Un accidente automovilístico provocado por sus celos será el detonante para que Jim Ruíz descienda a lo más recóndito de la naturaleza humana en la novela de la que es protagonista, Al lado de la carretera, del escritor sonorense Francisco Hernández.
Egresado de la Licenciatura en Literaturas Hispánicas de la Universidad de Sonora, Hernández ha combinado durante años su pasión por el periodismo y los deportes con la escritura de relatos de terror y suspenso, en una labor de más de una década que ha visto materializado el pasado mes de agosto el lanzamiento de su primera novela.
La historia sigue a Jim, un escritor frustrado que tras la muerte de su esposa y su pequeño hijo “descubrirá que los peores temores no son sólo aquellos que miras en historias de terror, sino todo lo que es real”, según se lee en la sinopsis del libro.
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“La idea base del libro parte de la culpa, cómo se siente uno como persona tras un error fatal y las acciones que realiza el personaje que tienen como raíz esta carga”, señaló en entrevista Francisco Hernández.
El escritor nacido en Hermosillo y criado en Magdalena de Kino se inspiró en una historia real de tortura y asesinatos sobre una familia estadounidense que secuestraba indigentes en las carreteras y los obligaba a trabajar la tierra en su rancho del condado de Kerr, en lo que ha sido conocido como el “Rancho de esclavos de Texas”.
En su novela, Jim se muda a las afueras de la ciudad y tras conocerse la desaparición de una joven por los alrededores “la culpa de su pasado lo arrastrará a convertirse en colaborador provisional de un detective que sospecha de la actividad de la pareja que tiene como vecinos. Sin embargo, ellos esconden un secreto mucho más grande y aterrador, uno del cual Jim deberá escapar”.
La escritura como catarsis
Para Francisco Hernández, la escritura ha sido una vía de escape en la que ha podido exorcizar algunas de sus emociones más vulnerables, luego de llevar una infancia en la que “no tenía una vida social agradable”, como él mismo reconoce.
“No era tan bueno socializando, y lo que provocó este asunto es que mi familia se mudó mucho. Viví en Caborca, Nogales, Hermosillo… y dentro de todas esas ciudades me volvía a mudar de casa. Cada uno de los seis años que cursé primaria estuve en una escuela diferente y eso te afecta a la hora de establecer vínculos, y si eres niño es todavía más difícil, y al final terminas refugiándote en los libros”, confesó.
Una vez asentado en Magdalena de Kino, donde ha creado lazos que a la fecha permanecen, una maestra de preparatoria le recomendó la escritura como un medio para expresar sus sentimientos y producir una catarsis.
Inspirado por tempranas lecturas de su niñez y adolescencia como “El fantasma de Canterville” de Oscar Wilde, y programas radiofónicos de suspenso y de lo sobrenatural como La mano peluda, Francisco Hernández comenzó a escribir relatos cortos de terror, en lo que pronto pasó a convertirse en una de sus más grandes pasiones.
“Caso curioso: yo era muy miedoso, le temía a muchas cosas, como salir al patio si la luz estaba apagada, estar en el mar y no saber lo que estaba debajo de mí… Pero eso me llamaba mucho la atención, tenía un interés de saber por qué sentía ese temor y qué significaba realmente”.
Influenciado también por autores como Stephen King y Richard Matheson, Hernández comenzó a desarrollar una escritura más depurada, realizando trabajos de investigación y empapándose de lecturas en los géneros de novela negra, policiaca y de suspenso.
“Me gustan mucho estas historias que tienen una atmósfera de tensión que te mantiene en vilo durante toda su narrativa. Y tengo un recuerdo muy vívido que siempre me saca una sonrisa: una noche estaba escribiendo en mi casa de Magdalena, y una escena que relataba me hizo voltear hacia atrás del susto, y esa sensación me hizo sentir muy bien, porque me estaba asustando a mí mismo. Y ese tipo de cosas son las que me han ido llenando de satisfacciones en este proceso”.
Publicar en Sonora
Después de tocar varias puertas, la editorial colombo-mexicana Letras Negras publicó este año Al lado de la carretera, bajo el sello Akera, especializado en historias de terror.
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“Hay cosas que son difíciles aquí en Sonora, como tener un espacio para publicar, por eso es importante darle un poco más de apoyo a los artistas locales, de las ramas que sean. Conozco mucha gente que realmente es muy talentosa en lo que hace y merecen una oportunidad para no estar buscando editoriales fuera del país. Obviamente se agradece que una editorial como Letras Negras te dé la oportunidad, pero se siente extraño que ellos lo hagan y no alguien de por acá”, enfatizó Hernández.
El escritor, que tiene entre sus películas de terror favoritas The Witch, Jaws, The Ritual, The Exorcist, Alien y la miniserie de It, ya se encuentra trabajando en su próximo libro de relatos, el cual continuará en esta misma línea y espera verlo terminado el siguiente año.
Mientras tanto, su debut en la novela puede adquirirse en el sitio web https://edicionesletrasnegra.com/ o a través del Facebook del escritor @francisco.hernandez.129.
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