/ lunes 27 de enero de 2020

Visión económica | El T-MEC, Trump: sin lágrimas ni risas

Durante el gobierno del presidente de los Estados Unidos de América, USA, Donald Trump, al término del primer trienio de su administración, ni México, ni China, ni Corea del Norte, ni Venezuela, ni el mundo, ni tampoco los mismos USA, hemos padecido los terribles impactos negativos que se pronosticaban hace 5 años.

RECIBE LAS NOTICIAS DE EL SOL DE HERMOSILLO DIRECTO EN TU WHATSAPP, SUSCRÍBETE AQUÍ

A pesar de la estridente retórica de Trump, al llamar “países de mierda” a los del Continente Africano, los reiterados insultos contra otros países como Irán y los Islámicos, y mentarle la madre a sus propios jugadores de futbol americano, a pesar de sus diarias insensateces como ahora en el Foro Económico de Davos; durante su administración no cambió en gran medida la situación que guarda con el mundo exterior, y tampoco de manera significativa no han variado las relaciones económicas entre México y los USA.

Así que bien podemos afirmar que, hasta hoy: “aquí no ha pasado nada”. Esto es que con Trump: ni lágrimas ni risas. El acuerdo comercial de América del Norte, T-MEC, ya se aprobó. No ha expulsado más migrantes que su antecesor; aunque no se conozca Barack Obama expulsó más indocumentados mexicanos, cuatro millones. No se ha construido ningún nuevo muro, aparte del ya existente y que fue construido durante los ocho años de la administración de Bill Clinton, al mismo que hoy se agregan algunas millas. Ya acordó nuevas reglas comerciales con China.

Su trillada acusación de hace cinco años en contra del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el Tlcan, ahora la cambió por alabanzas al renegociado acuerdo comercial, que bautizó como United States Mexico Canada Agreement, el Usmca. Ahora ya no insiste tanto en la posibilidad de aplicar obstáculos a este benéfico acuerdo comercial para México, Canadá y para los mismos Estados Unidos. Como es su contradictoria característica, recientemente, hasta llegó a decir que es el mejor acuerdo jamás pactado por su país.

Hasta la fecha no ha confiscado las remesas de nuestros paisanos, que en contra de lo que se piensa, aumentaron el año pasado hasta alcanzar el inmenso importe récord de cerca de los 33 mil millones de dólares, que ya se convierte así en nuestra principal fuente de divisas; más que la inversión extranjera, el turismo y las exportaciones de petróleo. Como nunca antes, los paisanos están enviando cada día más y más remesas a sus familiares en México. Sin embargo, pese a que aprobamos el T-MEC y a que Trump no ha podido cumplir sus reiteradas amenazas, nunca debemos bajar la guardia en lo externo y frente a nuestro principal socio comercial y vecino del Norte.

Aunque lo principal, lo más importante es y será lo que nosotros mismos hagamos en lo interno, con nuestra economía, con nuestro importante mercado doméstico e interno. Ahora bien, como en economía no existe nada gratis (los mexicanos deberíamos quitar esta mala palabra: “gratuito, gratis” de nuestro diccionario), y todo siempre tiene un costo y un beneficio, el presidente Trump nos ha sacado de la zona de confort en la que equivocadamente estábamos, pero la sacudida y empujón que nos da, hasta se podría considerar positiva para México.

Por lo tanto, ya es hora de replantear nuestra política económica nacional con nuevos o mejores instrumentos y estrategias de política fiscal, monetaria, agrícola, industrial, laboral, educativa, de salud, de seguridad social, infraestructura, de seguridad pública; y, aplicar un férreo y efectivo combate a nuestro grave cáncer de la impunidad y corrupción, a fin de establecer el imperativo y urgente Estado de Derecho. Hay que hacerlo ya, ahora, hoy mismo…nuestra Patria ya no aguanta más impunidad, corrupción, crímenes, asesinatos, violencia y miseria.

