/ martes 5 de octubre de 2021

Un ciudadano pensó | Somos el siempre y la alternativa

Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos… Así empieza la canción compuesta por Juan Manuel Serrat Teresa y Antonio Machado Ruiz. Efectivamente pasamos y cosas quedan, pero lo nuestro no sólo es pasar de manera irrelevante e insignificante, ni hacemos caminos que se pierden en la mar. Los caminos que hacemos los hacemos en nuestra alma y repercuten en el infinito astral. Lo que aprendemos aquí, con nosotros se va integrado. Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es aprender, aprender viviendo y conviviendo con otros… Unidos.

Como dice el dicho… “Lo paseado y lo bailado es lo único que nos llevamos”. Lo aprendido, bueno o malo, es lo único que nos llevamos.

Me llama mucho la atención cómo las personas se comunican y no se dan cuenta de todo lo que comunican en su lenguaje corporal, en su lenguaje verbal, en cómo ríen, la forma en que se expresan, la forma en que no se expresan, cuando hablan apresuradamente o lentamente… Pero cuando dicen algo callando, es cuando más dicen de su interior.

El otro día un amigo, me comentó en una de mis publicaciones de mi Facebook donde comento una de las tantísimas contradicciones que tiene todo el discurso pro pinchazo, con el cual no concuerdo, y me pone algo así como “Ojalá le permitas a tú familia ser libre de decidir sobre pincharse o no, porque si les pasa algo, sería algo terrible en tu conciencia”. Le regalé un “Me gusta” y no le respondí… Porque mi respuesta le abonaría muchas dudas y no le ayudaría en nada a estas alturas… Pero sentí su miedo y el de otros, que necesitan que todos digamos que si a eso, porque de lo contrario, en el fondo de sus mentes subyace la pregunta ¿Y si tienen razón?

El tema no es quién tiene la razón o jugar para “ganar” teniendo la razón. El tema aquí es el respeto y fluir en la vida respetando las elecciones de vida de cuantos nos rodean. Efectivamente en mi familia, se respetan las decisiones en cuanto a eso que es tan “bueno” para todos, pero no puedo opinar libremente de “eso” que me piden que me ponga confiadamente, es decir, que confíe en los organismos que dicen que están muy preocupados por nuestra salud…

No es que yo sea conspiranoico, más bien es por lógica histórica… Si, porque en 1917 los alemanes torpedearon al Lusitania y murieron 123 gringos y no fue cierto (No fueron los alemanes), en 1941 Japón ataca Pearl Harbor y murieron 2,500 gringos y su gobierno sabía desde 15 días antes que iban a ser atacados y dejó morir a sus ciudadanos para poder entrar en guerra contra Japón. En 1964 unos barcos vietnamitas atacaron a unos buques de Estados Unidos y por eso entraron a la guerra de Vietnam… Nunca sucedió tal evento, fue ataque de falsa bandera. En la democracia, el pueblo escoge a su gobernante y es el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo… Y no es cierto. Se invaden países para liberarlos del yugo, de la opresión y la tiranía para llevarles la democracia y los países salvados terminan peor que como estaban y por cierto nunca se respetan los derechos humanos por los “salvadores”. La ONU, organismo encargado de coordinar que haya paz en el mundo, no tiene ninguna autoridad sobre los países y quien donó los terrenos donde se construyó la ONU fue David Rockefeller… Ni voy a entrar al tema de las Torres Gemelas, la guerra de Iraq, la farsa de Afganistán, etc.

Entonces, por lógica histórica, no puedo creer en nada proveniente de los organismos mundiales, menos de los organismos gringos, los gobiernos europeos, los medios de comunicación que en comparsa recitan en coordinación inaudita para que use una sustancia experimental en mi cuerpo. Y ni siquiera voy a opinar sobre las incontables contradicciones en toda la información, la falta absoluta de lógica en el manejo informativo, las prisas, las amenazas, el Estado policial impuesto en algunos países como Australia para que aceptemos la cochinada que nos quieren poner, la nula protección, los que se van por culpa de “eso”.

No sé qué pretenden lograr con todo ese teatro mal hecho que traen, casi hasta lástima me dan… Porque bajo ningún aspecto les favorece el universo en sus acciones. Ni astrológicamente, ni por la era en la que entramos, ni vibracionalmente, vaya, de ninguna manera.

Mientras escribo esta columna este lunes 4 de octubre de 2021, Facebook y sus filiales (Messenger, WhatsApp e Instagram) siguen sin funcionar y muchas personas se están mudando en masa a Telegram. Hay gente que dice que hackers tumbaron estas redes… Pues lo creería si hubiese sido sólo en algunas partes, pero ¿En todo el planeta y de un solo golpe? No creo… Pero sí especulo que cuando regresen a su funcionamiento estas redes sociales, nos vamos a topar con sorpresas de funcionalidad y sobre todo con sorpresas restrictivas en lo que podemos o no podemos publicar, incluso, páginas borradas completamente y que casualmente no jalaban con el discurso pro pinchazo… A lo mejor mi fanpage ya no va estar ahí o tal vez sí. No importa, ahora la empezaré mejor preparado y en otra red social alternativa.

