No es novedad que en la capital sonorense esté presente el vandalismo hacia los monumentos históricos, pero ¿hay conciencia sobre este tema entre los ciudadanos?
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Ignacio Lagarda, cronista de Hermosillo, comentó que la mayoría de las placas metálicas o de cobre que describen nombres, fechas y sucesos de diversas esculturas que se encuentran en las calles fueron hurtadas, por lo que no hay respeto en este tema por los ciudadanos.
"Lo que sufren los monumentos y estatuas de Hermosillo es el vandalismo de parte de la población empezando por las placas metálicas que tenían porque muy pocos aún las conservan; otro problema son los rayones con graffiti", señaló Lagarda.
Una mención específica que hizo el cronista fue el monumento a Venustiano Carranza que se encuentra en donde hoy es el museo Musas, pues ante la construcción del inmueble la estatua fue removida y quedó en abandono en los almacenes de la Casa de la Cultura hasta que en el Gobierno municipal del ex alcalde, Manuel Ignacio "Maloro" Acosta la reubicó en un parque de la colonia Hacienda de la Flor, pero esto fue contraproducente, pues al poco tiempo fue vandalizada.
"El monumento de Venustiano Carranza quedó abandonado por muchos años en las bodegas de la Casa de la Cultura, pero fue en el gobierno de Maloro Acosta que decidieron reubicarla en un parque que construyeron en la colonia de la Hacienda de la Flor, esto para suplir el bosque que destruyeron para construir el museo Musas, pero la gente del barrio comenzó a rayarlo y le cortaron diversas partes, prácticamente lo mutilaron", explicó Ignacio Lagarda.
Este monumento se instaló en Hermosillo en 1981, como parte de la Cuarta Reunión de la República, evento nacional en donde asistió el entonces presidente José López Portillo para su inauguración, esto para conmemorar la visita de Venustiano Carranza a Hermosillo y el discurso de golpe de Estado que ofreció a la ciudadanía en contra del gobierno de Victoriano Huerta el 24 de septiembre de 1913, señalando así el inicio de la revolución constitucionalista.
La obra estuvo a cargo del escultor español, Luis Sanguino, quien es el creador de diversos monumentos importantes de distintos países como Francia, España y Estados Unidos.
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Otro monumento que sufrió daños es el de Juan Bautista de Anza que se ubica en el crucero del bulevar Luis Encinas Johnson y la avenida Rosales, al cual una organización de seguidores del personaje histórico hurtó su placa conmemorativa de bronce y la sustituyó con una foto del metal descriptivo impreso en una lona.
Ignacio Lagarda comenta que estos monumentos deben contar con la atención pronta de las autoridades municipales para su restauración, principalmente el de Venustiano Carranza, por su pasado histórico y lo que simboliza para la historia de Hermosillo.
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