Internacionalista. Maestro de Relaciones México-USA en la Unison.

lugallaz51@gmail.com

Durante el gobierno del presidente de los Estados Unidos de América, USA, Donald Trump, al término del primer trienio de su administración, ni México, ni China, ni Corea del Norte, ni Venezuela, ni el mundo, ni tampoco los mismos USA, hemos padecido los terribles impactos negativos que se pronosticaban hace 5 años.

RECIBE LAS NOTICIAS DE EL SOL DE HERMOSILLO DIRECTO EN TU WHATSAPP, SUSCRÍBETE AQUÍ

A pesar de la estridente retórica de Trump, al llamar “países de mierda” a los del Continente Africano, los reiterados insultos contra otros países como Irán y los Islámicos, y mentarle la madre a sus propios jugadores de futbol americano, a pesar de sus diarias insensateces como ahora en el Foro Económico de Davos; durante su administración no cambió en gran medida la situación que guarda con el mundo exterior, y tampoco de manera significativa no han variado las relaciones económicas entre México y los USA.

Así que bien podemos afirmar que, hasta hoy: “aquí no ha pasado nada”. Esto es que con Trump: ni lágrimas ni risas. El acuerdo comercial de América del Norte, T-MEC, ya se aprobó. No ha expulsado más migrantes que su antecesor; aunque no se conozca Barack Obama expulsó más indocumentados mexicanos, cuatro millones. No se ha construido ningún nuevo muro, aparte del ya existente y que fue construido durante los ocho años de la administración de Bill Clinton, al mismo que hoy se agregan algunas millas. Ya acordó nuevas reglas comerciales con China.

Su trillada acusación de hace cinco años en contra del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el Tlcan, ahora la cambió por alabanzas al renegociado acuerdo comercial, que bautizó como United States Mexico Canada Agreement, el Usmca. Ahora ya no insiste tanto en la posibilidad de aplicar obstáculos a este benéfico acuerdo comercial para México, Canadá y para los mismos Estados Unidos. Como es su contradictoria característica, recientemente, hasta llegó a decir que es el mejor acuerdo jamás pactado por su país.

Hasta la fecha no ha confiscado las remesas de nuestros paisanos, que en contra de lo que se piensa, aumentaron el año pasado hasta alcanzar el inmenso importe récord de cerca de los 33 mil millones de dólares, que ya se convierte así en nuestra principal fuente de divisas; más que la inversión extranjera, el turismo y las exportaciones de petróleo. Como nunca antes, los paisanos están enviando cada día más y más remesas a sus familiares en México. Sin embargo, pese a que aprobamos el T-MEC y a que Trump no ha podido cumplir sus reiteradas amenazas, nunca debemos bajar la guardia en lo externo y frente a nuestro principal socio comercial y vecino del Norte.

Aunque lo principal, lo más importante es y será lo que nosotros mismos hagamos en lo interno, con nuestra economía, con nuestro importante mercado doméstico e interno. Ahora bien, como en economía no existe nada gratis (los mexicanos deberíamos quitar esta mala palabra: “gratuito, gratis” de nuestro diccionario), y todo siempre tiene un costo y un beneficio, el presidente Trump nos ha sacado de la zona de confort en la que equivocadamente estábamos, pero la sacudida y empujón que nos da, hasta se podría considerar positiva para México.

Por lo tanto, ya es hora de replantear nuestra política económica nacional con nuevos o mejores instrumentos y estrategias de política fiscal, monetaria, agrícola, industrial, laboral, educativa, de salud, de seguridad social, infraestructura, de seguridad pública; y, aplicar un férreo y efectivo combate a nuestro grave cáncer de la impunidad y corrupción, a fin de establecer el imperativo y urgente Estado de Derecho. Hay que hacerlo ya, ahora, hoy mismo…nuestra Patria ya no aguanta más impunidad, corrupción, crímenes, asesinatos, violencia y miseria.

Internacionalista. Maestro de Relaciones México-USA en la Unison.

lugallaz51@gmail.com