante nuestros ojos. Enloquecidos al ver que su poder se desmorona entre sus dedos, intentan estrategias extremas y obviamente ridículas, exponen su verdadera naturaleza psicópata cero empática con el resto de la humanidad. Se les cayó el castillo de naipes. 1CP