/ sábado 30 de octubre de 2021

Visión económica | Se abre la frontera Norte por apremio de los americanos

Acostumbrados a mirar hacia el Norte, no debemos soslayar la terrible tragedia humana que padecen miles de migrantes centroamericanos y haitianos en la frontera Sur entre Chiapas y Guatemala, así como también los miles de mexicanos pobres del Sur del país, quienes arriesgan sus vidas por emigrar hacia los Estados Unidos.

De nuevo es muy triste y lamentable conocer que, en los últimos 12 meses, de septiembre de 2020 a septiembre de este año 2021, la migra gringa detuvo a 1’734,447 migrantes, más de un millón 734 mil personas, queriendo cruzar sin visas ni pasaportes hacia el país vecino del Norte, en busca de trabajos.

Acerca de este trágico proceso migratorio multinacional, todos los estudios e investigaciones al respecto concluyen que: la creciente pobreza y la alarmante e imparable violencia, en México y Centroamérica, son las causas generadoras de estas nuevas oleadas de migrantes, donde más de la mitad, el 57%, son migrantes mexicanos provenientes de las regiones empobrecidas e inseguras del país, casi 900 mil paisanos pobres.

Por el contrario, en el resto de México, gran parte del pobre pueblo noble y sabio, sin duda está feliz, feliz, feliz porque los Estados Unidos de América les abrirá su frontera desde San Diego, California, hasta Brownsville, Texas, probablemente a partir del próximo 8 de noviembre; y ahora otra vez, podrán venir aquí “al otro lado” como decimos en ambos Nogales, a gastar los millones de dólares, que suelen gastar por sus “shoppings” o compras.

Como es sabido, es impresionante por su magnitud, los grandes importes de dólares que los clientes mexicanos derraman cada año en los comercios de las ciudades cercanas a la línea fronteriza. En estos 19 meses con las garitas cerradas, sin dejar pasar a sus buenos clientes provenientes del Sur, infinidad de comercios pequeños, y grandes quebraron por falta de clientes. La bancarrota se presenta por igual en San Diego, Calexico, Las Vegas, Nogales, Tucson, Phoenix, El Paso, Del Río, McAllen, San Antonio, Brownsville, Houston, Dallas, etc.

Varios estudios e investigaciones han estimado el cuantioso importe de las compras de los mexicanos en los negocios, hoteles y comercios americanos. En nuestros proyectos de la Visión estratégica de la Región Sonora-Arizona, la econometrista de la Universidad de Arizona, la doctora Vera Kochi Pavlakovich, ha realizado investigaciones que demuestran que las compras anuales de los consumidores de Sonora y Sinaloa, en los malls y shopping centers de Arizona, suman más de los cinco mil millones de dólares, cuando la frontera estaba abierta normalmente.

Para California, la cifra ya sobrepasaba el cuantiosísimo importe de 11 mil millones de dólares, que los mexicanos fronterizos de Tijuana y Mexicali dejan por allá. Recientemente, para Texas, parlamentarios federales demócratas y republicanos, como Henry Croellar o Anthony Goncalves, al velar por los intereses de muchos comercios y los miles de empleos que generan, estuvieron presionando muy fuertemente al Gobierno federal americano para que reabrieran las fronteras con México.

Aquí en la faja fronteriza, los argumentos de los agentes económicos y sectores familiares, productivos, sociales y políticos son contundentes. Del lado gringo sus argumentos son abrumadores: se estima que anualmente 21 millones de mexicanos visitan Texas mayormente por motivos de compras, servicios médicos, familiares, educativos o turísticos, y son los nuestros, los visitantes mexicanos, quienes dejan una cuantiosa derrama económica de más de 19 mil millones de dólares, en beneficio de los texanos.

Por esto, hay que precisar que la apertura se debe a la presión de los mismos estadounidenses a su gobierno, de nadie más. Además, podemos identificar que los consumidores mexicanos no provienen sólo de las ciudades y estados fronterizos, ya que es común encontrar clientes que muy seguido se vienen a comprar desde Monterrey, Guadalajara, Ciudad de México, Hermosillo, Saltillo, Chihuahua, Querétaro, Guanajuato, Culiacán, y muchas ciudades más.

Finalmente, es pertinente considerar que parte de esta gran derrama de miles de millones de dólares, también podría ser aprovechada por nuestros comercios y servicios turísticos, quienes, para eso tienen que incrementar su productividad, mejorar considerablemente sus ofertas, ser más competitivos, y entender que, en este siglo XXI ya no es posible beneficiarse o hacer negocios con el proteccionismo, en este mundo global de economías abiertas.