Ese es el tema, siempre hay alternativa y nosotros somos ese siempre y somos la alternativa.


Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos… Así empieza la canción compuesta por Juan Manuel Serrat Teresa y Antonio Machado Ruiz. Efectivamente pasamos y cosas quedan, pero lo nuestro no sólo es pasar de manera irrelevante e insignificante, ni hacemos caminos que se pierden en la mar. Los caminos que hacemos los hacemos en nuestra alma y repercuten en el infinito astral. Lo que aprendemos aquí, con nosotros se va integrado. Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es aprender, aprender viviendo y conviviendo con otros… Unidos.

Como dice el dicho… “Lo paseado y lo bailado es lo único que nos llevamos”. Lo aprendido, bueno o malo, es lo único que nos llevamos.

Me llama mucho la atención cómo las personas se comunican y no se dan cuenta de todo lo que comunican en su lenguaje corporal, en su lenguaje verbal, en cómo ríen, la forma en que se expresan, la forma en que no se expresan, cuando hablan apresuradamente o lentamente… Pero cuando dicen algo callando, es cuando más dicen de su interior.

El otro día un amigo, me comentó en una de mis publicaciones de mi Facebook donde comento una de las tantísimas contradicciones que tiene todo el discurso pro pinchazo, con el cual no concuerdo, y me pone algo así como “Ojalá le permitas a tú familia ser libre de decidir sobre pincharse o no, porque si les pasa algo, sería algo terrible en tu conciencia”. Le regalé un “Me gusta” y no le respondí… Porque mi respuesta le abonaría muchas dudas y no le ayudaría en nada a estas alturas… Pero sentí su miedo y el de otros, que necesitan que todos digamos que si a eso, porque de lo contrario, en el fondo de sus mentes subyace la pregunta ¿Y si tienen razón?

El tema no es quién tiene la razón o jugar para “ganar” teniendo la razón. El tema aquí es el respeto y fluir en la vida respetando las elecciones de vida de cuantos nos rodean. Efectivamente en mi familia, se respetan las decisiones en cuanto a eso que es tan “bueno” para todos, pero no puedo opinar libremente de “eso” que me piden que me ponga confiadamente, es decir, que confíe en los organismos que dicen que están muy preocupados por nuestra salud…

No es que yo sea conspiranoico, más bien es por lógica histórica… Si, porque en 1917 los alemanes torpedearon al Lusitania y murieron 123 gringos y no fue cierto (No fueron los alemanes), en 1941 Japón ataca Pearl Harbor y murieron 2,500 gringos y su gobierno sabía desde 15 días antes que iban a ser atacados y dejó morir a sus ciudadanos para poder entrar en guerra contra Japón. En 1964 unos barcos vietnamitas atacaron a unos buques de Estados Unidos y por eso entraron a la guerra de Vietnam… Nunca sucedió tal evento, fue ataque de falsa bandera. En la democracia, el pueblo escoge a su gobernante y es el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo… Y no es cierto. Se invaden países para liberarlos del yugo, de la opresión y la tiranía para llevarles la democracia y los países salvados terminan peor que como estaban y por cierto nunca se respetan los derechos humanos por los “salvadores”. La ONU, organismo encargado de coordinar que haya paz en el mundo, no tiene ninguna autoridad sobre los países y quien donó los terrenos donde se construyó la ONU fue David Rockefeller… Ni voy a entrar al tema de las Torres Gemelas, la guerra de Iraq, la farsa de Afganistán, etc.

Entonces, por lógica histórica, no puedo creer en nada proveniente de los organismos mundiales, menos de los organismos gringos, los gobiernos europeos, los medios de comunicación que en comparsa recitan en coordinación inaudita para que use una sustancia experimental en mi cuerpo. Y ni siquiera voy a opinar sobre las incontables contradicciones en toda la información, la falta absoluta de lógica en el manejo informativo, las prisas, las amenazas, el Estado policial impuesto en algunos países como Australia para que aceptemos la cochinada que nos quieren poner, la nula protección, los que se van por culpa de “eso”.

No sé qué pretenden lograr con todo ese teatro mal hecho que traen, casi hasta lástima me dan… Porque bajo ningún aspecto les favorece el universo en sus acciones. Ni astrológicamente, ni por la era en la que entramos, ni vibracionalmente, vaya, de ninguna manera.

Mientras escribo esta columna este lunes 4 de octubre de 2021, Facebook y sus filiales (Messenger, WhatsApp e Instagram) siguen sin funcionar y muchas personas se están mudando en masa a Telegram. Hay gente que dice que hackers tumbaron estas redes… Pues lo creería si hubiese sido sólo en algunas partes, pero ¿En todo el planeta y de un solo golpe? No creo… Pero sí especulo que cuando regresen a su funcionamiento estas redes sociales, nos vamos a topar con sorpresas de funcionalidad y sobre todo con sorpresas restrictivas en lo que podemos o no podemos publicar, incluso, páginas borradas completamente y que casualmente no jalaban con el discurso pro pinchazo… A lo mejor mi fanpage ya no va estar ahí o tal vez sí. No importa, ahora la empezaré mejor preparado y en otra red social alternativa.

Ese es el tema, siempre hay alternativa y nosotros somos ese siempre y somos la alternativa.