/ viernes 7 de diciembre de 2018

Visión económica | Neoliberalismo: ni nuevo ni liberal

Ante las propuestas que plantea el nuevo Presidente se revive la antigua discusión acerca de cuál régimen, modelo o sistema de organización política, económica y social, es lo más pertinente para México.

En sus arengas, AMLO fácilmente señala las fallas, sólo las fallas, del capitalismo globalizado, de la economía de mercado, de la economía de libre empresa que equivocadamente llama “neoliberalismo”… ¿no generará nada bueno?

En su larga trayectoria política, AMLO, se ha manifestado como un promotor de las doctrinas socialistas, mismas que pretendían limitar la participación de la iniciativa privada o individual en la vida económica. Decimos que pretendían en tiempo pretérito, porque en la actualidad aquellas románticas y utópicas doctrinas marxistas-leninistas, así como las estrategias comunistas y socialistas, de equidad plena para alcanzar el desarrollo de los pueblos, fracasaron en las naciones donde fueron implantadas.

De los países íconos del socialismo como Rusia y del comunismo como China, hoy podemos imaginar cómo Carlos Marx y Mao Tse Tung, se volverían a morir, al ver los sistemas abiertamente capitalistas que se están aplicando en esos países, mediante un régimen económico de libre mercado o libre iniciativa individual. Esto es que aquellos regímenes socioeconómicos que idealizaban Marx y Mao, y que durante más de medio siglo se aplicaron en la mitad del mundo, ya no existen en Rusia ni en China, Cuba, Corea, Vietnam, etc.

Aquí es ilustrativo aquel pensamiento de Deng Xiao Pin, líder chino después de Mao, en referencia a cuál modelo era mejor para la gran China, cuando decía: “a mí no me interesa de qué color es el gato… lo importante es que mate al ratón”. No importa si rojo comunista o azul capitalista. Lo urgente es crecer, crecer a cualquier precio; y sin duda, el mejor sistema para producir más es el de libre empresa, libre mercado, libre iniciativa individual, tal y como se evidencia en la historia económica.

Por eso hoy China, desde hace cuatro décadas aplica un modelo capitalista o “neoliberal”, que nosotros desde hace muchos años hemos llamado “capitalismo salvaje”, o sea un capitalismo que acelera el crecimiento económico, pero sin respetar derechos humanos, ni el cuidado al medio ambiente, ni la democracia, ni la equidad, etc. Este es el capitalismo que aquí Denise Dresser le llama ”capitalismo de cuates, de compadres, de la mafia”; y tiene razón, esto es el distorsionado seudocapitalismo, mal llamado “neoliberal”, cuya errónea instrumentación en México por los tecnócratas ha fracasado desde hace tres décadas, generando todos los males de la pobreza, impunidad, corrupción, violencia, etc.

En esta crisis el villano favorito de AMLO es el mercado libre y la globalización, como aquí lo afirmaba junto con Noam Chomsky, y asegura que por su culpa y del capitalismo imperialista global, perdimos la senda del crecimiento y desarrollo; empero, se equivocan al no considerar la desgraciada intervención interna de los pésimos gobiernos corruptos de todos los partidos políticos, en la economía del país desde 1970, y sin aplicar el mejor modelo económico a seguir que es el modelo mixto que señala la Constitución. El viejo sistema nunca ha sido revolucionario ni socialista ni capitalista ni neoliberal. Entonces, ¿cuál modelo económico sería el más adecuado para México?... Repito: el mixto o tercera vía de los países escandinavos.

Internacionalista. Maestro de Relaciones México-USA y de Negocios Internacionales en la Unison.

Correo: lugallaz51@gmail.com

Ante las propuestas que plantea el nuevo Presidente se revive la antigua discusión acerca de cuál régimen, modelo o sistema de organización política, económica y social, es lo más pertinente para México.

En sus arengas, AMLO fácilmente señala las fallas, sólo las fallas, del capitalismo globalizado, de la economía de mercado, de la economía de libre empresa que equivocadamente llama “neoliberalismo”… ¿no generará nada bueno?

En su larga trayectoria política, AMLO, se ha manifestado como un promotor de las doctrinas socialistas, mismas que pretendían limitar la participación de la iniciativa privada o individual en la vida económica. Decimos que pretendían en tiempo pretérito, porque en la actualidad aquellas románticas y utópicas doctrinas marxistas-leninistas, así como las estrategias comunistas y socialistas, de equidad plena para alcanzar el desarrollo de los pueblos, fracasaron en las naciones donde fueron implantadas.

De los países íconos del socialismo como Rusia y del comunismo como China, hoy podemos imaginar cómo Carlos Marx y Mao Tse Tung, se volverían a morir, al ver los sistemas abiertamente capitalistas que se están aplicando en esos países, mediante un régimen económico de libre mercado o libre iniciativa individual. Esto es que aquellos regímenes socioeconómicos que idealizaban Marx y Mao, y que durante más de medio siglo se aplicaron en la mitad del mundo, ya no existen en Rusia ni en China, Cuba, Corea, Vietnam, etc.

Aquí es ilustrativo aquel pensamiento de Deng Xiao Pin, líder chino después de Mao, en referencia a cuál modelo era mejor para la gran China, cuando decía: “a mí no me interesa de qué color es el gato… lo importante es que mate al ratón”. No importa si rojo comunista o azul capitalista. Lo urgente es crecer, crecer a cualquier precio; y sin duda, el mejor sistema para producir más es el de libre empresa, libre mercado, libre iniciativa individual, tal y como se evidencia en la historia económica.

Por eso hoy China, desde hace cuatro décadas aplica un modelo capitalista o “neoliberal”, que nosotros desde hace muchos años hemos llamado “capitalismo salvaje”, o sea un capitalismo que acelera el crecimiento económico, pero sin respetar derechos humanos, ni el cuidado al medio ambiente, ni la democracia, ni la equidad, etc. Este es el capitalismo que aquí Denise Dresser le llama ”capitalismo de cuates, de compadres, de la mafia”; y tiene razón, esto es el distorsionado seudocapitalismo, mal llamado “neoliberal”, cuya errónea instrumentación en México por los tecnócratas ha fracasado desde hace tres décadas, generando todos los males de la pobreza, impunidad, corrupción, violencia, etc.

En esta crisis el villano favorito de AMLO es el mercado libre y la globalización, como aquí lo afirmaba junto con Noam Chomsky, y asegura que por su culpa y del capitalismo imperialista global, perdimos la senda del crecimiento y desarrollo; empero, se equivocan al no considerar la desgraciada intervención interna de los pésimos gobiernos corruptos de todos los partidos políticos, en la economía del país desde 1970, y sin aplicar el mejor modelo económico a seguir que es el modelo mixto que señala la Constitución. El viejo sistema nunca ha sido revolucionario ni socialista ni capitalista ni neoliberal. Entonces, ¿cuál modelo económico sería el más adecuado para México?... Repito: el mixto o tercera vía de los países escandinavos.

Internacionalista. Maestro de Relaciones México-USA y de Negocios Internacionales en la Unison.

Correo: lugallaz51@gmail.com