Acostumbrados a mirar hacia el Norte, no debemos soslayar la terrible tragedia humana que padecen miles de migrantes centroamericanos y haitianos en la frontera Sur entre Chiapas y Guatemala, así como también los miles de mexicanos pobres del Sur del país, quienes arriesgan sus vidas por emigrar hacia los Estados Unidos.

De nuevo es muy triste y lamentable conocer que, en los últimos 12 meses, de septiembre de 2020 a septiembre de este año 2021, la migra gringa detuvo a 1’734,447 migrantes, más de un millón 734 mil personas, queriendo cruzar sin visas ni pasaportes hacia el país vecino del Norte, en busca de trabajos.

Acerca de este trágico proceso migratorio multinacional, todos los estudios e investigaciones al respecto concluyen que: la creciente pobreza y la alarmante e imparable violencia, en México y Centroamérica, son las causas generadoras de estas nuevas oleadas de migrantes, donde más de la mitad, el 57%, son migrantes mexicanos provenientes de las regiones empobrecidas e inseguras del país, casi 900 mil paisanos pobres.

Por el contrario, en el resto de México, gran parte del pobre pueblo noble y sabio, sin duda está feliz, feliz, feliz porque los Estados Unidos de América les abrirá su frontera desde San Diego, California, hasta Brownsville, Texas, probablemente a partir del próximo 8 de noviembre; y ahora otra vez, podrán venir aquí “al otro lado” como decimos en ambos Nogales, a gastar los millones de dólares, que suelen gastar por sus “shoppings” o compras.

Como es sabido, es impresionante por su magnitud, los grandes importes de dólares que los clientes mexicanos derraman cada año en los comercios de las ciudades cercanas a la línea fronteriza. En estos 19 meses con las garitas cerradas, sin dejar pasar a sus buenos clientes provenientes del Sur, infinidad de comercios pequeños, y grandes quebraron por falta de clientes. La bancarrota se presenta por igual en San Diego, Calexico, Las Vegas, Nogales, Tucson, Phoenix, El Paso, Del Río, McAllen, San Antonio, Brownsville, Houston, Dallas, etc.

Varios estudios e investigaciones han estimado el cuantioso importe de las compras de los mexicanos en los negocios, hoteles y comercios americanos. En nuestros proyectos de la Visión estratégica de la Región Sonora-Arizona, la econometrista de la Universidad de Arizona, la doctora Vera Kochi Pavlakovich, ha realizado investigaciones que demuestran que las compras anuales de los consumidores de Sonora y Sinaloa, en los malls y shopping centers de Arizona, suman más de los cinco mil millones de dólares, cuando la frontera estaba abierta normalmente.

Para California, la cifra ya sobrepasaba el cuantiosísimo importe de 11 mil millones de dólares, que los mexicanos fronterizos de Tijuana y Mexicali dejan por allá. Recientemente, para Texas, parlamentarios federales demócratas y republicanos, como Henry Croellar o Anthony Goncalves, al velar por los intereses de muchos comercios y los miles de empleos que generan, estuvieron presionando muy fuertemente al Gobierno federal americano para que reabrieran las fronteras con México.

Aquí en la faja fronteriza, los argumentos de los agentes económicos y sectores familiares, productivos, sociales y políticos son contundentes. Del lado gringo sus argumentos son abrumadores: se estima que anualmente 21 millones de mexicanos visitan Texas mayormente por motivos de compras, servicios médicos, familiares, educativos o turísticos, y son los nuestros, los visitantes mexicanos, quienes dejan una cuantiosa derrama económica de más de 19 mil millones de dólares, en beneficio de los texanos.

Por esto, hay que precisar que la apertura se debe a la presión de los mismos estadounidenses a su gobierno, de nadie más. Además, podemos identificar que los consumidores mexicanos no provienen sólo de las ciudades y estados fronterizos, ya que es común encontrar clientes que muy seguido se vienen a comprar desde Monterrey, Guadalajara, Ciudad de México, Hermosillo, Saltillo, Chihuahua, Querétaro, Guanajuato, Culiacán, y muchas ciudades más.

Finalmente, es pertinente considerar que parte de esta gran derrama de miles de millones de dólares, también podría ser aprovechada por nuestros comercios y servicios turísticos, quienes, para eso tienen que incrementar su productividad, mejorar considerablemente sus ofertas, ser más competitivos, y entender que, en este siglo XXI ya no es posible beneficiarse o hacer negocios con el proteccionismo, en este mundo global de economías abiertas.